Este artículo se publicó hace 3 años.
La derecha vuelve a la carga contra el diálogo sobre Catalunya y califica la mesa de "indignidad"
Los principales dirigentes de PP, Cs y Vox rechazan de pleno tanto la celebración del encuentro en Barcelona como la presencia del Presidente del Gobierno
Madrid-
Catalunya vuelve al tablero político, si es que alguna vez se fue. La celebración de la mesa de diálogo prevista para hoy ha copado muchos minutos de la actualidad política de este martes. Especialmente, tras el anuncio de la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un encuentro con Pere Aragonès. Las reacciones en la derecha política no se hicieron esperar y los principales dirigentes del PP o Ciudadanos (Cs) s se mostraron indignados con términos como "indignidad", "chantaje" o "vergüenza".
El primero en salir a la palestra, minutos después de las palabras de Sánchez, fue el presidente del PP, Pablo Casado. En una entrevista este lunes por la noche en la Cadena Cope afirmó que la presencia del presidente en el encuentro era un hecho "muy grave". "Pero ya el colmo es que diga que, si llegan a un acuerdo, lo va a someter a referéndum", añadió. "Se está llegando demasiado lejos por un puñado de votos y una investidura, es algo que la sociedad española no debe permitir", insistió. Del mismo modo, el líder popular exigió tipificar ya el delito de referéndum ilegal. "Nosotros lo vamos a hacer nada más llegar", destacó.
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, subió el tono en una rueda de prensa celebrada en la Cámara Baja. "Desde el PP tenemos muy claro que esta es la mesa de la indignidad, con la que Sánchez quiere sustituir al Parlamento y la soberanía nacional", afirmó. Gamarra insistió en la idea de que "el futuro de España no se negocia" y calificó al presidente socialista como "marioneta del independentismo". "Lo único que le importa es dormir en la Moncloa cuando acabe la reunión", añadió. En la línea de Casado, se refirió también a la tipificación como delitos de los referéndums. "Después de decirnos a todos los españoles que los tipificaría como ilegales, ha pasado a promoverlos", dijo.
Desde el PP, anunció Gamarra, interpelarán al Gobierno en el Congreso durante la sesión del miércoles sobre esta cuestión. "Tenemos que conocer el orden del día con luz y taquígrafos. Los españoles tienen que conocer el contenido y saber de qué van a hablar. Esperemos que el Gobierno dé cuentas", destacó. El asunto de los nombres presentes en la reunión ha provocado una nueva brecha entre los independentistas catalanes tras el rechazo de ERC. Pero eso no cambia ni una coma el discurso del PP.
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, calificó a Sánchez como "marioneta del independentismo"
Preguntada Gamarra por la anunciada presencia, o no, de Jordi Sánchez y Jordi Turull como representantes de Junts per Catalunya, presos del Procés indultados, la popular contestó que le era indiferente quienes estuvieran. "Lo importante es que es una negociación que afecta a todos los españoles y que quieren hacer únicamente con un Gobierno autonómico", afirmó. "Cuando los independentistas le dicen ven, lo deja todo, pero, además, lo entrega todo", remató la portavoz.
En el Senado, el portavoz del PP, Javier Maroto, calificó el diálogo como "mesa de sedición" y aseguró que Sánchez sabe que en la mesa de negociación se va a hablar de autodeterminación porque "los independentistas no van a cambiar su matraca". Mientras, en Andalucía, el presidente autonómico Juanma Moreno exigió una mesa bilateral similar a la catalana.
Cs apela a los barones socialistas
Por su parte, Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, califica el encuentro como "mesa de la vergüenza", "mesa del chantaje" y "pantomima". "Van a tratar de igual a igual determinados temas para chantajear a España. ¿Quién representa a los constitucionalistas en Catalunya? Nadie", comentaba en rueda de prensa.
Además, ha apelado a que surjan voces críticas dentro del propio PSOE. "¿Dónde están los barones socialistas que dicen que se van a generar privilegios por parte de Catalunya y agravios en las Comunidades donde ellos gobiernan?", señaló. "Sánchez será capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder incluso de no respetar el marco de la legalidad constitucional", añadió.
Desde Cs critican que, por ejemplo, no haya una "mesa que trate el problema de los 10 suicidios al día", ni una mesa sobre el precio de la luz. "Solamente existen las mesas en beneficio de Pedro Sánchez", afirmó. "La mesa del chantaje da mucho miedo porque no quiero ver de nuevo a mi país humillado", remató Bal.
También la ultraderecha de Vox expresó su firme rechazo a la convocatoria. En rueda de prensa, el portavoz del partido, Iván Espinosa de los Monteros calificó la mesa como la de la "traición", la "rendición" y la del "mercado persa en el que subastar a precio de saldo la herencia de todos los españoles". Espinosa consideró que la presencia de Sánchez dota "de más indignidad" esa mesa.
Los calificativos usados por la derecha no son nuevos. Catalunya lleva siendo caballo de batalla política en los últimos años. Y cualquier intento de diálogo ha sido rotundamente rechazado. Mariano Rajoy aplicó el artículo 155 para sustituir a Carles Puigdemont semanas después del histórico día 1 de Octubre de 2017, cuando el Govern sacó las urnas a la calle para preguntar a la ciudadanía sobre la independencia.
Desde entonces, la carrera política y judicial no ha dado tregua. La palabra "traición" para referirse al Gobierno de Sánchez se ha usado en numerosas ocasiones. También en la calle. Simbólica fue aquella recordada foto en la Plaza de Colón con la presencia de los principales cargos de PP, Cs y Vox a principios de 2019. Desde entonces, ha llovido mucho. Pero las posiciones parecen inamovibles. Quizás más aún tras los indultos a los presos del Procés concedidos el pasado mes de junio. Tal y como hemos comprobado en el reinicio del curso parlamentario en septiembre, Catalunya seguirá siendo foco de tensiones entre el Gobierno y la oposición.
Explicaciones a Marlaska
Otro foco de atención esta semana tiene que ver con los altercados que se produjeron el pasado sábado 11 de septiembre, con motivo de la Diada, frente a la sede de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Cataluña, en Vía Laietana, Barcelona. El PP ha registrado una solicitud de comparecencia del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska para explicar lo que consideran "falta de órdenes para actuar y defender" la sede policial. También han registrado una proposición no de ley para que se debatan en la Comisión de Interior estos hechos.
Ciudadanos, por su parte, ha registrado una pregunta por escrito en el mismo sentido. En ella cuestionan la falta de "medidas preventivas adecuadas frente a los previsibles disturbios". "¿A qué se debe el silencio del Ministerio del Interior respecto a los insultos vertidos contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?", se preguntan. La formación naranja reclama una valoración sobre el "clima de hostigamiento" y si el Gobierno se plantea adoptar medidas al respecto, en concreto declarando Catalunya como "Territorio de Especial Singularidad".
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