La derecha fracasa en su intento de frenar la despenalización de las injurias a la Corona

La reforma del Código Penal enviada por el Senado para despenalizar las injurias a la Corona y el ultraje a la bandera sigue su curso en el Congreso. Y lo hace a pesar de los intentos de las derechas y la extrema derecha de frenar una medida que cuenta con un amplio apoyo en la Cámara Baja y el consenso de la sociedad civil y los organismos internacionales. 

Máxime cuando el Estado español ha sido condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al violar el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.

En este sentido, las enmiendas a la totalidad registradas por PP, Vox y Ciudadanos con el fin de hacer caer la iniciativa han sido tumbadas este jueves por PSOE, Unidas Podemos, Más País y los partidos nacionalistas e independentistas. De esta manera, la reforma del Código Penal impulsada por ERC y EH Bildu en la Cámara Alta inicia su tramitación en el Congreso.

La medida plantea suprimir los artículos 490.3, 491 y el 543 del Código Penal, conocidos también como delitos de opinión, los cuales hacen referencia a las calumnias o injurias a la Corona, así como "las ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a sus Comunidades Autónomas o a sus símbolos o emblemas", y sus respectivas condenas.

La adecuación de la legislación en esta materia ha sido reclamada por el Consejo de Europa y Naciones Unidas. Y en esto han incidido los diferentes portavoces partidarios de la reforma. "No creo que la monarquía esté tan débil que necesite este tipo especial reforzado", ha reivindicado el portavoz adjunto de Justicia de Unidas Podemos, Enrique Santiago.

En esta línea se ha pronunciado la diputada republicana Carolina Telechea acerca de "una institución que ya está superprotegida porque es inviolable e irresponsable en todos sus actos", mientras que el diputado de la coalición abertzale Jon Iñarritu ha recordado además la doctrina del TEDH en esta materia y ha hecho hincapié en que estos delitos están "obsoletos".

Por su parte, la socialista Andrea Fernández ha defendido que "modificar estos tipos penales no tiene por qué generar indefensión" y por ende, "sobreproteger cualquier institución puede dañar el derecho a ser escuchado". Si bien, ha avisado de que su grupo "no va a permitir "que el subtexto de esta reforma se convierta en una afrenta al orden constitucional".

Otra reforma pendiente

No obstante, la Cámara Baja ya tramita otra propuesta similar, aunque como ha pasado en otras legislaturas, sigue sin consumarse. Se trata de la proposición de ley impulsada por Unidas Podemos de protección de la libertad de expresión, una medida que, además de suprimir los artículos 490.3, 491 y el 543 del Código Penal, aboga por eliminar también el delito contra los sentimientos religiosos (artículo 525); y el enaltecimiento del terrorismo (artículo 578).

La iniciativa legislativa, que también superó el intento de la derecha de tumbarla, sigue inmersa en una continua ampliación del plazo de enmiendas desde hace un año. Asimismo, el espacio confederal ya registró esta iniciativa hace casi tres años (marzo 2018), y llegó hasta la Comisión de Justicia, pero su tramitación decayó con el adelanto electoral de abril de 2019.