Denuncia contra el fiscal Herranz por acusar sin pruebas a dos testigos que avalaban las acusaciones del 'caso Cursach'
Los policías locales de Palma Vicente y Juan Miguel Gómez llevan a la Fiscalía General del Estado una denuncia contra uno de los fiscales del juicio por el 'caso Cursach' por injurias y calumnias al asegurar que habían recibido sobornos y por insinuar que uno de ellos mantenía una relación sentimental con el fiscal Subirán, instructor del caso.
Madrid--Actualizado a
La primera denuncia por la insólita actuación del fiscal Tomás Herranz en el juicio por el caso Cursach ha llegado a la Fiscalía General del Estado. Podría no ser la única, según fuentes jurídicas. La absolución solicitada por el Ministerio Fiscal para las 17 personas acusadas, entre ellas el magnate de la noche mallorquina, Bartolomé Cursach, y un ingente número de agentes de la Policía Local acusados de trabajar a sus órdenes, estuvo precedida de un alegato final en el que no faltaron las lágrimas del fiscal al pedir disculpas a los acusados por lo que él considera "un fracaso de la Administración de Justicia" en relación a una instrucción "irregular" de la causa.
En las dos horas que duró el alegato del fiscal Herranz, el 30 de noviembre de 2022, hubo palabras para todos: para los acusados, procesados por organización criminal y prevaricación, sobre los que dijo que se había procurado su "muerte civil" por las falsas acusaciones, y también para el fiscal y el juez que se encargaron de la investigación y que hoy están acusados de revelación de secretos y detenciones ilegales y para los que la Fiscalía pide más de 240 años de cárcel.
También se refirió Tomás Herranz a los testigos. En concreto a los hermanos policías locales de Palma Vicente y Juan Miguel Gómez a los que descalificó e imputó delitos, como cobrar sobornos, según indica la denuncia, pese a que no solicitó contra ellos deducción de testimonio, es decir, que se les investigara por falso testimonio. Estos policías declararon en el juicio a petición de la propia Fiscalía. Las defensas de los procesados por Cursach sí que solicitaron esa investigación para los hermanos Gómez.
En su denuncia contra el fiscal Herranz, los hermanos Gómez piden a la Fiscalía General del Estado que "se concreten las responsabilidades disciplinarias en
relación con el proceder completamente irregular del fiscal", a la vez que se le informa de que se pedirá a la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca "licencia para interponer la preceptiva querella criminal contra Tomás Herranz".
Pases 'VIP' para el gimnasio de Cursach
El fiscal comenzó su informe oral exponiendo que la causa se había iniciado
por un supuesto delito de cohecho, que se había producido de dos formas distintas: pagos mediante servicios sexuales y pagos mediante la entrega de pases 'VIP' (con exoneración del pago de la cuota mensual) para acceder al gimnasio Megasport, propiedad del Grupo Cursach.
En relación a este último hecho, y tomando como referencia un informe de 2017 de la Guardia Civil no ratificado en el juicio por decisión de la Fiscalía, se hizo un pequeño lío el fiscal y vino a decir que aunque estos dos policías aparecen como agentes que en realidad se pagaron su pase al gimnasio "lo que importa
aquí es que, no tenían pase VIP personas que han estado aquí acusadas, y no están acusados otros policías locales que sí tenían pase VIP".
El informe que realizó la Guardia Civil para el Juzgado de Instrucción 12 de Palma, que investigaba el caso Cursach, y sobre el que la Fiscalía renunció a llamar como testigos a los agentes que lo elaboraron para su ratificación, indica que Vicente Gómez pagaba la cuota del gimnasio por "recibo bancario con mensualidad" de 49,99 euros —el precio que tenía la cuota fija del establecimiento—, y que estuvo realizando estos pagos "desde 2008 hasta 2013 por valor de 2.096,63 euros".
Respecto a Juan Miguel Gómez, asegura el informe que pagaba mensualmente 49,99 euros desde el año 2004 hasta 2013, lo que hace una suma de 6.133,50 euros.
El informe en cuestión, al que ha podido acceder Público, muestra cómo en la mayoría de los otros 19 agentes de la Policía Local de Palma no consta en el histórico de mensualidades ningún tipo de pago, ni con tarjeta ni en efectivo. Dichos policías fueron juzgados en el caso Cursach y resultaron finalmente absueltos tras la emoción del fiscal Herranz, que les llegó a pedir disculpas.
Insinuaciones de relaciones con el fiscal
Respecto a Vicente Gómez, el fiscal se empeñó en negarle credibilidad. "Primero, porque diga lo que diga este testigo, en una reunión en la que están solo él y los superiores, diga lo que diga este testigo, carece de la mínima credibilidad", dijo en su informe final.
A continuación, aludió al testimonio de un tercero, sin que en el juicio se le hubiera escuchado a ese testigo en concreto, para verter una insinuación muy desafortunada, a juicio de los dos policías denunciantes: "Alguna de ellas nos insinuó, dijo, que tenía una relación sentimental con Subirán [fiscal de la causa Cursach], ignoramos si es verdad, pero desde luego, el testimonio de esta persona [del policía Vicente Gómez] carece de credibilidad, no sólo por esto, por lo que hemos dicho hasta ahora, si no porque en sí mismo, tampoco es creíble".
Para los denunciantes, se trata de una "mera invención del sr. Herranz, buscando directamente socavar la credibilidad del Sr. Gómez, socavar su hombría, difamándolo ante su familia y amistades, desprestigiándolo ante todo el cuerpo policial, e intentando hacer ver una condición sexual completamente alejada de la realidad", consta en la denuncia.
Para el fiscal, las presuntas buenas relaciones de estos dos policías con el fiscal instructor de la causa, Miguel Ángel Subirán, son motivo de desconfianza. No hay que olvidar que la Fiscalía pide para su antiguo compañero, hoy jubilado, nada más y nada menos que 113 años y nueve meses de cárcel por nueve detenciones y por presuntamente presionar a los testigos para que declarasen en contra del entorno de Cursach.
"Esa relación especialmente intensa con los instructores o por lo menos con el fiscal instructor en este procedimiento, relación intensa que a parte de lo que dijera el testigo al que nos hemos referido anteriormente [al de la relación homosexual], queda acreditada por la existencia de ese chat particular, chat de grupo, chat en el que intervienen varias personas, entre tres policías locales y el fiscal, tres policías locales que pese a estar en la Patrulla, en la Policía Local, creo que en la Patrulla Verde, espero no liarme, no son acusados, pese a existir algunos indicios de que pudieran haberlo sido, me remito a que cobraban co... a que recibían soborno, pase en Megapark [discoteca de Cursach], Megasport, y aparecen como denunciantes de uno de los locales, de varios de los locales que recibían presiones".
Los hermanos Gómez alegan respecto a esto que "el chat con el anterior fiscal que intervino en la instrucción de la causa fue idea de éste y no fue prolongado en el tiempo. En cualquier caso, nada tiene de irregular que un representante del Ministerio Fiscal – que no el juez instructor de la causa- mantenga contacto con policías testigos de la causa".
Encerrona en la discoteca Tito's
El testimonio de Juan Miguel Gómez también fue cuestionado por el fiscal, dándole por completo la vuelta. Este policía había declarado que en su presencia se había informado al director de la Discoteca Tito's (Grupo Cursach) de la próxima inspección de aforo que se le iba a realizar, y hasta se le indicó que se podía realizar de dos formas: "una como ellos se merecían (que era avisarles con antelación de la inspección) y otra indicándole que a las 03:00 horas podían ser sometidos a la misma, lo cual ya es de por sí sorprendente, y denunciable", consta en la denuncia.
Juan Miguel Gómez dijo que a fin de involucrarle a él como agente "le encerraron en un cuarto donde pudieran grabar su presencia para así poder acreditar que él estaba involucrado pues también formaba parte de ese aviso". Era la forma de actuar de la Patrulla Verde, sección de la Policía Local de Palma encargada de las inspecciones a los locales de ocio, y que llegó a estar acusada de formar parte del entramado para beneficiar a los negocios de Cursach.
El testigo además puso de relieve el diferente trato que se le ofreció a la otra discoteca, ubicada a escasos metros de Tito's, que se inspeccionó esa noche sin avisarle de que se iba a hacer una inspección, y mucho menos sin
ofrecerle la posibilidad de elegir la hora a la que prefería recibir la inspección.
Pero el fiscal Herranz aseguró que "la valoración que se hace por el Ministerio Fiscal es que es increíble, no creíble", para negar que se hiciera a una discoteca una inspección sin previo aviso y a la otra, la del Grupo Cursach, se le planteara cuándo les venía bien que acudiera la patrulla.
Para Herranz, estos dos testigos policías no tenían nada que temer, pese a estar en un avispero con compañeros que llegaron a estar acusados de pertenecer a una mafia policial. "Pues todavía tuvo el santo valor de sostener aquí que él [por Vicente Gómez] entendía que fue perseguido; esta es la calidad del testimonio de esta persona licenciado en derecho y policía local...pues el Ministerio Fiscal no puede por menos que resaltar esta condición, esta calidad", dijo Herranz.
Inspecciones a los locales de Cursach
El fiscal también les acusa de haber realizado inspecciones irregulares a la Discoteca Megapark y al local Don Quijote, ambos de Cursach, modificando el acta para así involucrar al entramado policial que actuaba a favor del magnate de la noche mallorquina.
Contrariamente a la posición que mantuvo el fiscal Herranz en su informe oral, dicen los denunciantes que "estos procedimientos acabaron en sentencias. Sentencias que amparaban la actuación de los agentes que intervinieron", algo que fue "omitido" por el fiscal "buscando con ello de forma intencionada crear una confusión que conduce inexorablemente al cuestionamiento constante" de la actuación de los dos policías y de su testimonio.
Comunican los hermanos Juan Miguel y Vicente Gómez a la Fiscalía General del Estado que el relato realizado por el fiscal Tomás Herraz "ha supuesto una humillación y un desprestigio tan grave a nivel personal y profesional, que puede conllevar unos daños irreparables al buen nombre, prestigio y reputación tanto personal como profesional de los aquí denunciantes".
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