La debilidad del alcalde de Sevilla (PP) le lleva a perder una cuestión de confianza pero se acerca a aprobar los presupuestos
Si en el plazo de un mes la oposición no se pone de acuerdo, lo que es imposible, porque requiere un entendimiento entre la izquierda y Vox, para elegir un nuevo alcalde, las cuentas de la ciudad quedarán automáticamente aprobadas.
-Actualizado a
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), se acerca a aprobar los presupuestos de este año 2024 por la vía más extraña: la pérdida de una cuestión de confianza, que demuestra su debilidad —gobierna en minoría— pero que, paradójicamente, al mismo tiempo refuerza sus posibilidades.
¿Cómo es esto posible? Porque un gobierno alternativo al de Sanz es hoy remoto, por no escribir imposible, debido a que requiere del acuerdo de PSOE y Vox y Podemos-IU, algo que no va a suceder, según han manifestado los propios partidos. La ultraderecha no va a hacer alcalde al socialista Antonio Muñoz, ni este tampoco se va a poner de acuerdo con Vox. Mucho menos, Podemos-IU.
La correlación de fuerzas en el Ayuntamiento de Sevilla es la siguiente: el PP tiene 14 ediles, el PSOE 12, Vox, tres y Podemos-IU, otros dos. La mayoría absoluta está en 16. Hay por tanto cuatro maneras de alcanzarla: mediante acuerdos PP-PSOE; mediante un pacto de Podemos-IU con PSOE y con Vox; mediante el entendimiento entre PP y Podemos-IU, y, por último la connivencia entre PP y Vox. PSOE y Podemos-IU no llegan, no superan a la derecha.
Sanz fue elegido alcalde, tras las municipales, después de que cada partido apoyara a su candidato, por lo que al ser la suya la lista más votada, tomó el bastón de mando. Desde el primer momento, Vox ha buscado entrar en el gobierno de la ciudad, pero el PP hasta ahora se ha resistido, lo que ha impedido el pacto para aprobar los presupuestos. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla tiene mayoría absoluta y una coalición entre PP y Vox en el Ayuntamiento más grande de la Comunidad le causaría dolores de cabeza, porque colisionaría con su pretendida moderación política.
Así que Sanz, ante la imposibilidad de aprobar un presupuesto con la ultraderecha, ha elegido un subterfugio jurídico, un camino complejo y de inciertas consecuencias, que está previsto en la ley electoral general. Decidió el alcalde presentar una "cuestión de confianza vinculada al presupuesto" que perdió este viernes, pero que al mismo tiempo le permitirá aprobar automáticamente los presupuestos dentro de un mes, si tras esta derrota, como previsiblemente sucederá, la oposición no logra ponerse de acuerdo para sacarlo de la alcaldía.
Dos presupuestos
Este es por tanto el escenario, tal y como lo recoge la ley electoral: "En el caso de que la cuestión de confianza no obtuviera el número necesario de votos favorables para la aprobación del acuerdo, el alcalde cesará automáticamente, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle en el cargo".
"Se entenderá otorgada la confianza y aprobado el proyecto [de presupuestos] si en el plazo de un mes desde que se votara el rechazo de la cuestión de confianza no se presenta una moción de censura con candidato alternativo a alcalde, o si ésta no prospera".
"Cada alcalde no podrá plantear más de una cuestión de confianza en cada año, contado desde el inicio de su mandato, ni más de dos durante la duración total del mismo. No se podrá plantear una cuestión de confianza en el último año de mandato de cada corporación".
Por tanto, Sanz podría recurrir a este subterfugio legal, si el PP no acaba cediendo ante Vox, una segunda vez antes de las próximas municipales, en el año 2027. Podría tener por tanto, otro presupuesto por esta vía, que al mismo tiempo que muestra su debilidad, viene a demostrar que es el único alcalde posible, a la vista de la aritmética municipal.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.