Este artículo se publicó hace 8 años.
La CUP sólo avalará los Presupuestos si incluyen la "desobediencia clara y frontal" al Estado
Considera que los primeros meses de la investidura han sido una prisión que encorseta el proyecto rupturista. El presidente Carles Puigdemont ha rechazado la desobediencia y ha confiado en poder llegar a acuerdos con otros grupos que "comparten el mismo modelo de sociedad" que su ejecutivo.
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BARCELONA.- La CUP sólo avalará unos Presupuestos si plantean la "desobediencia clara y frontal en relación a las imposiciones del Estado", especialmente en lo que respecta al techo de déficit y la suspensión de impuestos y leyes. Así lo ha concretado en su ponencia política final, en la que detalla que no hará "ninguna concesión en recortes ni tampoco en privatizaciones" y en la que se compromete a negociar para avanzar en el proceso independentista en los plazos marcados.
Considera que los primeros meses de la investidura han sido una prisión que encorseta el proyecto rupturista de la CUP, que es "socio de un Govern que no materializa los pasos irreversibles hacia la ruptura y que lleva a cabo políticas propias del proyecto social-liberal y privatizador de JxSí".
En el documento recogen que no es posible un proceso independentista sin romper con el marco jurídico y político español, y que una de las vías que más se acerca a este objetivo es la declaración unilateral de independencia, que no excluye la vía refrendaria.
En su opinión, desde las elecciones del 27 de septiembre y, especialmente desde la investidura del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el independentismo "se encuentra de nuevo atrapado en las dinámicas y estructuras exclusivamente institucionales y parlamentarias".
"JxSí no ha hecho ningún esfuerzo práctico y concreto para aplicar la declaración del 9N. Los trabajos de las tres leyes de la desconexión parecen avanzan muy poco a poco pero no parece que haya una voluntad real de ruptura", sostienen.
Por ello, piden llevar la autonomía "al límite" y forzar la celebración de un referéndum unilateral sobre la independencia antes de enero de 2017 y no apoyar la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas, así como que se desarrollen cinco de las medidas del anexo de la declaración del 9N en un máximo de tres meses, y todas en medio año.
También insisten en situar la desobediencia en el centro de la actividad política e institucional y no acatar las resoluciones del TC, y concluyen que deben ampliar la base del independentismo por la izquierda, por lo que necesitan tener las "manos libres para hacer una oposición dura" al Govern.
"El acuerdo de estabilidad parlamentaria con JxSí supone un obstáculo a estos objetivos. La CUP debe liberarse de éste para poder ejercer su función de dinamizador de la ruptura independentista", recogen en la ponencia.
Su estrategia pasa por tener un Parlament soberano e insumiso, explotar las "contradicciones existentes" en JxSí e impulsar una dinámica y alianzas con la izquierda parlamentaria, y por ello quieren establecer canales de comunicación con En Comú, Podem y otros espacios de izquierda.
Avisan de que será necesario tener una respuesta para afrontar la "estrategia del miedo" que impulsará el Estado cuando Catalunya decida desconectarse del resto de España, y que ésta debe basarse en desenmascarar sus argumentos, en no reconocer su autoridad y recurrir al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos para internacionalizar la causa y en buscar fórmulas en el ámbito económico.
Así, aseguran que la CUP puede ayudar a buscar alternativas de carácter cooperativo, de creación de espacios de crédito popular para proyectos sociales y colectivos, y en caso de que el Gobierno suspenda la autonomía catalana, hay que decir que es "absurdo porque los diputados no dejarían de serlo y deberían seguirse reuniendo donde sea y como sea".
A la espera de las elecciones del 26J, pese al ascenso de Podemos, vaticinan que el Estado difícilmente emprenderá un proceso de ruptura, por lo que considera imprescindible seguir trabajando "por la alianza de los movimientos revolucionarios de las naciones sin Estado".
Apuestan así por seguir tejiendo complicidades con EH Bildu, y más tras la salida de prisión de Arnaldo Otegi y su posible candidatura a lehendakari, con el BNG y Anova en Galicia, con Nación Andaluza en Andalucía y entablar relaciones con Alternativa Nacional Canaria y Unidad Nacional Canaria de Canarias.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha rechazado la desobediencia que reclama la CUP en los Presupuestos 2016 para apoyarlos en el Parlament y posibilitar así que se aprueben. Durante el coloquio tras su ponencia inaugural de la XXXII Reunión del Círculo de Economía, en una de las preguntas se ha dado por hecho que Puigdemont es partidario de la desobediencia, y él ha respondido, en alusión implícita a la CUP: "Yo hablo siempre de obediencia. De ir de la ley a ley".
"Dar certeza jurídica es la única forma. Sé que hay algunos que la conjugan. Ni en mí ni en mi Govern encontrará esa propuesta", ha añadido el presidente. Lo ha dicho el mismo día en que la CUP ha publicado su ponencia política en la que advierte de que sólo avalarán los Presupuestos si éstos plantean la "desobediencia clara y frontal a las imposiciones del Estado".
En una de las preguntas del coloquio le han planteado si buscará otras alianzas en el Parlament para sacar adelante las cuentas en caso de que la CUP se niegue a avalarlas. Puigdemont ha defendido el proyecto de Presupuestos que el Govern presentó el martes, porque "prioriza a los colectivos desfavorecidos, cumple con el déficit" y no incluye las privatizaciones ni recortes de los que se hablaba antes de presentarlos, ha dicho.
Por eso, al margen de la CUP, ha confiado en poder llegar a acuerdos con otros grupos que "comparten el mismo modelo de sociedad" que su ejecutivo.
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