La Convención Nacional del Partido Popular termina este fin de semana. Unos días que, desde el PP, los consideran decisivos para reforzar el liderazgo de Pablo Casado como alternativa de Gobierno. A València se llega tras unas semanas revueltas en el seno del partido tras destaparse una crisis interna a cuenta del control del partido en Madrid. Las intenciones de Isabel Díaz Ayuso, presidenta autonómica, de adelantar el Congreso regional y presentar su candidatura emborronaron la previa a la Convención.

La "gira" ha visitado un total de 5 ciudades: Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Sevilla y Cartagena. El evento ha venido también marcado por algunas polémicas intervenciones realizadas durante la semana como la del expresidente francés, Nicolas Sarkozy, condenado por financiación ilegal un día después de ser alabado por Casado. O las palabras de Mario Vargas Llosa en referencia a que "los latinoamericanos votan mal". Resonó también la crítica de una ponente sobre la falta de mujeres invitadas en las ponencias de la Convención. 

Tampoco han pasado inadvertidas las referencias al "indigenismo" o las palabras del Papa Francisco en las que pedía perdón a México por los pecados cometidos por la Iglesia durante el Descubrimiento de América. El expresidente del Gobierno José María Aznar tomó el testigo de Ayuso, que había pronunciado palabras similares en EEUU, y criticó con dureza al "indigenismo", calificado como "nuevo comunismo". Ambos, además, se negaron a "pedir perdón" por la historia de España, en clara referencia al Papa. Casado también se sumó a ello en presencia del expresidente mexicano Felipe Calderón.

También por las continuas referencias a Vox, sin mencionarlos. Barones relevantes como Alberto Nuñez Feijoó o invitados internacionales como Donald Tusk le pidieron a Casado que se alejara de la ultraderecha. "En el PP no somos un partido xenófobo, insolidario y reaccionario. Eso se lo dejamos a otros partidos", destacó el presidente de la Xunta de Galicia. 

El secretario general del partido, Teo García Egea, acudió personalmente a Valencia el pasado miércoles para supervisar los espacios donde se celebrarán los actos el fin de semana. Desde allí transmitió que la estrategia de Casado en estos tres años ha sido aglutinar el voto en torno a una opción "moderada, firme, europeísta y de futuro". Además, los "principios y valores" del PP que han permitido formar los "Gobiernos de la libertad" en ayuntamientos y comunidades autónomas.

"En el PP tenemos muy claro lo que somos y los acuerdos que firmamos y no estamos dispuestos a dejar los principios a un lado a la hora de firmar acuerdos con cualquiera", añadió García Egea. Lo cierto es que hasta la fecha las alianzas con Vox han sido frecuentes pese a algunos desencuentros dialécticos.

La dirección nacional ha tratado de transmitir su apertura al debate de ideas y a hacer más transversal el proyecto. "Ensancharse", según han reiterado desde la dirección nacional. Por ello, algunas de las banderas políticas que se han tratado durante estos días han sido temas como su defensa del "feminismo liberal" o del medio ambiente. En ambos campos quieren dar la batalla cultural a la izquierda.

Apoyos de Aznar, Aguirre y Rajoy

Todo el partido se volcará durante dos días en este evento pensado para reforzar el liderazgo de Casado. A Valencia llegarán miles de afiliados, cargos públicos o simpatizantes. El día grande será el domingo, en la Plaza de Toros, un recinto muy simbólico para el PP por las victorias aplastantes obtenidas en otras épocas y que ahora quieren rememoras. Allí será cuando Casado profundice y se extienda sobre las líneas maestras de su proyecto. Antes que él también intervendrán María José Catalá, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia; Sebastian Kurz, canciller de Austria; Kyriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia y Carlos Mazón, presidente del PP en la Comunidad Valenciana.

Antes, el sábado, otro punto clave centrará la atención. En este caso, el lugar elegido es el Palau de las Arts. A las 13.00 tendrá lugar el esperado encuentro de presidentes autonómicos del partido. Todas las miradas serán para Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña es la única que no ha participado esta semana en la Convención por su comentado viaje a EEUU a pesar de que ofreció su colaboración de manera virtual. Génova se negó. 

Otros actos que tendrán lugar este sábado serán protagonizados por varios alcaldes del partido, los presidentes provinciales y los presidentes regionales. También está prevista la intervención de Ander Fogh Rasmussen, ex primer ministro de Dinamarca y ex Secretario General de la OTAN. El día se cerrará con las conclusiones de la Convención a cargo de los vicesecretarios. 

Desde el PP han intentado cerrar filas con su líder. Lo hizo Aznar, en Sevilla, quien de forma socarrona dijo "solventar la duda" tras desear que Casado fuera presidente. Tampoco faltó el expresidente Mariano Rajoy, en Santiago. Y de forma más sorpresiva apareció la expresidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Llamativa fue su presencia en la capital al lado de Casado tras las polémicas declaraciones en las que llamaba "niñatos" y "chiquilicuatres" a algunos cargos de Génova, apuntando, como publicó este medio, a una "operación Carromero". Todos los consejeros del Gobierno de Ayuso, así como alcaldes y otros cargos, tampoco faltaron a la cita en un día que abrió el alcalde de Madrid y portavoz nacional José Luis Martínez Almeida. 

Tampoco faltaron varios invitados internacionales. Incluso algunos externos como Alejo Vidal-Quadras (que clamó contra el Estado Autonómico ante la estupefacción de los presentes), José María Fidalgo o Juan Carlos Girauta, puestos como ejemplo de "ensanchamiento del partido" a pesar de su cercanía ideológica con los populares. 

El pulso madrileño todavía no ha terminado pero la dirección nacional espera que la presencia de Ayuso no eclipse el protagonismo de Casado. La foto de ambos juntos será, sin duda, una de las imágenes del fin de semana.