Como era de esperar, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado los presupuestos del PSC. Los comunes han votado en contra de las cuentas, tal y como decidieron las bases de Barcelona en Comú el pasado fin de semana por el "bloqueo" de Jaume Collboni a formar un gobierno municipal con las fuerzas progresistas del plenario.

Para salvarlos, el alcalde socialista se ha visto forzado a convocar un pleno extraordinario el próximo miércoles y a someterse a una cuestión de confianza. Para aprobarlos era necesaria una mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra, pero el resultado ha sido 15 "sí" por 26 "no".

El PSC solo ha recibido el apoyo de los concejales socialistas (10) y de ERC (5), que llegaron a un acuerdo presupuestario. TriasxBCN (11), BComú (9), PP (4) y Vox (2) han votado en contra. Los comuns también tumbaron hace unas semanas las cuentas de ERC y el PSC en el Parlament, lo que precipitó el adelanto de las elecciones catalanas del 12 de mayo. 

Collboni ha asegurado que "Barcelona tendrá presupuesto el 2 de mayo", cuando venza el plazo de la cuestión de confianza, que comenzará el próximo miércoles, momento en que se iniciará un periodo de 30 días para presentar una moción de censura.

Algo que con toda probabilidad no se producirá y entonces quedarán aprobados automáticamente los presupuestos. En los últimos años, este mecanismo se ha utilizado varias veces para sacar adelante las cuentas: Ada Colau, con el presupuesto de 2017 y 2018, y Xavier Trias, con el de 2014.

Un cheque en blanco contra nuestro modelo de ciudad

La clave para sacar adelante los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona, de nuevo, la tenían los comuns, que han votado en contra "después de que el Gobierno de Collboni no haya convocado ninguna mesa para negociar un acuerdo de mandato y de gobierno de ciudad con las tres fuerzas progresistas del pleno", tal y como vienen pidiendo desde que le invistieron como alcalde hace casi un año. 

La líder del grupo municipal de Barcelona en Comú, Ada Colau, ha justificado la decisión diciendo que "votar este presupuesto sería dar un cheque en blanco para que mañana mismo aprueben medidas contra nuestro modelo de ciudad".

"El presupuesto es la herramienta económica que debe hacer viable el modelo de ciudad y, a día de hoy, este modelo de ciudad no está claro", ha dicho. Al mismo tiempo, ha reprochado a Collboni que no quiera formar un gobierno con las fuerzas progresistas. 

"Si Collboni cambia de opinión y quiere explorar un pacto de izquierdas por la ciudad de Barcelona como quiere la mayoría de la ciudadanía, nosotros estaremos siempre disponibles y con la mano tendida, tal y como hemos demostrado hasta ahora", ha concluido. 

Un grave error

Collboni ha cargado contra Barcelona en Comú asegurando que "nunca había visto tanta irresponsabilidad junta en tan poco tiempo". Su actitud, ha dicho, "es un grave error" que sólo beneficia a "la derecha y la ultraderecha" y perjudica a los ciudadanos.

A su juicio, la actitud de "bloqueo" de Colau y de los comuns "ha llevado a tumbar tres presupuestos en los últimos días", pero no permitirá que "Barcelona se quede sin un presupuesto de 3.800 millones". Por eso, ha anunciado que activará el mecanismo para aprobarlo a través de una cuestión de confianza. 

Elisenda Alamany, de ERC, ha señalado que el presupuesto presentado es "muy bueno" y cumple las tres prioridades que reclaman: hacer de Barcelona una ciudad abierta y atractiva internacionalmente, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y mantener su carácter y singularidad.

En este sentido, ha afirmado que su partido trabaja siempre para la ciudad, y ha recordado a los comuns que en el anterior mandato también apoyaron sus presupuestos municipales sin exigir entrar en el gobierno. 

Al igual que los socialistas, Alamany también ha recriminado a los de  Colau que "es absurdo pedir gobiernos progresistas y tumbar los presupuestos progresistas que tienen a mano", como también han hecho en el Parlament, tumbando los presupuestos de ERC. La republicana ha advertido que "la ciudadanía está cansada de esta forma de hacer política" y del bloqueo.