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Aniversario de PodemosLos cinco años de transformación del ansiado asalto a los cielos
El 17 de enero de 2014 se presentó Podemos en el Teatro del Barrio. Fundadores y dirigentes reflexionan sobre el camino recorrido, la evolución del 'movimiento' en partido político y los retos que todavía tienen que abordar.
Beatriz Asuar Gallego
Madrid-Actualizado a
Es 17 de enero de 2014 en el barrio de Lavapiés. En el Teatro del barrio se reúnen centenares de personas. En el escenario está Pablo Iglesias: "Dijeron en las plazas que sí se puede y nosotros decimos hoy que podemos". Así puso nombre al proyecto en el que ya llevaba trabajando cinco meses un grupo de activistas e intelectuales. Días antes ya se conoció el espíritu de Podemos: los días 12 y 13 enero de 2014 se presentó el manifiesto 'Mover ficha'. Comenzó esta trayectoria de cinco años.
El partido y sus dirigentes han evolucionado mucho desde entonces: de la Puerta del Sol a los pactos en La Moncloa, pasando por la desaparición de fundadores y el impulso de nuevas caras, cambiando los lemas y adaptando la estrategia. Cada año ha pasado por multitud de momentos y fases: el primero fue todo ilusión. Varios de los dirigentes todavía no se creen cómo con la precariedad de los primeros meses consiguieron irrumpir en el mapa político. Son los tiempos de tomar el cielo por asalto. En el segundo llegó la reflexión, el desborde y las grandes batallas electorales. 2017 pasó por Vistalegre II y se enfrentaron a la mayor crisis interna del partido protagonizada por Iglesias y Errejón. Y el año pasado estuvo marcado por Catalunya, pero a principios de verano llegó lo que marcó el cambio: el triunfo de la moción de censura a Mariano Rajoy. "Este año sí va a ser el año histórico que llevamos tanto tiempo proclamando", afirmó una diputada de Podemos este día.
2018, además, ha sido el año en el que el liderazgo del partido ha pasado por otros dos grandes retos. El primero se dio con la polémica creada por la compra de la casa de Iglesias y Montero. El segundo, con las bajas de paternidad y maternidad de ambos líderes en plenas negociaciones con el Gobierno. Pero esto dio la oportunidad a que dirigentes que no estaban en primera línea política tuvieran más espacio. "En el partido asumimos las decisiones de forma colectiva", señalaron desde Podemos. Y demostraron que no hubo ninguna crisis por falta de liderazgo.
2014: "Si dábamos el paso, no había marcha atrás"
"Siempre tuve la sensación de que estábamos en una montaña rusa. Hacía mucha falta algo como lo que íbamos a construir. Si dábamos el paso, no había marcha atrás", reflexiona uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero. Fue un grupo muy pequeño de personas el que trabajó durante cinco meses en la presentación y en el proyecto; algunos de Jóvenes Sin Futuro, otros de Anticapitalistas y varios independientes pero ya activistas y de diferentes movimientos sociales. Entre los segundos estaban Miguel Urbán y Teresa Rodríguez. "Fue un momento vibrante con una precariedad increíble. Recuerdo un acto de presentación en Jaén al que acudimos Rodríguez y yo. Dormíamos en Córdoba y viajábamos para la campaña en BlaBlaCar", cuenta entre risas el eurodiputado. De esta forma señala que, cuando aún no eran conscientes, llegó "el desborde ciudadano" y la "autoorganización popular". "La gente se apropió del proyecto y lo hizo suyo", argumenta.
"Cuando aún no nos lo creíamos, llegó el desborde ciudadano y la gente hizo suyo
el proyecto"
El dominio de la escena televisiva — desde La Tuerka hasta El Gato al Agua — y la presencia activa en las redes sociales son algunos de los factores del desarrollo de Podemos. Después llegaron los círculos, las candidaturas municipales, las elecciones y las confluencias. Cinco millones de votos y 67 escaños en el Congreso. Podemos se convirtió en "una máquina electoral" en el primer Vistalegre, como señala Urbán. "Pasamos de ser un movimiento político a convertirnos verdaderamente en un partido. Algunos apostamos por mantenernos como un movimiento, favoreciendo el desborde ciudadano, más que en convertirnos en un partido al uso. Pero perdimos el debate, la gente decidió", resalta el eurodiputado.
Las tesis que ganaron en todos los Vistalegre fueron las de Iglesias. Público no ha conseguido contar con las valoraciones del principal líder que se encuentra de baja de paternidad ni de Montero, la número dos que ahora se encuentra al mando. Aunque el espíritu de su equipo es que estos cinco años han estado llenos de victorias: "Si algo ha demostrado Podemos es que es el partido del 'sí se puede'. Y lo ha hecho a pesar de los ataques de sectores políticos, mediáticos y económicos que nos decían que no se puede", destaca la diputada Ione Belarra.
El aprendizaje y la experiencia institucional
¿Cómo ha evolucionado la formación morada desde entonces? "Tenemos más experiencia y estamos preparados para afrontar cualquier reto. Al principio teníamos experiencia militante, laboral y muchas ganas. Ahora seguimos con ganas y tenemos experiencia institucional", señala el diputado Alberto Rodríguez. Esto también lo aprecia Pablo Echenique: "En los mítines de la primera campaña, la europea, Iglesias siempre decía que íbamos a gobernar mejor que el resto. Yo le decía que también estaba convencido de esto, pero que todavía no lo habíamos comprobado. Y ahora creo que en estos cinco años de vida hemos demostrado que era cierto; tanto en el Parlamento europeo como en el Congreso, en los parlamentos autonómicos y en los Ayuntamientos del cambio", explica.
"Ha sido una experiencia buena. Hemos modificado el mapa política del país, cambiado la agenda y demostrado que es posible que las cosas sean diferente: realizar cosas que a priori el estatus quo decía que era imposible. Hasta los adversarios han ido cambiando con el empuje democrático", considera el diputado Rafael Mayoral. A esto le suma que han ido madurando como formación política, se han "asentado" y "asumido" los ritmos institucionales y electorales. Pero destaca que hay que seguir mejorando para poner en el centro "la capacidad popular" y conseguir "que la gente haga política".
"Se pensaban que si acababan con uno de nosotros, acabarían con Podemos. Pero hemos demostrado que no es así"
Echenique también apunta que están "más fuertes". "Nos han golpeado mucho. Ninguna formación ha recibido ataques como nosotros con la fabricación de noticias falsas, la implicación de las Cloacas del Estado y 'medios de manipulación', asegura. Esto también lo destaca Monedero: "Fuimos ingenuos con la capacidad de dañar que tiene el sistema y no medimos la ira con la que nos iban a golpear. Nunca imaginamos que fueran hacer de la mentira su espacio de relación con nosotros. Con el tiempo me di cuenta que aguantamos porque no teníamos familia pero hubiera sido muy difícil hacerlo con un hijo al que un amigo le ha contado la última barbaridad que decían. Se pensaba que si acababan con uno de nosotros, acabarían con Podemos. Pero demostramos que no es así, que ni acabaron conmigo ni con el partido".
Romper con el bipartidismo y la moción de censura
¿Qué es lo que recuerdan como el principal hito del partido? Todos apuntan dos hechos: romper con el bipartidismo y la moción de censura que echó a Mariano Rajoy y al PP de La Moncloa. Aunque también destacan la primera moción impulsada por el grupo confederal en la que habló Irene Montero y "asombró al mundo", señala Rodríguez.
"Echar a Rajoy del Gobierno y sacar al PP de La Moncloa ha sido un hito clave porque decían que no se podía. El PP ejemplifica muy bien las últimas décadas de la política en nuestro país: parasitar instituciones y recortar los derechos... pero hemos demostrado que sí se puede. También hemos demostrado que se pueden mejorar las condiciones de vida de la gente, y lo estamos haciendo desde nuestra posición ahora con el pacto presupuestario y acuerdos como subir el Salario Mínimo Interprofesional", explica Belarra.
Para la diputada estos meses han tenido una mayor responsabilidad y carga emocional. Belarra asumió el puesto de Montero en el Congreso durante el cuidado de sus hijos. "Han sido unos meses difíciles al ver cómo compañeros pasan por momentos complicados pero creo que he sabido abordarlo con mucha responsabilidad, trabajo y esfuerzo. Además, me siento parte de una generación de mujeres de políticas jóvenes que está cambiando las cosas y ocupando espacios en los que no estábamos llamadas a estar", señala. Aunque la visibilidad en los primeros puestos es una de las tareas pendientes de Podemos, sí hay varias mujeres jóvenes que destacan entre sus filas además de Montero y Belarra como son Noelia Vera o Sofía Castañón. "Estamos demostrando que podemos".
Mientras que Urbán no es capaz de señalar ningún hecho concreto. Para el eurodiputado el mayor hito es el proceso: "Lo más importante es el grito de 'ya basta', una expresión política de una impugnación de un sistema en crisis y que genera desigualdad. El acierto fue darle salida". Lo mismo le ocurre a Echenique que no se decanta por ningún hito pero sí resalta, además de los ya comentados, los resultados de las elecciones europeas cuando sacan cinco eurodiputados "contra todo pronóstico", la entrada al Congreso que supuso un "hito cultural" al ofrecer una imagen de "decenas de personas normales que no van uniformadas y que por primera vez entraban en esa Cámara", la confluencia con IU y Equo y la negativa a facilitar un gobierno "de derechas" de Cs y PSOE: "Se nos intentó quebrar mediáticamente. Y la respuesta de nuestra militancia cuando sometimos el voto a las bases fue un hito democrático. Esto no lo pregunta ningún partido y nuestra militancia demostró altura de miras y, contundentemente, dijo que no íbamos a investir un gobierno neoliberal".
Ingenuidad, Vistalegre II y enfrentamientos internos
Otro aspecto en lo que casi todos los dirigentes coinciden es que el principal error del partido ha sido la interna. "En nuestro principal error no tengo duda: hacer públicos los debates internos. Además, la militancia de Podemos fue clarísima pidiendo unidad”, recuerda Rodríguez sobre Vistalegre II.
"Aunque pusimos vacunas para no parecernos a los demás, las ambiciones forman parte de la condición humana"
Aunque esta debilidad llegó mucho antes. Monedero cuenta que cuando salió de la dirección del partido, parte de los motivos no fueron sólo los ataques externos. También porque en las discusiones internas había quienes lo utilizaban para "intentar imponerse sobre los puntos de vista". "Una persona, de las que estuvieron desde el principio y que había sido mi alumna, vino a mi despacho en Princesa y me pidió que dimitiera para favorecer al partido. Le agradecí su honestidad y dije que lo pensaría pero, que si yo dimitía, irían a por el siguiente. Como ocurrió con Errejón. En Vistalegre II, después de abandonar la dirección y cuando archivaron todos los casos que iban contra mí, me acerque a él y le dije que me hubiera gustado que me hubiera llamado para disculparse. Hubiera sido un gesto honesto", desvela Monedero.
Esta historia más que una simple anécdota es un ejemplo de las "presiones de fuera" y "deslealtades internas". "La gente de podemos no dejamos de ser humanos. Aunque pusimos vacunas para no parecernos al resto de partidos, hay cosas de las que nos quedamos totalmente libres: las ambiciones forman parte de la condición humana. Y ahora desde fuera me siento mucho más fuerte para criticar ese tipo de comportamientos. Miro para atrás y esta voluntad del estatus quo de acabar conmigo que consiguió crear una figura novedosa que siempre digo en broma: un dirigente liquido, haciendo referencia a Zygmunt Baugman".
Pero, después de todas las rivalidades, Belarra considera que han "madurado mucho". "Hemos sido una formación muy joven y nos ha faltado madurez en la interna. Esto ahora lo estamos revirtiendo trabajando por la unidad. Tenemos que centrar todos nuestros esfuerzos en hacer políticas publicas para la gente, no desgastarnos en la interna". Un objetivo compartido por el resto de dirigentes, aunque todavía no se lleva siempre a la práctica en todas las direcciones del Estado.
El reto sigue: "Transformar la vida de la gente"
Para 2019 también hay cuentas pendientes. "Ganar en las elecciones, ser capaces de poner en el centro la vida de las personas y seguir profundizando en la participación política", indica Mayoral.
"Ganar las elecciones no es un objetivo, es un medio para transformar la sociedad"
Respecto a los retos concretos, Echenique expone que el primero es conseguir que los Presupuestos de 2019 se aprueben y que el Gobierno cumpla con lo que ha pactado en el acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El segundo también son las elecciones de mayo en las que considera que es "vital" que avancen posiciones en más Ayuntamientos y gobiernos autonómicos.
Como autocrítica, el secretario de Organización también reconoce otra tarea pendiente y es que no siempre son capaces de situar en la agenda pública los temas "que más afectan a la vida de la gente". "Hay muchos intereses económicos y políticos que quieren hablar de Venezuela, de confrontación de territorios o inexistentes avalanchas de inmigrantes para inyectar resignación y odio. Sentimientos que bloquean el progreso y mantienen el poder de las élites. Frente a esto no es fácil pelear pero es nuestra obligación hacerlo", considera.
Mientras que Belarra profundiza: "Ganar las elecciones no es un objetivo, es un medio. El objetivo es que mejoremos las condiciones de vida, como ahora hacemos con el acuerdo presupuestario. Eso lo que hemos querido siempre: transformar la vida de la gente".
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