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Juicio al PPLos 'charcos' que Cospedal no podrá sortear en su declaración como testigo en el juicio por los discos duros de Bárcenas
La exnúmero dos del PP con Rajoy, que jugó un papel decisivo para que Pablo Casado se hiciese con las riendas del partido, y que hoy está retirada de la política, testificará este jueves. También saldrá de la cárcel para comparecer como testigo el extesorero de su formación, Luis Bárcenas, el mismo que afirmó que los discos duros por cuya destrucción el PP se sienta en el banquillo contenían información sobre la caja B del partido, que además ha sido acreditada por la Audiencia Nacional.
Alejandro López de Miguel
Madrid--Actualizado a
A falta de las conclusiones de las partes, el plato fuerte del juicio en el que el PP se sienta en el banquillo de los acusados por la destrucción de los discos duros que utilizaba Luis Bárcenas se servirá este jueves. Desde las 9.45 horas, el juzgado de lo penal número 31 de Madrid acogerá la declaración del propio extesorero del PP y de la otrora todopoderosa secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. La también exministra de Defensa y expresidenta de Castilla de la Mancha, cuyo apoyo fue decisivo para la victoria de Pablo Casado en la pugna por el control del partido, en julio de 2018, se apartó hace meses de la vida pública, y pidió reincorporarse a su trabajo como abogada del Estado en el Tribunal Supremo.
Fuentes de las acusaciones populares vaticinan que la exnúmero dos del PP intentará mantenerse en las posiciones ya defendidas ante la Audiencia Nacional, en agosto de 2013 -la comparecencia que llevó a requerir los ordenadores al PP- y ante el Congreso de los Diputados, en mayo de 2018. No esperan novedades, sino que simplemente Cospedal intente evitar nuevos charcos.
Por su parte, las expectativas en lo tocante a Bárcenas, son aún más bajas: tras ver rechazada su solicitud para comparecer por videoconferencia, el extesorero saldrá de la prisión de Soto del Real, donde cumple condena por Gürtel, para personarse en el juzgado. Fue acusación particular en la causa hasta 2016, después desistió, y no es descartable que este jueves evite responder, al estar imputado en otros procedimientos.
Además del PP, acusado de un supuesto delito de daños informáticos, en el banquillo se sientan tres empleados del partido: son su extesorera y actual gerente, Carmen Navarro, el exresponsable de sus servicios jurídicos, Alberto Durán, y José Manuel Moreno, el responsable de informática que destruyó los discos duros por orden de Durán, según la juez instructora.
En la segunda sesión de la causa, que arrancó el pasado viernes -con la frustración del PP al no lograr evitar el juicio-, también están citados como testigos el cuñado del extesorero y exjefe de seguridad del PP, Antonio de la Fuente, y la secretaria del extesorero, Estrella Domínguez, y previsiblemente comparecerán también los acusados.
En cualquier caso, en una causa que el juez no ha querido retransmitir en directo, por streaming -como sí ocurrió con el juicio a la cúpula del procés- todas las miradas estarán puestas en Cospedal. Ella fue señalada señalada por Bárcenas como responsable de dar la orden de destruir los equipos -supuestamente contenían información sobre pagos de sobresueldos a ella misma y a otros dirigentes de la formación, si bien la exnúmero dos del PP lo niega. y este jueves podría reeditar algunas de las siguientes medias verdades o incongruencias.
Lo que se hizo con los discos duros fue “un reseteo”
La sobreescritura de 35 pasadas, el rallado y la destrucción física de los discos duros, para después arrojarlos a la papelera, fue descrita por Cospedal, como “un protocolo nacional e internacional” para eliminar información, durante una entrevista en La Sexta Noche, en marzo de 2016. En su comparecencia ante el Congreso de los Diputados, ante la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP, se refirió a la destrucción de los discos duros como un “reseteo” o “formateo”.
“Se hizo el formateo que tuviera que hacer el informático, como está en el procedimiento de mi partido y de todas las empresas del mundo”
“Al igual que ocurre en todas las empresas, el informático del partido hizo el procedimiento que se hace siempre en todas las empresas —no sé si se llama reseteo o como se llame—para que ese ordenador fuera utilizado por otras personas. Se hace en todas las empresas cuando un ordenador es de tu propiedad”. “Se hizo el formateo que tuviera que hacer el informático, el que él consideró, como está en el procedimiento de mi partido desde hace mucho tiempo y de todas las empresas del mundo”.
Obviando el hecho de que un ordenador no puede funcionar sin disco duro, y de que el Partido Popular entregó uno de los dos ordenadores vacío, sin disco duro, el juez debe aclarar si el PP destruyó pruebas deliberadamente. El propio partido ha llegado a reconocer que fue un paso más allá de la simple sobreescritura de los discos duros, como también lo ha hecho la juez instructora.
“La información fue destruida a conciencia mediante el sistema de borrado más drástico, el de sobreescritura de 35 pasadas y rallado hasta su destrucción física”, resalta la juez del juzgado de Instrucción número 32 de Madrid, Rosa María Freire, en su auto de transformación de diligencias en procedimiento abreviado, fechado el 26 de julio de 2016.
“Los empleados cumplieron su obligación”; “no valía para la justicia"
El PP se sienta en el banquillo como supuesto responsable de un delito de daños informáticos, los tres empleados del partido con los que se sienta suman a este delito una acusación por encubrimiento, pero Cospedal ha defendido hasta la fecha que los empleados del PP “cumplieron con su obligación”. En el Congreso, en una sesión en la que reversionó la condena al PP como partícipe a título lucrativo por Gürtel -mayo de 2018-, y se permitió reinterpretar partes de la sentencia, Cospedal repitió, como hiciera ante la Audiencia Nacional, que ella no dio la orden de eliminar esta información.
“Me ha preguntado su señoría: ¿Usted ordenó o hizo algo? Es que no tenía que hacer nada. Ellos cumplieron con su obligación, como hacen los responsables en todas las empresas.” “Su obligación, señoría, era organizar un material del partido que no había valido ni valía para la justicia, tal y como se había acreditado —porque los ordenadores se pidieron después, bastante tiempo después—, para que se pudieran utilizar por otra persona”. Nada ha podido ser acreditado, y por eso el PP está en el banquillo.
“No había nada en los discos duros”
En la misma comparecencia en la Cámara Baja, Cospedal se refirió a los ordenadores como “material del partido que no había valido ni valía para nada”. “No había nada. Y ya no había nada porque no había nada o nada que tuviera que ver con Bárcenas porque él mismo dijo ante el juez: Traigo aquí —también aparece en las declaraciones de Bárcenas ante Ruz— el pendrive con la copia de todo lo que había en mis ordenadores”.
La juez: "No ha resultado acreditado, como se dice, que dichos ordenadores estuviesen vacíos". "El único testimonio" a este respecto es el del informático que los borró,"que dijo hallado ningún archivo". "Es un argumento exculpatorio"
“Y antes de irse, según él mismo reconoce, les cambia el disco duro [a sólo uno de los ordenadores], lo que él tuviera, él sabrá lo que tenía. Les cambia el disco duro y al juez Ruz le dice que todo lo que contenían esos ordenadores lo presenta en el juzgado. Al juez Ruz le dice: Señoría, aquí está todo lo que había en mis ordenadores. Con posterioridad, mucho tiempo después, con motivo de mi declaración, el abogado del señor Bárcenas solicita al juez Ruz que los ordenadores sean llevados a la causa, cuando durante cuatro años nadie los ha reclamado, nadie. Claro, nadie los había reclamado porque Bárcenas ya había dicho que no tenían nada”, sostuvo Cospedal.
Para empezar, el PP ha puesto en tela de juicio hasta el hecho de que Bárcenas sacase los datos con un dispositivo USB, ya que el equipo en cuestión carecía de este puerto -si bien esto no es requisito indispensable para extraer la información-. Además, el auto de la juez instructora afirma que “no ha resultado acreditado, como se dice, que dichos ordenadores estuviesen vacíos, es decir, que no contuviesen ningún archivo”.
“El único testimonio” a este respecto, según la juez, es el ofrecido por el “investigado señor Moreno”, que dijo no haber “hallado ningún archivo”. “Es un argumento claramente exculpatorio, ab initio, que se ve claramente contradicho por el usuario durante años de los referidos elementos informáticos, el señor Bárcenas, y que es contrario a la lógica de las cosas”.
"Podían contener información importante". "Esta evidencia no pudo pasar desapercibida para los responsables del PP investigados en esta causa, pese a lo cual, o quizás por ello, impidieron, indiciariamente, su acceso a la causa"
De hecho, según Bárcenas, los ordenadores contenían importante información sobre la contabilidad B del partido: “La información contenida en los ordenadores podría ser muy relevante, no sólo para la defensa del Sr Bárcenas, sino para la investigación”, sostiene la juez “y esta evidencia no pudo pasar desapercibida para los responsables del PP investigados en esta causa, pese a lo cual, o quizás por ello, impidieron, indiciariamente, su acceso a la causa”. “No existen razones fundadas para dudar de su testimonio acerca de lo que almacenaba en los discos duros de sus ordenadores” reza el auto.
También recuerda que Bárcenas “protegía, [la sala que utilizaba] adoptando medidas de seguridad, hasta el punto de que cerraba con llave y no permitía su apertura, ni siquiera para su limpieza, sin que él estuviese presente y lo autorizase”. “No tenía ningún elemento para sospechar que le fuese impedida la entrada sin previo aviso, de un día para otro, y por tanto el acceso a sus elementos de trabajo de los últimos años, carece de sentido que los hubiese vaciado”.
No sabía “lo que Bárcenas trabajaba o dejara de trabajar” en cuatro años
En su declaración ante Ruz, y posteriormente en el Congreso, Cospedal, que aseguró que la famosa “indemnización en diferido” fue acordada entre Bárcenas y el presidente del partido, Mariano Rajoy, dijo no saber siquiera qué hacía el extesorero entre 2009 y 2013, cuatro años en los que tuvo acceso a Génova, hasta que le fue impedido el acceso a la sede: “Yo no sé lo que trabajaba o dejara de trabajar”. “Yo le diré sinceramente, yo no lo vi nunca, creo que aparecía de vez en cuando, sí, creo que aparecía de vez en cuando, de vez en cuando iba a ver a algunas personas, pero yo le puedo asegurar que no lo vi nunca, ¿y qué hacía? Pues le tengo que decir que tenga que ver con el Partido Popular, nada, nada”.
Según Cospedal, su despacho servía "para dejar sus cajas y sus archivos y sus documentos hasta que se los pudiera llevar a algún sitio". Fueron cuatro años
Según declaró Cospedal ante la Audiencia Nacional, Bárcenas usaba “una sala” –“No lo llamaría un despacho”-, “puntualmente” utilizaba un vehículo “cuando lo pudiera necesitar por razones extraordinarias”, y disponía de esta sala, “para dejar sus cajas y sus archivos y sus documentos hasta que se los pudiera llevar a algún sitio”.
El auto recoge que ese “hasta que se los pudiera llevar” a algún sitio vienen a ser cuatro años, y este hecho ya era conocido por Cospedal en su comparecencia ante la Audiencia Nacional, en agosto de 2013. La “sala” no se desalojó hasta el 18 de febrero, y de ella se extrajeron objetos para llenar 27 cajas, y hasta “un trineo”. Lo cierto es que esa “indemnización en diferido” se plasmó en un sueldo de más de 20.000 euros mensuales”, que la sala “era utilizada en exclusiva por Bárcenas”,”varios días a la semana”, y que cerraba con llave “durante su ausencia”, sin permitir siquiera su limpieza “más que cuando él estaba delante”, “quizás consciente de la comprometida información que guardaba”, reza el auto.
“Los ordenadores eran del PP”
Cospedal remarcó en su comparecencia en el Congreso que los ordenadores estuvieron varios años en la sede sin que la justicia los requiriera, si bien estos fueron requeridos cuando Bárcenas señaló que contenían información sobre la caja B. El argumento para defender que el extesorero no tuviera acceso a estos equipos cuando lo reclamó fue que pertenecían al PP.
Cospedal obvia la reprimenda de la juez al PP por no tener inventario en su sede: "Se funciona con la presunción de que lo que hay en su interior 'es del partido"
Cospedal se acogió así a un auto del juzgado de instrucción número 21 de Madrid, que en abril de 2013 dictó el sobreseimiento de la causa judicial abierta a raíz de la denuncia del supuesto robo de los ordenadores por parte del PP, interpuesta por Bárcenas. En ningún caso este auto establece que los ordenadores fueran del PP, sólo que Bárcenas no ha logrado acreditar su titularidad -y que por tanto que no cabía continuar con el proceso por un supuesto robo o hurto-.
“Esos ordenadores a mí siempre me han dicho que eran ordenadores del partido, como hay en muchas salas y en muchos despachos”, dijo Cospedal ante la Audiencia Nacional. “Cuando Bárcenas terminó su relación con el Partido Popular, mucho tiempo atrás, intentó llevarse esos ordenadores, que no eran suyos, y reclamó ante un tribunal diciendo que eran suyos y el Partido Popular ganó ese pleito diciendo que Bárcenas no acreditaba que esos ordenadores que fueran suyos. Y un tribunal dijo que eran propiedad del Partido Popular”, afirmó en el Congreso.
Obviaba, una vez más, que la juez instructora reprendió en su auto al PP por “no haber establecido un modelo de gestión adecuado para impedir la comisión de este delito [daños informáticos], toda vez que todavía en fechas actuales [2016] no existe un inventario de los elementos informáticos existentes en su sede, se funciona con la presunción de que lo que hay en su interior ‘es del partido’”. También que la jueza recordó que Bárcenas “negoció arduamente su entrega, primero a través de su abogado, después mediante un requerimiento a la tesorera por burofax”, y, en última instancia, mediante la denuncia que fue sobreseída.
Dijeron que los borraron para reutilizarlos; nunca ocurrió
La versión del PP de entonces, reeditada por Cospedal ante el Congreso, pasaba por afirmar que los discos duros habían sido borrados -obviando su destrucción- para su posterior reutilización. La propia exnúmero dos del PP reconoció ante comisión de investigación que esa posterior utilización nunca llegó: el único disco duro que sobrevivió a la destrucción nunca fue reasignado, como también recoge el auto de Freire.
“Lo que hicieran era para dejarlo preparado para que fuera utilizado por otra persona, que después poco se ha utilizado, según he podido saber yo —porque esa declaración es posterior— porque ya eran ordenadores muy viejos”, sostuvo.
Los “martillazos y el “montaje para perjudicar al PP”
"Son cosas de Bárcenas y su abogado, pero es absolutamente falso. Todo esto es un montaje de Bárcenas para perjudicar al Partido Popular".
En definitiva, Cospedal se sirvió de su comparecencia en el Congreso para negar la mayor sobre el caso de los ordenadores, y hasta la existencia de la caja B del PP, ya acreditada por la Audiencia Nacional en la sentencia de Gürtel. La entonces ministra de Defensa y secretaria general del PP dijo desconocer cuántas veces fueron sobreescritos los discos duros –“No se lo puedo decir porque no soy la informática del partido ni soy especialista”-, pero sí insistió en que en ningún caso se destruyeron a martillazos -una palabra que, por cierto, no aparece en el auto de la instructora-.
La explicación de todo el caso y del juicio en el que su partido se sienta ya en el banquillo, pasaba, según Cospedal, por el “montaje” urdido contra el PP, la misma estrategia seguida por Mariano Rajoy y su cúpula en 2009, cuando se conocieron las investigaciones sobre Gürtel, la trama que les desalojaría de La Moncloa vía moción de censura: “Es una trama contra el PP”, prometió entonces el presidente del PP.
“El señor Bárcenas y su abogado hacen un montaje para perjudicar al Partido Popular —así lo considero yo— y dicen que de pronto se han acordado de que en esos ordenadores había muchísimas cosas, después, repito, de que los mismos hubieran sido preparados para ser reutilizados por otras personas del partido”. “Son cosas de Bárcenas y su abogado que con eso han querido perjudicar al Partido Popular, pero es absolutamente falso porque todo esto es un montaje de Bárcenas para perjudicar al Partido Popular”.
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