El Senado ha sido testigo del primer desencuentro público entre Pedro Sánchez y el independentismo tras el fracaso de los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso y el adelanto electoral anunciado por Sánchez. El presidente ha protagonizado un duro cruce de reproches con el portavoz adjunto de ERC en el Senado, Joaquim Ayats, a cuenta de la ruptura de las negociaciones para resolver la crisis territorial en Catalunya, durante la sesión de control al Gobierno.

Ayats ha acusado este martes al Ejecutivo de hacer "un juego electoral" con las negociaciones y ha asegurado que Sánchez rompió las negociaciones por "miedo" a la ultraderecha y a los barones de su propio partido. "Ustedes nunca quisieron dialogar, ustedes no quieren resolver la crisis en Catalunya; quieren vivir de la crisis en Catalunya. Ustedes vivían mucho mejor con el Gobierno del PP", le ha espetado el presidente al senador de ERC.

Para Sánchez, es un "planteamiento infantil" acusar al Ejecutivo socialistas de haberse levantado primero de la mesa de negociación, cuando, a su juicio, la cuestión de fondo es que los partidos independentistas y el Govern "no quieren negociar". "Han pedido a este Gobierno cosas imposibles. No se han tomado en serio los espacios de diálogo y negociación. No han abierto un diálogo sincero con el Gobierno de España para alcanzar una solución real y constitucional".

Ayats ha insistido en que fue Sánchez el que rompió el diálogo "mediante un Whastsapp y de forma unilateral". "No tienen agallas para resolver el conflicto. Quieren ganar las elecciones y hacer una demostración de fuerza ante sus barones monárquicos". El presidente ha descartado una cesión ante la presión de la derecha y ha afirmado que el partido que ha cedido es ERC, ante los "sectores más radicales" del independentismo.

"La valentía es sentarse en una mesa de diálogo. Continuar con el viaje a ninguna parte del independentismo no es ser valiente. Les va a ocurrir lo mismo que al PDeCAT, van a ser devorados por el tigre del independentismo", ha insistido Sánchez.

También se ha medido el presidente del Gobierno con el portavoz del PP en la Cámara Alta, Ignacio Cosidó, que ha utilizado, como en otras ocasiones, la inmigración para criticar al Ejecutivo. "La llegada de inmigrantes irregulares se ha multiplicado por tres. Ha convertido a España en la principal puerta de llegada de inmigración irregular a Europa".

"Es difícil en ocho meses de Gobierno hacer más daño a España del que usted ha hecho con su relator, sus pseudocumbres bilaterales, sus mesas de partidos al margen del parlamento… No solo ha humillado a millones de españoles, ha indignado usted a muchos socialistas", ha dicho Cosidó, que ha augurado la derrota del PSOE en las elecciones generales.

"Tendrá mucho tiempo para escribir, pero de verdad"

"Tras el 28 de abril usted no podrá dar la cuarta vuelta al mundo, y tendrá que tomar decisiones tan trascendentes como elegir el color de su alcoba. Tendrá mucho tiempo para escribir, pero escribir de verdad. Le sugiero dos títulos: Historia de una traición y Manual del incompetente", le ha espetado al presidente, que ha defendido la "moderación y la construcción en positivo" frente a la "crispación y el insulto" que, a su juicio, representa el PP.

"Entendemos la Constitución como una carta de derechos y libertades y no como una carta punitiva, como hacen ustedes. Defendemos una España no retrógrada, como la foto de Colón que representa la involución. Tienen un sentido patrimonialista del poder y así le va a usted, señor Cosidó", ha zanjado Sánchez.

El ambiente preelectoral se dejó sentir hasta en la pregunta de Unidos Podemos, uno de los principales socios del Gobierno en estos ocho meses y también uno de los principales impulsores de la moción de censura. La portavoz del grupo confederal en el Senado, Pilar Garrido, ha asegurado que el Ejecutivo "no ha estado a la altura de las circunstancias". "SI usted ha sido presidente ha sido por el trabajo de este grupo y por la existencia de una mayoría progresista en el Congreso que le ha apoyado. Y, sobre todo, por una mayoría que ya empujaba una nueva España en la calle: las mujeres del 8M, los pensionistas… nos sentimos defraudados porque usted no ha sido capaz ni de cuidar ni de sostener esa mayoría"

Garrido ha acusado a Sánchez de "no ser un presidente valiente" y de no tener "un proyecto para nuestro país". "Entiendo que estamos en precampaña y que quiere distanciarse del PSOE. Pero yo quiero darle las gracias a su grupo por ayudar a sacar muchas de las leyes que hemos sacado", ha respondido el líder del Ejecutivo. Garrido ha asegurado poner en valor las palabras de Sánchez, pero ha defendido que a esas palabras no le siguen los hechos: "Pregúntele a los desahuciados y a los inmigrantes enfermos de cáncer".

El presidente sí que ha entrado en esta ocasión al debate con la portavoz de Unidos Podemos y ha sacado pecho de las reformas llevadas a cabo durante su mandato: "Habrá que preguntarle a los pensionistas a los que hemos subido las pensiones por encima del coste de la vida, o la recuperación de la Sanidad universal,  o el impulso al pacto de estado contra la violencia de género, o a los beneficiarios del bono térmico. Agradezco su buena voluntad a pesar de la discrepancia por la cercanía de las elecciones", ha concluido Sánchez.

Cuando el presidente, tras contestar a las preguntas de la sesión de control, abandonó el pleno de la Cámara Alta, los senadores del PP comenzaron a abuchearlo, lo que motivó la intervención del presidente del Senado, Pío García-Escudero, para llamarle la atención a los parlamentarios.