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Cártama, el talismán de Pedro Sánchez al que se encomienda Juan Espadas
En este municipio de arraigo socialista ha gobernado el PSOE en todas las legislaturas (sustituido en algunos momentos puntuales por la oposición) desde que en el año 1987 le robara la alcaldía al PCE.
Cártama (Malaga)-Actualizado a
Algo antes del mediodía del 13 de mayo del 2017, un Peugeot 407 llegaba a Cártama. Era el coche que, meses antes, en una entrevista con Jordi Évole, se había comprometido a conducir Pedro Sánchez para recorrer "hasta el último rincón de España" y convencer a la militancia de que debía volver al despacho noble de Ferraz, del que había sido defenestrado en las semanas previas. Hubo un asesinato en el Comité Federal del 1 de octubre del 2016.
Y es que este pueblo del interior de la provincia de Málaga fue talismán de Sánchez. Municipio de arraigo socialista, ha gobernado el PSOE en todas las legislaturas (sustituido en algunos momentos puntuales por la oposición) desde que en el año 1987 le robara la alcaldía al PCE. Desde el año 2015, el alcalde es Jorge Gallardo, un sanchista solitario en medio de la marea susanista que era la Andalucía del 2017. "Querido Jorge, recuerdo en 2017 el acto que hicimos en el proceso de primarias. Siempre me ha traído buen rollo Cártama", recita el hoy presidente del Gobierno.
Sánchez vuelve sobre sus pasos y premia con visitas a quien le fue fiel entre traiciones. Así, también el pasado 27 de mayo participaba junto a Juan Espadas en un acto de precampaña, en la localidad sevillana de Dos Hermanas, lugar donde anunció oficialmente que se presentaba a las primarias contra Susana Díaz en aquel convulso 2017. Y es que su histórico alcalde Francisco Toscano fue otro de los pocos andaluces que levantó la voz contra Díaz y empujó desde el principio a Sánchez hacia el regreso al liderazgo.
Volviendo a Cártama, donde casi llega algún soplido de brisa de la Costa del Sol este 11 de junio, en lo alto de una colina se encuentra el Auditorio del Parque Santo Cristo. Allí, unas 2.500 personas vitorean a los líderes socialistas presentes en el acto central de esta campaña. Están las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Ciencia, Diana Morant.
Lejos quedan los multitudinarios actos del PSOE de Andalucía, las plazas de toros llenas, los polideportivos... No son tiempos de excesos políticos, y la izquierda andaluza parece saberlo bien. La ola de calor tampoco ayuda a aguantar soliloquios al sol.
"Aquí nos conjuramos", expresa Juan Espadas desde el escenario. Y es que, para el actual secretario general del otrora todopoderoso socialismo andaluz, el alcalde cartameño también es su talismán. Gallardo fue quien levantó la voz en el Comité Federal del PSOE de enero del 2021 para reclamar un cambio en el PSOE-A. Díaz estaba empeñada en repetir como candidata a la junta y Gallardo pidió una alternativa. Allanó, así, el camino para que Espadas se presentara a unas primarias que ganó y fue proclamado futuro candidato a la Junta.
Espadas habla de juventud. Y a los jóvenes les promete generar empleo, facilitarles más formación y acceso a la vivienda si llegara al Palacio de San Telmo. "Andalucía es socialista y el 19 de junio algunos se van a llevar un mal rato", vaticina el candidato. El exalcalde de Sevilla da lo mejor de sí mismo en esta campaña que traspasa ya su ecuador. Los socialistas repiten, como un mantra, que las encuestas fallarán, que ganarán las elecciones, claro.
Sánchez aprovecha el atril para hacer algunos anuncios de cara al próximo Consejo de Ministros: blindarán la sanidad pública para que no pueda ser privatizada por las Comunidades Autónomas de las derechas y promete un plan de salud bucodental.
"Siempre me he sentido orgulloso del socialismo andaluz", culmina su discurso, el presidente. Tiene guasa que él lo diga. O, quizás, quiere aprovechar la campaña para cerrar viejas heridas. El pasado se ha convertido en obsesión para Sánchez, hacer las paces con su partido, tal y como se pudo ver en el Congreso Federal del PSOE celebrado en València el pasado mes de octubre.
Hacen mutis los intervinientes. Contrasta con el inicio del acto, la entrada al recinto, desde atrás, para saludar a cuanto más público mejor. Me cuentan que esto es una herencia de las primarias de Pedro y Susana, cuando querían evidenciar los apoyos de la militancia, la cantidad de gente que participaba en cada uno de sus actos.
Finaliza la conjura de Cártama. El público se agolpa en la barra, hay paella y bebida gratis. Los candidatos desean que no suceda lo que cantaba otro andaluz, Joaquín Sabina: "Al lugar donde se has sido feliz no deberías tratar de volver".
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