Este artículo se publicó hace 6 años.
Matanza de AtochaCarmena recuerda el "dolor insuperable" de la matanza de Atocha y exige que el ultra detenido en Brasil cumpla toda su condena
Pedro Sánchez celebra la detención del ultra García Juliá, uno de los autores del asesinato de los abogados laboralistas en 1977. Condenado a 193 años de prisión, huyó de España durante un permiso en 1992. Ahora ha sido detenido en Sao Paulo
Madrid--Actualizado a
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que en 1977 formaba parte del despacho de abogados laboralistas de Atocha pero no estaba allí en el momento de la matanza, se ha referido hoy a la detención de Carlos García Juliá en Brasil manifestando que "lo mejor que puede pasar es que el círculo de la justicia se cierra".
Carmena ha recordado que García Juliá, "condenado por el asesinato de sus compañeros, se había fugado de la justicia", y ha considerado que el cumplimiento de las sentencias, sobre todo en asesinatos como el de la matanza de Atocha, de tantas personas y en "aquellas condiciones es completamente necesario, no solo por lo que significa cumplir el ciclo de la justicia sino porque hay que pensar en el dolor de las víctimas".
Un dolor "absolutamente insuperable que hizo que aquellos compañeros de despacho, todos jóvenes entonces, no hayan podido vivir. Sus vidas les segaron García Juliá y otras personas como él", ha añadido en un mensaje de audio.
Sánchez: "La democracia siempre vence a sus enemigos"
El presidente del Gobierno ha celebrado la detención en Brasil de García Juliá. "Hemos conocido la detención en Brasil del ultra Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha. El fascismo quiso poner de rodillas a la Democracia. Pero la Democracia y la Justicia siempre vencen a sus enemigos", ha afirmado Pedro Sánchez en Twitter.
Carlos García Juliá fue condenado a 193 años de prisión como autor material de cinco asesinatos en el despacho de los abogados laboralistas. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional lo condenó en 1980 por formar parte de un "grupo activista e ideológico, defensor de una ideología política radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en España".
Huyó durante un permiso otorgado en 1992 y cinco años después fue localizado en una prisión de La Paz (Bolivia) por un asunto de tráfico de drogas. Las investigaciones apuntaban a que los beneficios de la compra-venta de droga iban destinados a financiar grupos parafascistas.
La Audiencia Nacional ha mantenido abierto la petición de arresto para García Juliá al objeto de que cumpla en España los más de 3.800 días (poco más de diez años) que tiene pendiente de prisión después de que se le revocara la concesión de libertad provisional.
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