Este artículo se publicó hace 14 años.
Bono propone reformar la Ley Electoral para reducir el poder de los partidos
El presidente del Congreso apuesta por dotar de más poder a los ciudadanos
El presidente del Congreso, José Bono, es partidario de llevar a cabo una amplia reforma de la actual ley electoral que dé más peso al voto de los ciudadanos y reduzca el poder que tienen las direcciones de los partidos políticos en la confección de las candidaturas.
Bono, en una entrevista en el diario El Mundo, explica que esta reforma legal no debería tener como objetivo "castigar a los nacionalistas o beneficiar a los comunistas, sino acercar a electores y elegidos".
"Sería conveniente que las cúpulas de los partidos redujeran el poder que tienen en materia electoral, que no es poco", opina.
A su juicio, "para ser diputado, debería ser más eficaz llevarse bien con quien vota las candidaturas que con quien las confecciona", lo que contribuiría de paso a "prestigiar" a la clase política.
Más allá de las listas abiertasBono cree que habría que ir más allá de las listas abiertas, que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), vigente desde 1985, aplica ya a la elección de los senadores.
Bono plantea combinar listas nacionales con distritos
Plantea combinar listas nacionales con distritos en los que se elija a un solo diputado -uninominales-, como ocurre en el Reino Unido, con el fin de establecer un mayor vínculo entre el votante y el diputado.
No obstante, abre la puerta a cualquier otro sistema que otorgue "más autonomía a los electos".
Reforma de la ConstituciónEl presidente del Congreso defiende también que se reforme la Constitución "cuanto antes" para resolver el asunto de la discriminación hacia la mujer en la sucesión de la Corona.
Considera que sería posible acometer este cambio en la presente legislatura, "siempre que no abriera un debate sobre la forma de Estado".
"Mi miedo es que, en vez de resolver problemas que tenemos, nos dediquemos a buscar problemas donde no los hay", apunta.
Respecto al Estatuto de Catalunya, admite que "una sentencia tardía no es positiva", aunque el Estado de derecho "no se pone en peligro por un retraso", y pide que "el árbitro debe ser respetado", en alusión al Tribunal Constitucional.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.