Este artículo se publicó hace 2 años.
Benedicto XVI pide perdón por los abusos sexuales que tuvieron lugar bajo su responsabilidad
El exalto cargo eclesiástico se ha pronunciado tras hacerse público un informe sobre los abusos sexuales ocurridos en Alemania por parte de obispos y curas de la Iglesia Católica.
Madrid--Actualizado a
El papa emérito, Joseph Ratzinger, de 94 años, se ha disculpado este martes por los abusos sexuales cometidos durante su mandato. Lo hacía en una carta publicada tras la divulgación de un informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania, donde se le acusaba de ser conocedor de los casos de pederastia investigados.
"Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón", subrayaba Ratzinger en la carta que ha hecho pública en varios idiomas.
En este sentido, el papa emérito ha querido defenderse y asegura que nunca supo que había sospechas de pederastia sobre un sacerdote que fue alojado en la archidiócesis mientras él era arzobispo de Múnich, pese a que el informe establece que Benedicto XVI no tuvo "ningún interés" en actuar contra los clérigos que supuestamente cometían abusos.
Una trama de abusos encubiertos
Los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia Católica están hoy a la luz del día. En estas últimas semanas, se han iniciado, por ejemplo en España, una serie de procesos jurídicos para investigar posibles casos de pederastia en las instituciones católicas. Otros países como Alemania también llevan varios años indagando en el asunto.
Entre dichas investigaciones, una de las más destacadas ha sido la llevada a cabo por un equipo independiente de abogados en Múnich, que desveló 497 casos de abusos a menores cometidos por 173 sacerdotes en el país, el pasado 20 de enero.
Lo llamativo del informe es que acusaba al papa emérito de encubrir, durante el periodo en que ejerció como arzobispo en la capital bávara, entre 1977 y 1982, a cuatro de los sacerdotes que cometieron los abusos. Dos de ellos sancionados penalmente pero a los que se les permitió seguir trabajando como pastores.
En un principio, Ratzinger negó absolutamente todas las acusaciones, incluida la de estar presente en la reunión en la que se habló del traslado de uno de los sacerdotes acusado de sucesivas agresiones a menores en 1980.
Posteriormente, cuando se pudo comprobar la participación del clérigo en dicha reunión, Ratzinger cambió la versión de los hechos y afirmó que, aunque estuvo presente en calidad de arzobispo, no se abordó ese asunto y repitió que él desconocía lo ocurrido.
La sospechosa sucesión de palabras malinterpretadas
Este martes, el equipo del papa emérito ha hecho públicos dos documentos: la carta personal de Ratzinger y un informe firmado por asesores expertos.
Ambos papeles niegan las acusaciones de "mentiroso" y "encubridor" esgrimidas hacia Benedicto XVI y se justifican apelando a una sucesión de malos entendidos. Sin embargo, los investigadores mantienen su versión y le recriminan haber sido conocedor de los casos y no haber actuado.
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