Ayuso, un banquero corrupto y el lobista de Altri: ¿qué puede salir mal en este debate sobre el poder?
Sargadelos, la empresa de cerámica para la que trabajó la pareja de Feijóo, reúne en un foro a la presidenta de Madrid, al exministro José Blanco, al estafador Mario Conde y al expresidente de Prisa Juan Luis Cebrián.
A Coruña--Actualizado a
Las cerámicas de Sargadelos fueron durante décadas el símbolo pop de la identidad cultural y nacional de Galicia. Sus vajillas, estatuillas, joyas y amuletos, basados en los diseños del Laboratorio de Formas que pusieron en marcha a mediados del siglo pasado un grupo de artistas e intelectuales nucleados en torno a Isaac Díaz Pardo y Luís Seoane, modernizaron la tradición ceramista patria, vinculándola a la actividad editorial y a la promoción del gallego en plena dictadura. Se convirtieron en una referencia singular y exclusiva de la galleguidad. En los últimos años el actual propietario de la compañía le ha dado la vuelta sin embargo a todo ese legado, de una forma que sus antecesores jamás podrían haber imaginado ni en el peor de sus terrores nocturnos.
La Fundación Sargadelos, ligada a la empresa que preside hoy Segismundo García, organiza anualmente un foro de debates cuyos ponentes serán este año la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el exministro socialista José Blanco; el expresidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y el exbanquero Mario Conde. El leit motiv del ciclo de ponencias, que se celebrará entre enero y febrero en Ribadeo (Lugo), es Iniciativa privada y poder público. El año pasado, bajo el reclamo El Estado: súbditos o ciudadanos, el evento reunió al exdiputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros, al exvicepresidente socialista del Gobierno Alfonso Guerra, a su homóloga por el PP Soraya Sáinz de Santamaría, y a la exalcaldesa de la capital del Estado por Más Madrid, Manuel Carmena.
Mario Conde era presidente del Banco Español de Crédito (Banesto) cuando fue intervenido por el Banco de España en 1993, a raíz de una trama corrupta por la que fue condenado en 2002 por el Tribunal Supremo a 20 años de cárcel por estafa y apropiación indebida. José Blanco lidera junto al exministro del PP Alfonso Alonso la firma de consultoría Acento, especializada en hacer lobby ante las administraciones y contratada por la multinacional portuguesa Altri para allanar en Santiago, Madrid y Bruselas el aterrizaje de su proyecto para construir una fábrica contaminante de celulosa en Palas de Rei (Lugo), su localidad natal.
El discurso de la extrema derecha
En cuanto a Juan Luis Cebrián, es miembro del Grupo Bildeberg, que reúne a las 130 personalidades más influyentes del planeta entre millonarios y CEOs. Fue director de El País entre 1976 y 1988 y presidente de su grupo editorial, Prisa, cuya presidencia honoraria le fue retirada tras su fichaje por The Objective, uno de los diarios digitales al que los cazadores de bulos atribuyen la distribución de noticias falsas. Como las que fundamentaron la denuncia de Manos Limpias contra Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, y que a su vez nutren el discurso ultra de líderes de extrema derecha como Díaz Ayuso.
Público ha intentado sin éxito contactar con Segismundo García y ha preguntado por escrito a la empresa por los criterios que emplea su Fundación para elegir a los ponentes de los foros que organiza. No ha obtenido respuesta, pero en la nota de prensa distribuida a los medios la institución asegura que su objetivo es "fomentar el diálogo y la tolerancia, a la vez que impulsar la vida cultural de A Mariña lucense" –la comarca donde se sitúan Ribadeo y Cervo, la localidad donde Sargadelos tiene una de sus fábricas–, mediante el debate de "un tema controvertido y, quizás, un tanto incómodo para intelectos habituados a remar a favor de la corriente". "Pretendemos abordar la realidad sin excesivas trabas y desde las diferentes perspectivas: intelectual, académica y política”, añade la Fundación Sargadelos.
Segismundo García se ha definido en algunos artículos publicados en la prensa local y regional como "un liberal" que cree firmemente en la sociedad "del mérito y el esfuerzo", y que denosta la intervención del Estado en los asuntos empresariales y laborales. Claro que esa contundencia verbal sobre sus convicciones ideológicas no le ha impedido reclamar y cobrar más de medio millón de euros en ayudas de la Xunta durante los mandatos de Alberto Núñez Feijóo, a cuya pareja, Eva Cárdenas, contrató como asesora en 2020. Pocos días antes, y sin hacerlo público, el Gobierno que presidía Feijóo había acordado renunciar a la representación de la Xunta en el patronato de la Fundación Sargadelos. Cuando Feijóo se trasladó a Madrid tras ser designado presidente del PP, Cárdenas también dejó la empresa.
Persecución a las trabajadoras
García se hizo con la propiedad de Sargadelos a principios de la primera década de este siglo desplazando progresivamente a Díaz Pardo y su familia de los poderes ejecutivos de la compañía, después de que ésta atravesara varias crisis sucesivas. En 2018 mantuvo un polémico enfrentamiento con sus trabajadoras por la persecución a la que sometió a la entonces presidenta del comité de empresa, a la que despidió y tuvo que readmitir posteriormente por una sentencia judicial que le condenó también a pagar 30.000 euros por los daños morales que le había causado.
Para presionar a sus empleadas para que destituyeran a la presidenta del comité, García llegó a despedir a 22 de ellas en apenas una semana. En septiembre del citado año, Público desveló el audio de la reunión que mantuvo con la plantilla, en la que advirtió de sus intenciones con amenazas de este tipo: "Ya pueden venir los sindicatos, ya pueden venir los jueces, ya puede venir el Papa Francisco o [Mariano] Rajoy. Aquí quien manda soy yo, ¿está claro?". El entonces secretario de la Federación de Industria de UGT, Manuel García, definió su actitud de esta forma: "Se cree un señor feudal que vive en el medievo".
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