El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, parece decidido a poner en marcha una estrategia que pretende acabar progresivamente con Madrid Central, el proyecto ideado por el equipo de Manuela Carmena para rebajar la contaminación y reducir el tráfico en la zona centro de la capital. 

Así lo creen expertos en movilidad consultados por este diario, que en su día contribuyeron a diseñar el modelo de Madrid Central, que abogaba por reducir el tráfico de los vehículos más contaminantes, favorecer el transporte público y promover la movilidad peatonal y ciclista en medios sostenibles. 

Los primeros pasos de Almeida para sustituir Madrid Central por Madrid 360, la nueva propuesta de calidad del aire y sostenibilidad defendida por el equipo de gobierno del PP y Ciudadanos, están recogidos en un documento al que tuvo acceso Público, que iba a servir de base a la Junta de Gobierno para anunciar una serie de modificaciones en el acceso a la zona de bajas emisiones. 

En este contexto, tanto la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, como el área de Medio Ambiente y Movilidad negaron este miércoles que hubiera un acuerdo en ese sentido y se limitaron a señalar que el Ayuntamiento "trabaja por mejorar la zona de bajas emisiones y se están realizando diversos estudios para tal efecto". 

Plano de Madrid Central. / Ayuntamiento 

La reacción de Villacís se produjo tras conocerse una información del diario El País que anunciaba una moratoria hasta 2020 para los vehículos de reparto más contaminantes y la posibilidad de que las motocicletas y ciclomotores pudiera circular hasta las 24.00 horas, cuando hasta ahora sólo pueden hacerlo hasta las 22.00 horas. 

De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, la Junta de Gobierno, tal como recoge el artículo 3.11 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS), puede tomar acuerdos para desarrollar el régimen de funcionamiento de Madrid Central, pero lo que en realidad quiere Almeida es modificarla con cambios de criterio, siempre menos restrictivos, lo que supondría un "fraude de ley" porque para eso tendría que cambiar la propia ordenanza. 

Apertura al tráfico de la Gran Vía

Igualmente, el libre acceso a calles que en la actualidad están afectadas por la zona de bajas emisiones y que permitirían "atajos" para los conductores, se interpreta como un intento de convertir Madrid Central en un Área de Prioridad Residencial (APR), que también puede suponer en un futuro la apertura al tráfico de la Gran Vía. 

Como ejemplo, se cita el caso de la calle Mártires de Alcalá, que se quiere incorporar al listado de vías de libre circulación. Según los técnicos en movilidad, este hecho supondría un cambio del perímetro de Madrid Central, que sólo podría ser autorizado mediante una modificación de la OMS, y no por acuerdo de la Junta de Gobierno. 

La intención del equipo de gobierno municipal con su propuesta de modificación pretende también, según las citadas fuentes, contentar a los dueños de oficinas, establecimientos comerciales y hoteles. "Precisamente estos inmuebles no residenciales lo que hacen es atraer tráfico, por lo que la medida tendrá un efecto llamada y generará más congestión circulatoria", aseguran. 

Respecto a otras medidas que tiene previsto aprobar el Ayuntamiento, y que figuran en el documento, como la moratoria para los vehículos de transporte más contaminantes, el permiso para circular a los coches que lleven niños al colegio y la licencia indefinida para vehículos que van a talleres o despachos de abogados, los expertos en movilidad las resumen en un intento de "blandar" las condiciones impuestas en el actual modelo.