En catalán, ante el juez y ante los medios de comunicación. Los cuatro imputados por los incidentes que se produjeron en Barcelona durante la conmemoración de la Diada, el pasado 11 de septiembre, reivindicaron así en la Audiencia Nacional su reclamación de conseguir la independencia de los Països Catalans.

Dos han quedado libres de la imputación que pesaba sobre ellos, porque el juez Santiago Pedraz decretó el sobreseimiento provisional de la causa relativa a la quema de banderas de los reyes. Se trata de Guifré Rodes González y Marc García Agramunt. El primero alquiló la furgoneta en la que los autores del delito de injurias a la Corona investigado se marcharon del lugar y el segundo, les condujo hasta el vehículo.

Los otros dos jóvenes, Elisenda Ramos y Joaquim Español, no han tenido tanta suerte. Los Mossos d'Esquadra les identificaron como dos de los cuatro individuos que, más tarde, quemaron las banderas de España y Francia. Pedraz se ha inhibido a favor de los Juzgados de Barcelona en lo relativo a este delito, porque el ultraje a la bandera no forma parte de los asignados a la Audiencia Nacional.

Los cuatro admitieron, a preguntas de su defensa, que asistieron a la manifestación convocada por el movimiento independentista catalán, pero negaron haber participado en los actos delictivos imputados: la quema de una fotografía de gran tamaño de los reyes y, después, de las banderas de España y Francia.

Desde septiembre del año pasado han sido varios los procesos abiertos en la Audiencia Nacional por la quema de fotografías del rey o injurias a la Corona. Los primeros fueron Jaume Roura y Enric Stern, condenados a multas de 2.700 euros por quemar la foto de los reyes durante la visita que éstos realizaron a Girona. Uno de los imputados, Español, acudió a apoyarles y volvió a hacerlo con los 16 que serán juzgados el próximo día 29 por quemar más fotos en solidaridad con Roura y Stern.