Este artículo se publicó hace 5 años.
CazaAsí es la pugna de la derecha por hacerse con el voto de los cazadores
Desde las federaciones cinegéticas regionales se están impulsando campañas para informar a los cazadores de qué partidos defienden en mayor o menor medida los intereses del sector. La probable irrupción de Vox, que pretende calificar la caza como "una actividad necesaria", ha llevado al PP a potenciar su discurso en defensa de la caza y la tauromaquia.
Alejandro Tena
Madrid--Actualizado a
España se prepara para una campaña electoral intensa e inédita. Intensa, porque los ciudadanos acudirán a las urnas a nivel local, autonómico, nacional y europeo en poco más menos de un mes. Inédita, porque el escenario político se ha fragmentado, si cabe, aún más, con tres partidos a la derecha del tablero. Si bien es cierto que Cs se ha desmarcado del discurso más conservador, el PP y Vox parecen pugnar por el electorado más tradicionalista.
En virtud de ello, las asociaciones de cazadores se presentan como un elemento importante de cara las elecciones. Aunque las federaciones regionales de caza no han mostrado un apoyo manifiesto a los partidos políticos, en los últimos meses se ha impulsado una campaña cada vez más fuerte que busca que los partidos políticos se posicionen de manera definitiva a favor o en contra del lobby cinegético.
Con el nombre de La caza también vota", la Federación Andaluza de Caza (FAC) lanzó una campaña pública de cara a los comicios andaluces. Según la propia entidad, la iniciativa no buscaba otra cosa que "informar al cazador de a pie de las propuestas en materia de caza, silvestrismo y medio ambiente de todos los partidos políticos".
"El objetivo fundamental es que en la campaña electoral se hable de caza", apostillaba en su momento el presidente de la FAC.
La iniciativa prendió con rapidez y se ha extendido por otras federaciones regionales de cara a las elecciones autonómicas de mayo. La Federación Extremeña de Caza anunciaba que se sumaba a la campaña iniciada en Andalucía y lo hacía con el mismo pretexto: informar "sobre las propuestas electorales que cada partido político incorpora en sus programas y que pueden beneficiar o perjudicar a la actividad cinegética en Extremadura".
Las federaciones de Castilla-La Mancha y Valencia se ligaron a la campaña, arropadas por la misma línea argumental y arguyendo que en ninguno de los casos se busca la politización del sector. Sin embargo, no pudo evitarse; la caza ya se había introducido en el debate político. La llegada de Vox al Parlamento Autonómico de Andalucía fue la primera constatación de que el partido de Abascal iba a tratar de sacar réditos políticos del mundo cinegético. Tanto es así, que en su programa electoral para España incluyó un punto en el que se defendía la caza "como actividad necesaria y tradicional del mundo rural".
El PP, por su parte, se vio en la obligación de marcar terreno. Y es que, hasta el momento, el partido de Casado no había tenido que defender de manera férrea tradiciones como la caza o la tauromaquia, ya que no había ningún partido que le disputara esa plaza directamente.
En virtud de ello, el diputado popular Íñigo Méndez de Vigo planteó en el Congreso una pregunta al ministro José Guirao a finales de diciembre –varias semanas después de la entrada de Vox en las instituciones andaluzas– para tratar de conocer la postura del Gobierno de Sánchez en materia de tauromaquia y caza.
Una pregunta que venía a raíz de unas declaraciones efectuadas por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en las que, a título personal, mostraba su rechazo a las prácticas cinegéticas y al mundo del toreo. Además, este mismo miércoles, otro diputado del PP, Teófilo de Luis, se dispuso a consultar al Ejecutivo socialista si piensa "prohibir la caza en España". Una pregunta insustancial, en tanto que el Partido Popular votó junto al PSOE en el Senado para reclamar "respeto" a la caza y la tauromaquia.
A esta cuestión, debemos añadir las palabras que Pablo Casado pronunció en una conferencia-coloquio del club siglo XXI, con las que acusó al PSOE de llamar “casposos a los Españoles que cazan”.
Pero, en esta disputa por el voto cazador y taurino aparecen otros actores. El presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, anunció hace varios días la creación de un canal de Televisión dedicado a los toros y la caza. Una medida que atiende a interpretaciones, si se tiene en cuenta la cercanía de las elecciones autonómicas y las reuniones que mantuvo en enero el PSOE manchego con asociaciones del mundo rural como ADEMAC (Asociación para la Defensa del Medioambiente y la Caza) o la Federación de Caza regional.
Dicho esto, hay que entender que atendiendo a los datos aportados por las federaciones citadas arriba, la caza cuenta con un ingente número de seguidores que podrían decantar la balanza electoral en la derecha. Sólo en Andalucía hay 250.000 licencias, mientras que en Extremadura y Castilla-La Mancha se contabilizan 86.000 y 16.000 cazadores practicantes respectivamente.
Este diario ha tratado de ponerse en contacto con el presidente del máximo organismo de la caza en España para conocer de primera mano si, de cara a las próximas elecciones generales de abril, se realizarán campañas en apoyo a partidos políticos. Sin embargo, desde la entidad cinegética no han querido dar detalles al respecto.
Los cazadores no quieren ser utilizados
En cualquier caso, desde el sector no parece que guste mucho la utilización política que están haciendo de ellos algunos partidos partidos políticos. Así lo recoge una información de El Confidencial en la que el presidente de la Real Federación Española de Caza pide a los dirigentes de Vox y PP que no acudan con ellos a la manifestación rural del próximo 3 de marzo en Madrid.
“Agradecemos el apoyo de los partidos políticos, pero nos negamos a que nos utilicen para hacer su campaña electoral", declaraba Ángel López, dirigente de la Federación.
"Vox utiliza a los cazadores y ellos utilizan a Vox"
Desde Ecologistas en Acción explican a Público que dentro de la diversidad que hay en el mundo de la caza, hay un sector que desarrolla el papel de lobby que tradicionalmente ha estado relacionado con el PP. Sin embargo, "Vox ha detectado que éste es un sector donde hay un conflicto. Una parte de población minoritaria se ha quedado atrás en temas de derechos animales y han buscado una manera de agitarla”, opina el experto medioambientalista Theo Oberhuber.
“Vox utiliza este sector y el sector utiliza a Vox, pero el principal problema de la caza es que están disminuyendo los aficionados. En ningún momento las administraciones están limitando la caza, no es un sector amenazado por las instituciones, sino por la espalda de la sociedad”, añade Oberhuber.
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