Este artículo se publicó hace 2 años.
Así es el "modelo liberal" de Aguirre que reivindica Ayuso: corrupción, privatizaciones y ladrillo
La actual presidenta de la Comunidad de Madrid pone como ejemplo la gestión de una de sus antecesoras. Varias voces recuerdan para 'Público' lo que ocurrió durante su mandato y cuál es su legado en materia sanitaria, educativa o económica.
Madrid-Actualizado a
"Quiero felicitar a Esperanza Aguirre por ser la impulsora de este modelo liberal de referencia que es la Comunidad de Madrid y que hoy se reconoce en todo el mundo". Con estas palabras, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, volvía a dejar clara esta semana su complicidad con la exdirigente del PP. El escenario para reivindicar a Aguirre, presente en la sala, era propicio. El martes tuvo lugar la presentación del libro Liberalismo a la madrileña, escrito por Diego de la Cruz. "La libertad y la democracia viven amenazadas dentro y fuera de España", señaló Ayuso, incidiendo en su particular uso del concepto. Pero, ¿cómo fue aquel modelo que implantó la expresidenta autonómica? Algunas de sus características principales tienen que ver con privatizaciones en la sanidad o un sistema apoyado en mucho ladrillo y construcción. Y la sombra de varios casos sonados de corrupción.
Las comparaciones entre ambas dirigentes han sido recurrentes desde hace un tiempo. No en vano, Ayuso cuenta en su equipo con una suerte de "aguirrismo 2.0", representado en personas como Javier Fernández Lasquetty, Enrique Ossorio, David Pérez o María Eugenia Carballedo. Especialmente significativo es el primero, que fue consejero de Sanidad con Aguirre y ahora es consejero de Economía en el actual Gobierno madrileño.
Para el politólogo Eduardo Bayón, realmente es un "modelo neoliberal", lejos del liberalismo clásico de otros países europeos. "Las bases están más que asentadas y consolidadas", afirma. Destaca tres cuestiones principales: la sanidad (con el colapso de lo público) la educación (potenciando lo concertado) y el modelo urbanístico. "Son más de 30 años gobernando donde se ha consolidado una lógica neoliberal y una ciudad como núcleo de grandes empresas", añade.
"Se trata de un modelo gestado en el laboratorio FAES, impulsado a partir de la presidencia de Aznar"
"Se puede hablar de un proyecto neoliberal pero con unas características particulares. Se trata de un modelo gestado en el laboratorio FAES, impulsado a partir de la presidencia de Aznar, y no desmontado por los gobiernos del PSOE", afirma por su parte la politóloga Gemma Ubasart. Según señala, destacan cuatro dimensiones. Por un lado, la "recentralización de competencias y administrativización de las autonomías". Por otro, "un reparto desigual de los recursos estatales creando-reduciendo polos competitivos en el territorio". Además, un "surgimiento de una nueva clase dirigente a partir de privatizaciones y externalizaciones de sectores estratégicos y financiarización de la economía". Y, por último, una "concepción atlantista, poco europea, de la cosa pública".
Para Carlos Berzosa, economista y exrector de la Universidad Complutense, la crisis de 2008, y ahora la pandemia, ha puesto en evidencia este modelo. "No ha muerto, pero está caduco. Incluso en Gobiernos como el de Joe Biden se están haciendo otras políticas keynesianas y no neoliberales", destaca. "Lo que nos queda del modelo de Aguirre no son más que desastres. Ha sido un modelo de corrupción. Los neoliberales dicen mucho que hay que eliminar el papel del Estado en la economía pero se aprovechan de él para sacar beneficios propios", añade. En este sentido, aunque Aguirre se ha librado de momento de todas las investigaciones, estrechos colaboradores suyos como Francisco Granados o Ignacio González acabaron en prisión.
"La mejor manera de aproximarse al legado de Aguirre es la sanidad y la educación. Son los ámbitos donde ha dejado una mayor huella", insiste el doctor en Sociología Carlos Castro. Destaca el "proceso de privatización y segregación" implantado en la Comunidad de Madrid con el falso argumento de la libertad de elección. "Es un modelo de gestión que pone las decisiones individuales y la autogestión a través del mercado en el centro de la política. Eso es lo que se empieza a consolidar y a desarrollar en profundidad con Aguirre", añade.
Sanidad deteriorada, un plan definido
Si hay un campo que se vio particularmente afectado durante los Gobiernos de Aguirre fue el de la sanidad pública. En la memoria están las amplias movilizaciones de colectivos contra la privatización, y la Marea Blanca. De aquellos años sabe mucho el médico Marciano Sánchez-Bayle, también portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. "Lo que caracterizó la gestión sanitaria de Aguirre fue una disminución de los Presupuestos. Se produjo una reducción progresiva en cantidades por habitante y año. Por otro lado, se produjo una privatización continuada del sistema", afirma. Especialmente llamativo fue la construcción de los famosos 11 nuevos hospitales con un sistema de colaboración público-privada.
"Aguirre fue introduciendo este modelo de una manera paulatina y con cierta inteligencia. Lo planteaba en hospitales nuevos y que se vendieron a la población como grandes avances en cada sitio. Inicialmente, hizo creer que el número de camas iba a aumentarse y no sucedió así, porque fue el único caso del mundo que se conoce en el que se crean 11 hospitales nuevos y el número de camas totales disminuye. Todos esos hospitales se abrieron y según se abrían se cerraban camas en los otros y las personas se trasladaban. Se cubrieron con personal que ya estaba en el sistema sanitario, algo muy parecido a lo que ha ocurrido con el Hospital Zendal y con IFEMA", relata Sánchez-Bayle.
"El horizonte que planteó Aguirre era claro. Quería privatizar el sistema sanitario público"
Para el médico, ya jubilado, y activista, "está claro que lo que se pretende es privatizar". Recuerda que hubo unos "sobrecostes muy elevados" en aquellos hospitales. "El horizonte que planteó Aguirre era claro. Quería privatizar el sistema sanitario público. Sabía que no lo podía hacer de manera inmediata, lo que hizo fue deteriorar el sistema público, de manera que un porcentaje de población creciente, que tiene una situación económica más saneada, escape al sector privado. Por eso ha crecido de una manera tan importante. Cuando llegó Aguirre, Catalunya ganaba en seguros privados y ahora mismo Madrid la ha superado", afirma. Así lo reflejan los propios datos recogidos por el sector privado en diferentes estudios.
Educación, control de Telemadrid, bajadas de impuestos
Berzosa conoce de primera mano lo sucedido con la educación pública en Madrid. Sus disputas con Aguirre fueron conocidas por los ataques de esta a la Universidad en cuestión de recortes. Pero la herencia recibida por Ayuso provocó que el pasado año su Gobierno tuviera que pagar, tribunales mediante, casi 100 millones de euros a las universidades en compensación por los recortes de entonces. "Hemos demostrado que teníamos razón", afirma Berzosa. Esta deuda no es la única que ha tenido que pagar el actual Ejecutivo madrileño. Las "camas fantasma" en el Hospital Puerta de Hierro, las viviendas deterioradas de San Fernando de Henares por la construcción de la línea 7B de Metro o el tren a Navalcarnero son algunos problemas heredados de aquel "modelo liberal".
Durante aquellos años el rector fue desprestigiado por diferentes informaciones lanzadas por Telemadrid. Precisamente, el ente público y su destrucción, con un ERE histórico que fue declarado ilegal, fue otros de los puntos destacados en la gestión "liberal" de Aguirre. La actual presidenta no ha llegado tan lejos, pero una de las primeras medidas que tomó al llegar al poder en solitario tras el 4M fue cambiar la ley para tomar el control.
El exrector señala que "ha habido una política de primar las infraestructuras", muchas de las cuales no han sido rentables socialmente ni económicamente. "Ha habido un despilfarro de recursos importante", señala. El ejemplo más palmario es el de la Ciudad de la Justicia. "Todo lo han hecho a favor de los grandes empresarios de la construcción, con los que había una gran connivencia. En las épocas de mayor expansión, en términos relativos, el porcentaje que se dedicaba a educación y sanidad disminuía respecto a las infraestructuras", destaca Berzosa.
"Gestionan lo público gente que no cree en lo público, para que todo funcione mal"
Para el economista, en el tema de la impuestos "hay mucha demagogia". "Las empresas no vienen aquí por pagar menos impuestos sino por efecto capitalidad. Somos la región más rica de España y ha aumentado la desigualdad desde que estaba Aguirre, también la pobreza infantil y la malnutrición infantil", señala Berzosa. En definitiva, para el economista, "gestionan lo público gente que no cree en lo público, para que todo funcione mal". Y critica el falso mantra de la libertad de elección de centro educativo. "¿Todos los de Vallecas tiene libertad para ir al Colegio de El Pilar? Son conceptos erróneos de la libertad. Lo que hay que hacer es tener buenos centros educativos y que los chicos de los barrios desfavorecidos puedan llegar a la universidad. Porque ahora favorecen solo la libertad de los privilegiados".
Diferencias y semejanzas
Las comparaciones entre ambas dirigentes tienen similitudes y diferencias. Para Bayón, hay varios puntos principales en común. En primer lugar, que desde la izquierda se les subestimó mucho a ambas en un primer momento. En segundo, "jugar a ser un polo de poder respecto al propio líder del PP en un momento en el que el PP está en la oposición". Aguirre se ha posicionado además claramente en favor de Ayuso en la guerra interna que vive frente a Pablo Casado. A todo esto se suma también el hecho de jugar a ser oposición del propio Gobierno central.
"Aguirre y Ayuso representan perfiles diversos (aristocracia vs pueblo) aunque con estrategias comunicativas muy parecidas que consiguen conectar con sectores transversales sociológicamente. Ayuso, conectando con el tiempo actual (Trump o Bolsonaro), pisa más el acelerador en su actitud y su discurso populista. Pero el modelo político que defienden es similar: el ala dura del PP y su laboratorio FAES", explica Ubasart.
"Aguirre y Ayuso representan perfiles diversos aunque con estrategias comunicativas muy parecidas"
Bayón recuerda que la coyuntura actual es diferente y que Aguirre no tenía competidores a la derecha, como ahora Vox y Cs con Ayuso. "Condicionan muchas veces las estrategias y la propia línea política", afirma. El contexto actual es precisamente lo que señala el sociólogo Isidro López para diferenciar a ambas. "Aguirre lo que hizo fue descapitalizar en un momento en el que la burbuja madrileña era enorme. Esa fuerza del capital inmobiliario español ya no existe. Lo que le llega a Ayuso es otra cosa", afirma.
Considera López que Ayuso con la sanidad es menos agresiva que Aguirre. Pero porque el momento es otro. "La demanda de lo público es muy alta ahora y creo que ella se está dando cuenta. No tiene que ver con un momento donde había mucho más capital por todos los lados", afirma. Para el sociólogo, la oligarquía que dominaba en los años de Aguirre ahora ha cambiado. "El modelo Madrid no tiene soporte financiero ni económico actualmente", apunta.
¿Madrid es de derechas?
Para Carlos Castro, revertir este modelo genera "grandes interrogantes para el sector progresista". En todo caso, recuerda que Ángel Gabilondo ganó las elecciones en 2019. "Podría haber gobernado si Cs hubiera tomado otro camino", afirma. En su hipótesis, señala que "se han generado durante 30 años una especie de sentido común político en el que la ciudadanía lo que espera de un Gobierno no es que intervenga para garantizar derechos sociales sino que les dé la iniciativa a los ciudadanos". Esta cultura política, según Castro, habría generado una cultura política muy extendida, incluso en sectores progresistas. "Hay muchos sectores progresistas que no tienen reparos en buscar apoyo en la sanidad privada", indica al respecto.
"El Madrid que vota es actualmente sociológicamente de derechas. Desde hace 25 años no solo se ha producido una transformación socioproductiva en este territorio sino que también se ha emprendido una batalla cultural", indica Ubasart. Coincide López, señalando que "la ciudadanía de Madrid es extraordinariamente conservadora" y destacando cómo todos los de Cs han vuelto al PP. "La derecha ganó el 4-M con una participación altísima. Electoralmente, Madrid es de derechas. Otra cosa es que se pueda trabajar por revertirlo", apunta Bayón. La próxima cita con las urnas será, si no hay más imprevistos, en 2023.
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