Así ensayó el PP con el paquete fiscal su estrategia de erosión al Gobierno apoyado en Junts y PNV

Cuando el Partido Popular anunció que no vetaría el paquete fiscal del Gobierno en el Senado sino que usaría su mayoría absoluta para introducir enmiendas, algunos no entendieron la estrategia. Hubo críticas, reconocen en el entorno de Alberto Núñez Feijóo. Este jueves estaban exultantes después de comprobar que la jugada ha salido bien. "Con un veto no conseguíamos nada, pero así hemos logrado modificar la reforma del Gobierno", explican fuentes de la cúpula del PP. Esa es la victoria parlamentaria, pero hay otra política: en el último pleno del año han exhibido una mayoría alternativa de derechas al hacerse con los votos de VOX, Junts y el PNV para tumbar el impuesto a las energéticas. Una coincidencia ideológica "natural" a la que todos restan trascendencia, pero en la que Génova ve una imagen poderosa.

El PP lleva días engrasando la relación con los grupos —menos con EH Bildu, a quien no consideran un interlocutor válido— para sacar adelante alguna de sus propuestas de cambio a la ley del Ministerio de Hacienda. La más atractiva para ellos era la relativa a la liquidación del impuesto a las energéticas porque pondría en aprietos al Gobierno en tanto que se había comprometido con sus aliados de izquierdas a prorrogar el gravamen. Es lo que finalmente ha pasado.

Aunque fuentes parlamentarias aseguran que "la alianza" de PP, VOX, Junts y PNV para tumbar este impuesto era una posibilidad que estaba encima de la mesa en sus negociaciones con María Jesús Montero y que "se va a garantizar" a través de un real decreto-ley que el 1 de enero "exista", lo cierto es que desde el partido nacionalista vasco aseguran que no se pueden aprobar impuestos por esta vía y que, aunque así lo hiciesen, no lograrían la mayoría parlamentaria para convalidarlo en el Congreso.

Además, el PP también ha conseguido que las donaciones a los afectados por la DANA estén exentas de impuestos. Su intención era que esto aplicara a cualquier actuación y ayuda del Estado a los afectados por las riadas, pero esta enmienda no ha conseguido los apoyos suficientes.

Con todo, el ensayo con el paquete fiscal ha salido bien para los populares. La gran obsesión de Feijóo desde que asumió que le tocaría transitar cuatro años más en la oposición es evidenciar que Junts y el PNV tienen más coincidencias ideológicas con el PP que con el PSOE, aunque a día de hoy siga siendo incapaz de materializarlo para llegar a Moncloa. "Pero preferimos estar en la oposición ganando votaciones que no haciéndolo", dicen fuentes de Génova sobre su situación actual en el Parlamento. Por eso el presidente nacional del PP ni se plantea presentar una moción de censura; le siguen faltando votos para ello y lo sabe. Lo que no le impide, reconocen fuentes de la cúpula de popular, tentar a la derecha soberanista vasca y catalana. Y el PP tiene ahora mejores palabras para Junts que para el PNV.

En una conversación informal con periodistas, Feijóo reconoció esta semana que la formación liderada por Carles Puigdemont le parece "coherente" en su votaciones en el Congreso mientras que asume que los de Andoni Ortuzar son un "socio estructural" del Gobierno. Razón por la que nadie en el PP se ha hecho esperanzas con el apoyo del PNV a su enmienda para tumbar el impuesto a las energéticas.

En este sentido, fuentes próximas a su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, aseguran que no ha habido conversaciones con el PP para la votación y que "simplemente" han respaldado algo que vienen defendiendo desde hace tiempo. "Y el Gobierno lo sabe", remachan. Los de Feijóo les han tentado y han tenido éxito, pero en ningún caso van a participar de una estrategia conjunta, remachan.

Sobre Junts, los de Feijóo intentan normalizar del todo los acuerdos con los independentistas, al menos y por el momento, en materia económica. Reconocen así fuentes del PP que en los últimos días sus conversaciones se han intensificado y que ese es el camino por el que van a continuar. Un giro que se va consolidando pese a las resistencias de un sector del partido que es contrario a legitimar a los de Puigdemont.