Este artículo se publicó hace 3 años.
Arrimadas busca la diferencia con el PP en el precio de la luz pero coincide en la posición contra el diálogo con Catalunya
La presidenta de Ciudadanos considera que el Gobierno de Pedro Sánchez no es el único culpable de la subida de la luz sino también decisiones tomadas por los populares en el pasado y reclama una mesa con expertos sobre energía
Madrid-
Marzo de 2020. Pocos días antes de la declaración del estado de alarma por la pandemia, Inés Arrimadas se imponía con claridad en las primarias de Ciudadanos (Cs). Desde entonces, el debate en el seno de la formación ha sido sobre si seguir con la misma estrategia política o profundizar en el tan nombrado "giro al centro". Y también si aspirar a ser un partido de verdadera alternativa por la derecha, incluso fusionándose con el PP, o un "partido bisagra". Lo cierto es que el partido naranja sigue buscando diferenciarse de los de Pablo Casado en algunos asuntos y mantiene un discurso similar a ellos en otros. Así lo hemos visto esta semana en los dos principales asuntos de actualidad: el precio del recibo de la luz y la mesa de diálogo en Catalunya.
Cs ha tratado en todas sus intervenciones públicas de los últimos días transmitir varias ideas sobre el precio de la luz. Por un lado, la necesidad de poner en marcha una mesa de expertos sobre la energía en la que estuvieran incluidas también las empresas eléctricas. Y, por supuesto, los partidos de la oposición. Lanzó esa idea a comienzos de semana ya el portavoz en el Congreso, Edmundo Bal. Y lo volvió a repetir Arrimadas el pasado jueves.
La formación naranja se intentaba así diferenciar del discurso del Partido Popular, mucho más beligerante aparentemente con el Gobierno. Los populares se pusieron claramente de lado de los intereses de las eléctricas en varias de sus intervenciones. "Dejen de amenazar a las empresas", señaló la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra.
En Cs, aunque han criticado al Gobierno, especialmente por su falta de concreción y por su "populismo" en los anuncios, reconocen que es un problema complejo de resolver. Y que hacen falta reformas a largo plazo. "No hay soluciones mágicas a corto plazo", dijo Arrimadas. Además, desde el partido reconocen que la subida actual no es culpa solo de este Gobierno sino de todos los anteriores, incluidos, claro los del PP.
Es más, la líder de Cs señaló públicamente que el PSOE está copiando algunas medidas del PP para que paguemos en diferido más adelante lo que ahora supuestamente se recorta en el recibo. "No aprenden de errores propios y ajenos. Tanto PP y PSOE han tomado decisiones malas en el sistema eléctrico. Por eso, más del 50% de la factura no tiene nada que ver con la luz que consumimos. Sánchez está pensando en las próximas elecciones, para que la subida no le penalice. Es un parche, aunque reconocemos que no es sencillo, pero vamos a hacerlo con sentido común", explicó Arrimadas.
"Tanto PP y PSOE han tomado decisiones malas en el sistema eléctrico", destacan desde Ciudadanos
En Cs, eso sí, evitaron hacer cualquier tipo de crítica a las eléctricas. Pero tampoco demasiadas alabanzas. Al ser preguntada por Público en rueda de prensa por la valoración del comunicado sobre el cierre de las nucleares, la líder del partido naranja volvió a repetir su idea principal: "hace falta una mesa de expertos con todas las partes". Desde Cs recuerdan que una mesa similar se convocó ya en el año 2018 y que hay un informe ejecutivo que realizaron para el entonces ministro de Energía, Álvaro Nadal. El pasado 26 de agosto Cs ya solicitó la convocatoria de esta mesa mediante una proposición no de ley y esta semana ha registrado una pregunta insistiendo al Gobierno en ello.
Oposición frontal al diálogo en Catalunya
Cs ha usado además la mesa sobre el recibo de la luz como un elemento más de su estrategia en Catalunya. Han contrapuestos esas dos mesas, reiterando la idea de que la necesaria para la ciudadanía no es la que han mantenido el Gobierno de Sánchez y el Govern de Aragonés. En este punto, el discurso, como ha sido habitual desde el nacimiento del partido naranja, se solapa con el del PP. Los dirigentes de Cs han usado esta semana términos como "afrenta a la democracia", "vergüenza", "chantaje" o "pantomima".
"Es un desprecio a los problemas reales de la ciudadanía. Se les da un premio a los separatistas", destacó Arrimadas. "Sánchez lo único que quieres es salvar su poltrona", repitió en varias intervenciones públicas.
La confluencia con el PP en el asunto catalán, ya simbólicamente representado en la famosa foto de Colón de 2019, se ha vuelto a producir. Ambos partidos quieren que el Gobierno publique las actas y el orden del día del encuentro bilateral del pasado miércoles. Cs incluso ha registrado oficialmente esa petición ante el Congreso. "Nos está ocultando lo que realmente pactó con Aragonés", destacó por su parte esta semana el vicesecretario de comunicación, Pablo Montesinos.
El partido que lidera Arrimadas ha registrado también otras dos iniciativas parlamentarias en relación a esta mesa de diálogo. En concreto, mediante dos preguntas escritas dirigidas al Gobierno. La primera, para que explique si tiene algo que decir respecto a la publicación en el 'Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña' de un acuerdo que habla de "conflicto político entre Cataluña y el Estado español". La segunda, sobre la retirada de la bandera de España tras la rueda de prensa de Sánchez y justo antes de la comparecencia de Aragonès.
"Desde Cs rechazamos este tipo de afirmaciones realizadas durante años por los sucesivos gobiernos nacionalistas, que obvian a los catalanes constitucionalistas e insinúan que Cataluña y España son dos entidades ajenas y equivalentes. Desde Cs consideramos la disposición del Gobierno a acceder a este tipo de mesas paralelas con el separatismo legitima y propicia este tipo de afirmaciones", destacan.
Giros ideológicos y bajas sonadas
Arrimadas sorprendió a muchos tras adelantarse a Pablo Casado y pactar la prórroga del estado de alarma en mayo del pasado año. Parecía que concretaba ese tan aclamado "viraje al centro". La líder del partido se mostraba satisfecha de arrancarle a Sánchez algunas de sus peticiones como una adaptación de ERTEs y medidas de apoyo a autónomos y pymes más allá del estado de alarma, consensuar una salida ordenada del mismo y una reunión semanal Gobierno-Cs para consensuar medidas de respuesta a la crisis.
Sonada fue también la moción de censura en Murcia, que provocó un auténtico terremoto con réplicas a nivel nacional. El resultado final fue la pérdida del Gobierno autonómica por la fuga de varios diputados que rechazaban pactar con el PSOE y frente al PP. Sí salió adelante la moción a nivel municipal, donde sacaron de la Alcaldía al PP tras un pacto con los socialistas.
Las consecuencias de lo de Murcia se reflejaron especialmente en Madrid. La historia, ya es conocida. Díaz Ayuso, ante la posibilidad de un pacto entre sus compañeros de Gobierno de Cs, con Ignacio Aguado a la cabeza (con los que no mantuvo una relación especialmente positiva), convocó elecciones. La candidatura liderada por Edmundo Bal se quedó fuera de la Asamblea de Madrid, perdiendo así el partido uno de sus mayores puestos de poder institucional.
Cs sí mantiene, de momento, los gobiernos autonómicos junto al PP en Andalucía y Castilla y León. En paralelo mantiene pactos de Gobierno municipales con el PP en ciudades como la capital de España. Pero también otros con el PSOE en localidades importantes como Leganés, donde recientemente han pactado con los socialistas, o capitales de provincia como Ciudad Real y Albacete.
La formación naranja mantiene pactos de Gobierno municipales tanto con el PP como con el PSOE
Arrimadas tomó el relevo de Albert Rivera, que dimitió en noviembre de 2019 tras la debacle electoral del partido naranja. A priori con ella se votaba la continuidad del proyecto frente a un sector crítico liderado por el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea. No obstante, desde entonces, el partido ha ido sumando bajas por un supuesto cambio de rumbo. Las más sonadas fueron las de Juan Carlos Girauta o Carina Mejías, precisamente por el pacto del estado de alarma mencionado anteriormente. "A la larga al partido le puede llegar a beneficiar", decían algunas fuentes de la dirección sobre el primero, con unos planteamientos bastante más derechizados que las intenciones de Arrimadas. Poco después también dimitía Marcos de Quinto, entre otros.
En todo caso, la distancia entre PSOE y Cs se ha evidenciado en asuntos clave como los Presupuestos. A pesar del amague inicial del partido naranja para negociar los de 2021, tanto aquellos como los de 2022 alejan a ambos partidos. En el partido naranja consideran que Sánchez ya tiene sus socios para sacarlos adelante y que él es el que ha elegido sentarse con los grupos independentistas.
En julio de este año Cs celebró un convención nacional en la que se defendió una nueva etiqueta, el "liberalismo progresista". Arrimadas apeló a la utilidad de ese espacio que sí encuentra hueco en otros países europeos y reivindicó su independencia frente al intento de absorción impulsado por el PP.
Si el liderazgo de Arrimadas supondrá un giro real y efectivo se verá con el tiempo. Y especialmente cuando lleguen nuevas convocatorias electorales. De momento, el último sondeo del CIS de septiembre les otorga un 6,5% de los votos (obtuvieron un 6,8 en las anteriores generales), lo que supone una subida de un punto respecto al anterior barómetro, lanzado en julio.
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