Este artículo se publicó hace 3 años.
Espadas trata de montar un PSOE andaluz a su medida con el reto de recuperar la Junta
El histórico Manuel Pezzi presidirá el partido, la jiennense Ángeles Férriz será vicesecretaria general, y el alcalde de Maracena, Noel López, secretario de Organización.
Sevilla-Actualizado a
El PSOE de Andalucía, liderado por Juan Espadas, que venció en unas primarias con el 55% de los votos antes del verano, recupera –después de varios meses sin virtualmente Ejecutiva regional– la normalidad orgánica este fin de semana en el Congreso que celebra en Torremolinos (Málaga). Es el primero que los socialistas andaluces celebran sin estar en el Gobierno autonómico.
Espadas, tras su victoria, ha podido en estos meses recorrer con calma las provincias y hacer y deshacer y ha elegido un aparato regional a su medida, con dos referentes del partido en Granada como protectores, el alcalde de Maracena, Noel López, que ocupará la secretaría de Organización, tan importante en el PSOE, y el histórico Manuel Pezzi, diputado en la primera legislatura y exconsejero de Manuel Chaves, que será el presidente del partido, un cargo en cierto modo honorífico, pero que tiene su carga política. Pezzi es el padrino político de Espadas, el que lo llevó a la Junta de Andalucía.
Y como lugarteniente y escudo, Espadas ha elegido a su principal apoyo en este tiempo, la hoy portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, que será vicesecretaria general.
Espadas sabe que necesita como el comer un partido unido que llegue a las elecciones autonómicas con ganas de disputarlas. Aseguran los más veteranos del partido que un secretario general del PSOE solo podrá asentar de verdad su liderazgo, por muchas primarias que gane, si es a la vez presidente de la Junta de Andalucía. El resultado electoral, cuando sean los comicios, es el que definirá verdaderamente el tiempo de Espadas.
En este tiempo, desde su victoria, se ha esforzado por impulsar una renovación de las estructuras provinciales, que afrontan sus congresos a finales de mes y principios de diciembre, a través de acuerdos, para estar cómodo, con la premisa de la integración hasta donde se pueda –recordada en el partido es su frase "no vamos a ir a buscar a nadie a su casa en pijama"–.
Espadas ha logrado rebajado mucho la tensión en plazas complejas, como Sevilla y Córdoba, donde habrá primarias, pero, salvo sorpresa mayúscula, tras diversos acuerdos, serán testimoniales. En otras, las cosas son como son: así, en Huelva y en Cádiz habrá primarias intensas y en las que existe incertidumbre sobre el resultado. En Málaga se entrevé una batalla de mediana intensidad. Y las fuentes consultadas por Público aseguran además que no hay que perder de vista Almería, un lugar en el que también puede haber lío finalmente.
En su Ejecutiva, en esa línea pactista, Espadas incorpora a señeros referentes de la etapa de Susana Díaz, como la secretaria del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, y otros tres secretarios generales, los de Cádiz, Irene García –aunque esta a última hora decidiera apoyar a Espadas–; Málaga, José Luis Ruiz Espejo, y Córdoba, Antonio Ruiz, ninguno de los cuales repetirá en sus provincias.
Espadas cuenta, como ya lo tuvo durante las primarias, con el apoyo de Ferraz y del presidente Pedro Sánchez, que este domingo cerrará el Congreso con una intervención. Espadas ha situado en este tiempo –tras la etapa de Díaz– al PSOE de Andalucía en la misma línea que el PSOE federal. Espadas tiene buena comunicación con el presidente del Gobierno, según las fuentes consultadas por Público, con el que está alineado de manera clara. De algún modo, la suerte del PSOE andaluz seguirá la suerte de Pedro Sánchez.
Diferente estrategia de negociación
Espadas ha iniciado una estrategia política de oposición diferente a la que venía ejerciendo hasta ahora el partido y, además de permitir la visita del president valenciano Ximo Puig, de su mismo partido, a Juanma Moreno, el presidente de la Junta, lo que, en sectores socialistas, se interpretó como arriesgado, ofreció al presidente de la Junta de Andalucía acuerdos relevantes e incluso negociar el presupuesto del año que viene con dos objetivos principales: aislar a Vox y ganar tiempo para consolidar su liderazgo, pacificar el partido y lanzarlo hacia las autonómicas.
La decisión de negociar el presupuesto no fue bien interpretaba en sectores del PSOE, singularmente por las bases que apoyaron a Luis Ángel Hierro, catedrático de Economía, que sacó un 5,5% de los votos en esas primarias y a cuya corriente, hasta ahora, Espadas no ha integrado. En cuanto los sindicatos denunciaron la no renovación del contrato de 8.000 sanitarios de los 20.000 que había incorporado la Junta por la covid, esa negociación se complicó sobremanera y más, después de la intervención decisiva de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien vinculó el asunto sanitario al permitir la aprobación de las cuentas.
Después, además, de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tachara de "falso" el presupuesto, la cosa hoy parece definitivamente rota. El Gobierno andaluz tampoco se ha movido para facilitar el acuerdo que proponía Espadas y ha mantenido la oferta de "lentejas" –si quieres las tomas y si no las dejas–, en expresión de Férriz. El propio Espadas no descarta ya la presentación de una enmienda a la totalidad.
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