Aluvión de afiliaciones al PP de Salamanca en puertas del Congreso que pone en jaque el control de Mañueco en el partido

"Feijóo ha heredado el problema", dice un dirigente del Partido Popular. "El problema" al que se refiere es la profunda crisis interna que atraviesa el PP de Salamanca desde que un grupo de afiliados crítico con el oficialismo que controla el aparato desde hace décadas, con Alfonso Fernández Mañueco a la cabeza, alzó la voz. Pero "el problema" no se reduce a una pelea interna. Tiene un epicentro, Salamanca; un punto de inflexión, la imputación del PP nacional por presunta financiación irregular durante las primarias de Castilla y León de 2017 que ganó Mañueco; y un protagonista en la sombra, el actual presidente de la Junta de CyL.

Ahora, otra acusación de "fraude" en las afiliaciones a las puertas de unas nuevas primarias —esta vez a nivel provincial— vuelve a cercar al PP de Salamanca, feudo político de Mañueco. En solo dos meses el PP salmantino ha registrado más de 2.100 afiliaciones nuevas, una cifra que fuentes oficiales del PP salmantino rechazan confirmar pero que sí certifica un documento interno del partido al que ha tenido acceso Público.

En concreto, el 2 de diciembre de 2022 se resolvieron 1.821 altas —ratificadas por el Comité Ejecutivo Provincial— y el pasado 9 de febrero, otras 284. Trece militantes del partido lo han denunciado ante la juez —la misma que ha ordenado la convocatoria urgente del congreso extraordinario — a través de un escrito en el que aseguran que en el anterior proceso de primarias llevado a PP de Salamanca "participaron 1.700 afiliados de toda la provincia, por lo que en el plazo de dos meses se han afiliado al doble de personas de las que participaron en el anterior proceso electoral, lo que da cuenta de la inminencia del fraude orquestado de cara a las primarias".

El mismo escrito, en poder de este medio, subraya también que el registro de las afiliaciones se hizo "sin figurar en el orden del día de ninguna de las reuniones y sin ser debatido".

Lo cierto es que el Comité Ejecutivo Provincial del PP de Salamanca llevaba dos años sin reunirse —una situación anómala que fue denunciada por cerca de 150 afiliados en una carta dirigida a Feijóo el pasado mes de junio — y cuando lo hizo en el mes de diciembre fue para, entre otras cosas, dar salida a más de 1.800 afiliaciones. Poco después, el 31 de enero, el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Salamanca ordenaba al PP de Salamanca la celebración urgente del congreso provincial que mantenían bloqueado desde hace dos años y solo dos días más tarde, el 2 de febrero, la formación registró 284 afiliados nuevos.

Es difícil, casi imposible, calcular el impacto en el total de afiliados del partido a nivel provincial de este aluvión de inscripciones porque no hay ningún dato oficial con el que comparar. A petición de Público, el PP de Salamanca se ha negado a dar la cifra total de militantes del partido y desde Génova responden que hacer público ese dato corresponde a las direcciones provinciales o, en su caso, regionales.

Tampoco a nivel interno hay transparencia en torno al dato de afiliados y la gestora que dirige el partido desde que el pasado 2 de diciembre dimitiera Francisco Javier Iglesias como presidente, directamente salpicado por el caso primarias, se niega a hacerlo público. Iglesias es la mano derecha de Mañueco y la persona a la que dejó al frente del partido en su provincia cuando ganó las primarias -ahora judicializadas- para presidir el PP en Castilla y León.

Desde el sector crítico con el aparato del partido comparan la situación con "empadronar a los vecinos del pueblo de al lado un día antes de convocar unas elecciones municipales" y vuelven a colocar la sombra del fraude electoral sobre el PP de Salamanca. Aseguran, además, en conversación con Público, que desde el comité organizador del congreso extraordinario que se celebrará el próximo 11 de marzo les han transmitido que no se va a conocer el censo de inscritos para votar en las primarias.

Mañueco, la mano que mece la cuna en Salamanca

Este es el último capítulo —promete no ser el último—de una guerra interna marcada por la impugnación del poder y el control heredado de Mañueco sobre el PP de Salamanca, al que trata de aferrarse a través de la candidatura de Carlos García Carbayo. Es alcalde de Salamanca, presidente de la gestora que rige el partido desde diciembre y, sobre todo, persona de su máxima confianza. Carbayo es la apuesta personal de Mañueco y también la de Génova.

Si Carbayo no gana el congreso del próximo 11 de marzo, con todo el aparato remando a favor, será una sorpresa. También para la candidatura liderada por Chabela de la Torre y que representa a la oposición interna del PP de Salamanca que forzó a través de la justicia la celebración de unas primarias que los afines a Mañueco se resistían a convocar.