Este artículo se publicó hace 4 años.
Las 247 víctimas del franquismo que llevan dos años en un almacén de Valladolid reciben al fin sepultura
Los cuerpos serán enterrados este domingo en un memorial construido en el cementerio del Carmen, que también tendrá los nombres de los más de 2.000 personas que fueron ejecutadas por el franquismo.
Alejandro Torrús
Madrid-
Por fin. Las 247 víctimas del franquismo que llevan más de dos años en un almacén en Valladolid serán enterradas este domingo en un memorial construido en el cementerio del Carmen. Este será el punto y final de un largo proceso que comenzó en 2016 con las exhumaciones de fosas comunas en el propio cementerio y que ha estado paralizado durante un largo tiempo por la voluntad de UGT de colocar un busto de Pablo Iglesias Posse. Finalmente, habrá memorial, estarán los nombres de los más de 2.650 víctimas mortales de la provincia, los 247 cuerpos recuperados y no estará el busto del fundador de UGT y del PSOE.
"Queremos que este homenaje se convierta en un un acto de reconocimiento democrático y de justicia histórica a todos los que defendieron la II República independientemente del partido en el que uno milite", ha explicado a Público Julio del Olmo, presidente de la ARMH de Valladolid, responsable de la exhumación y custodia de los cuerpos.
El acto comenzará a las 12.00 horas de este domingo y contará con la participación de familiares de las víctimas, del escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo, actuaciones musicales y con la presencia del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y del secretario de Estado para la Memoria Democrática, Fernando Martínez.
Sin embargo, el homenaje llega demasiado tarde para muchas víctimas. Por ejemplo, para Saturnina, que falleció hace unas semanas. La obstinación y lucha de esta y su marido permitieron a la ARMH identificar el lugar donde estaban las fosas en el cementerio y proceder a su exhumación. Saturnina era apenas una niña cuando las fuerzas franquistas fusilaron a su padre, Julián Carlón, el 1 de octubre de 1936.
Saturnina, de hecho, apenas sabía nada de su padre. Tenía cuatro años cuando se lo llevaron. "Sólo recuerdo el día que se lo llevaron y el sitio donde lo enterraron, que me lo contó mi tío", confesó entre lágrimas a este periódico septiembre de 2019. "No sé ni cómo lo mataron. Sólo sé que se lo llevaron, que nunca más regresó y que, a partir de ahí, en mi casa solo hubo lágrimas. Mi madre nunca me habló de mi padre por miedo", señaló. Sin embargo, Saturnina, gracias a las indicaciones de un familiar, mantuvo el recuerdo del lugar exacto donde se enterraron los cuerpos tras su fusilamiento.
Cinco personas identificadas con "total seguridad"
Hasta la fecha, la ARMH de Valladolid ha conseguido identificar "con total seguridad" a cinco de los 247 cuerpos recuperados. Se trata de tres mujeres y dos hombres: Lina Franco Meira; el sargento del Ejército republicano Francisco González Mayoral; el alcalde de Casasola de Arión Mateo Gómez Díez; y la madre y la hija María Doyagüez y María Ruiz Doyagüez.
"De las cuatro fosas con los 247 cuerpos que hemos encontrado solo hemos podido certificar casi al 100% esas cinco personas. De otras muchas, podemos asegurar casi con toda seguridad que corresponden a un grupo o a otro de fusilados, pero no podemos poner nombre a cada esqueleto. Nos faltan medios y es un proceso tremendamente complicado", lamenta Del Olmo, que, no obstante, señala que los restos de las víctimas estarán bien conservados para, en caso de que sea posible, seguir trabajando en identificaciones.
Casos como el de Lina Franco Meira, que ha podido ser identificado, son excepcionales cuando han transcurrido 81 años del final de la Guerra Civil. Sus huesos pudieron ser identificados gracias a una prueba de ADN a una de sus hijas, de 93 años. Un caso excepcional de longevidad que ha permitido dar nombre y apellidos a unos huesos y que, además, permite creer que el resto de sus compañeros de fosa son sus otros 14 vecinos de la localidad de Castromocho (Palencia) que fueron llevados junto a Lina Franco a Valladolid para ser ejecutados y enterrados.
Las fuerzas franquistas no sólo asesinaron a Lina Franco y a más de 2.000 personas en esta provincia. También intentaron borrar sus nombres, sus historias de vida y sus luchas. Ahora, 84 años después del golpe de Estado, un memorial recuperará sus nombres y tratará de difundir su lucha en defensa de los valores republicanos. El reto, no obstante, continúa y consiste en poder identificar al mayor número posible de ellos para que el franquismo y la amnesia no ganen la batalla.
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