Guerra civilEsta es la barbarie franquista que ahora no ves cuando paseas por Madrid
El fotógrafo Javier Marquerie funde la destrucción de la capital durante la guerra civil con imágenes contemporáneas en el libro 'Madrid, qué bien resistes'.
Madrid-
El rugido de los soldados republicanos
Mientras el musical El Rey León "conmueve al mundo", el golpe de Estado resuena en una trémula Madrid. Los fotógrafos Albero y Segovia inmortalizan el 20 de julio de 1936 a una columna de artillería que germina en la bóveda acristalada de la boca de metro de Sol. El público aplaude su lealtad a la Segunda República frente a la pólvora mojada de las tropas sublevadas.
La Columna Durruti, a la defensa de Madrid
Una mujer se sorprende ante el objetivo de Javier Marquerie mientras cruza un paso de peatones en la calle de Alcalá, ajena a la Columna Durruti que avanza a sus espaldas hacia la Puerta del Sol. Lejos de la iglesia de San José, a Buenaventura le espera una bala en la Ciudad Universitaria, cuya batalla proyectó una sombra rojinegra sobre el icono anarquista en noviembre de 1936.
Las terrazas terreras de la plaza Mayor
Tras los sacos terreros y bajo los soportales de la plaza Mayor, hallaron cobijo los refugiados llegados a la capital desde los pueblos tomados por los rebeldes. Javier Marquerie tunea el panal de los turistas para recordarnos que aquí, pero entonces, hubo una guerra. La ciudad sitiada se funde con la urbe contemporánea en los doscientos collages de la obra Madrid, qué bien resistes, editada por La Librería.
¡Viva la ucrónica Puerta de Alcalá!
Un hombre con las manos en los bolsillos. Una mujer que vela el objetivo de Javier Marquerie tras sus gafas de sol. De fondo, el Viva la U.R.S.S. de la Puerta de Alcalá, con Stalin flanqueado por los comisarios soviéticos Maksim Litvínov y Kliment Voroshilov. De 1937 a 2014 solo media la ucronía.
Mañana lloverán bombas en Sol
Mañana lloverá, rezaba un cartel de la Casa de Diego, que hoy sigue despachando paraguas y abanicos en la esquina de la calle Montera. Arreciaron sobre Madrid las bombas, la artillería rebelde fue impenitente y la tienda no salió indemne de la metralla. Décadas más tarde Bob Esponja y Hello Kitty se liarían a tortas en la Puerta del Sol, donde Mickey y Minnie Mouse paseaban de la mano en 2014, ofreciendo globos entre los cascotes.
Próxima estación: Desesperanza
Albergue subterráneo y refugio antiaéreo, el metro destapó las penalidades de la población durante la toma de Madrid. Javier Marquerie recupera la clásica instantánea de Alfonso Sánchez Portela y nos hace esperar pacientemente en el andén, ajenos a los sin nada que yacen a nuestros pies. Para ello, se vale de la técnica de la refotografía, el ayer y el hoy fundidos en un mismo negativo.
Turistas entre los muertos
La cámara de Juan Guzmán es testigo en 1937 de una explosión en la Red de San Luis, la actual confluencia de la calles Gran Vía y Montera, adonde regresó Javier Marquerie para captar la resurrección de unos turistas de entre los muertos. Mientras los forasteros de la tragedia toman fotos o se dejan embeber por el móvil, unos hombres trasladan el cadáver de una mujer. Algunas de estas imágenes fueron objeto de una exposición antes de tomar cuerpo en el libro Madrid, qué bien resistes.
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