Opinión
Las estimaciones del CIS frente al resultado electoral en Castilla y León
Por Eduardo Bayón
Politólogo
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se ha visto nuevamente rodeado de polémica por su último barómetro para las elecciones de Castilla y León. En estas elecciones, el organismo presidido por José Félix Tezanos ha realizado el habitual barómetro preelectoral y un sondeo flash previo a la jornada de votación —modalidad que fue introducida para los comicios catalanes de 2021—. Más allá de la magnitud de las desviaciones, el CIS se volvió a quedar solo al radiografiar en ese momento una tendencia ascendente del PSOE que sobrepasaba ligeramente al PP, con un bloque de la derecha al que dejaba sin posibilidades de alcanzar la mayoría absoluta.
Esta desviación favorable a los partidos progresistas se viene produciendo desde 2019 en todas las elecciones nacionales y autonómicas. La única excepción la encontramos en los comicios de La Rioja en mayo de 2019 cuando el CIS estimó menos voto a la izquierda del que obtuvo en el resultado final. En las elecciones de Castilla y León, el CIS otorgó a este bloque un 35,3% en su barómetro de tendencias electorales —publicado el 7 de febrero— mientras, el resultado final ha sido del 35,13%.
En esta ocasión, su predicción en escaños otorgaba una horquilla máxima para la suma de PP y Vox de 39 procuradores. Finalmente, estos han logrado la mayoría absoluta al alcanzar su suma los 44 diputados. El CIS ofreció unas estimaciones de escaños para los cinco principales partidos de ámbito estatal —PP, PSOE, Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos— que han tenido el mérito de no corresponderse ninguna de ellas con el resultado obtenido por estas formaciones políticas. El PSOE ha retrocedido hasta los 28 procuradores, mientras que el CIS le concedía entre 29 y 34. El PP logra 31, cuando el organismo presidido por Tezanos le estimaba entre 24 y 30. Vox estaba completamente subestimado al aparecer con 8 o 9 procuradores, cuando finalmente ha cosechado 13. Ciudadanos y Unidas Podemos aparecían con horquillas de 2 a 5 y de 2 a 4, respectivamente. Ambos partidos han logrado un procurador.
Esta sobreestimación de la izquierda tiene su origen en que la muestra del CIS cuenta tradicionalmente con más votantes de este bloque en la variable de recuerdo de voto. Cuestión que se corrige en la posterior “cocina”. Es necesario recordar que, desde la llegada de Tezanos al frente del CIS, también se han producido cambios metodológicos importantes. Se han roto series fundamentales, como preguntas relativas a la confianza en la gestión del gobierno y se han alterado escalas, como la relativa a la valoración de líderes políticos, que se redujo en un punto al pasar de una clasificación de 0-10 a 1-10.
Se vuelve así a evidenciar en estas elecciones la delicada situación por la que pasa el CIS, una entidad que cuenta con técnicos de un excelente nivel, pero a la que le afecta una imagen pública de la institución que se ha ido deteriorando a pasos agigantados.
En la fecha en la que se publicó el último barómetro del CIS para estos comicios, también aparecieron sondeos de otras casas demoscópicas que se alejaron de lo ocurrido, aunque algunas de ellas rectificaron su trayectoria el día de las elecciones. Por ejemplo, GAD3 para el diario ABC otorgó al PP un 36,1% de los votos y entre 34 y 37 escaños. Acabó obteniendo los 31 ya citados y un 31,4% de los votos. La misma encuesta consideraba que Vox estaba en aquel momento entre 11 y 13 procuradores. Es decir, PP y Vox, según GAD3, estaban en situación de alcanzar —según su margen más amplio— los 50 procuradores a una semana de celebrarse las elecciones, con lo que conjuntamente superarían la mayoría absoluta. La estimación la completaba el PSOE con entre 25 y 28 diputados, Unidas Podemos entre 2 y 3 y Ciudadanos un escaño en el mejor de los casos. Además, a Soria ¡Ya! y Unión del Pueblo Leonés les otorgaba solo dos.
La encuesta de 40dB para El País mostraba un 30,8% de los votos para el PP y entre 30 y 32 procuradores, mientras que aparecía entre 10 y 11 representantes. El PSOE se encontraba entre 27 y 29 escaños, cumpliéndose así el resultado final, mientras que Unidas Podemos contaba con una estimación de tres diputados. La estimación de Ciudadanos, Soria ¡Ya! y UPL fue idéntica a lo sucedido el 13-F.
Los datos expuestos muestran la dificultad de los barómetros para aproximarse al resultado final de las elecciones, salvo cuando se realizan muy cerca o durante la propia jornada electoral. El problema del CIS es que ha vuelto a contar con una desviación significativa, ha mostrado estimaciones de escaños alejadas de las tendencias de los propios partidos y, además, estas suponían una posibilidad irreal de cambio de Gobierno. Por último, el CIS ha vuelto a caer en una sobreestimación del bloque de la izquierda.
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