Opinión
Sin antirracismo no hay futuro: estamos con vosotras, Valencia Antirracista
Por Colectivos Antirracistas Articulados De Madrid
El próximo 9 de noviembre, colectivos antirracistas nos movilizamos nuevamente bajo el lema "Sin antirracismo no hay futuro: estamos con vosotras, Valencia Antirracista" en el marco del Otoño Antirracista y Anticolonial. Esta manifestación, que lleva convocándose desde 2017, conmemora a Lucrecia Pérez, cuyo asesinato el 13 de noviembre de 1992, se reconoció como el primer crimen racista en el Estado español. Honrará también la memoria de muchas otras víctimas del racismo institucional en un ejercicio de memoria, justicia, verdad y reparación. Busca también poner sobre la agenda social la necesidad de políticas antirracistas que reconozcan el racismo como un problema estructural que afecta todas las dimensiones de la vida.
Además, la manifestación tiene como objetivo ser una muestra de apoyo y fuerza a la población valenciana por lo sucedido con la tragedia de la DANA, al tiempo que denuncia los discursos de odio y bulos que la extrema derecha ha vertido sobre la población migrante y racializada, reivindicando así una solidaridad antirracista.
El contexto actual, en el que la población migrante y racializada es el objetivo principal del discurso de odio de la extrema derecha, junto a la pasividad del resto de fuerzas ideológicas y partidos políticos de este país, nos sitúa en la necesidad de auto organizarnos, de fortalecer nuestro sujeto político, y de formar alianzas basadas en el respeto y el reconocimiento, que consideren nuestra agencia y autonomía, y que sean contundentes tanto en el relato como en la acción. Las personas, partidos, sindicatos y movimientos sociales deben dejar de mirar hacia otro lado cuando de antirracismo se trata. Es hora de actuar con y desde el antirracismo político con contundencia.
Nuestras comunidades son las que, incluso en una terrible tragedia como la ocurrida con la DANA en Valencia y otros territorios, la extrema derecha sitúa en el foco del odio y del fascismo, difundiendo bulos mientras que, como denuncian las Jornaleras de Huelva en Lucha, ante esta tragedia no existen planes de protección para las personas trabajadoras del campo que habitan principalmente en asentamientos en condiciones de absoluta precariedad. Al igual que en la pandemia, nos vuelven a dejar atrás. Organizaciones antirracistas denuncian que frente a la emergencia, existe una población que es excluida de las políticas públicas porque están en situación irregular, porque no están empadronados, porque habitan en asentamientos informales, porque están trabajando sin contrato o porque no hablan la misma lengua. Una población que con su trabajo sostiene este país. A todos ellos y ellas les decimos que no están solas, que demandamos una solución antirracista desde lo inmediato hasta lo estructural.
Nosotras sabemos que la ultraderecha es una herramienta del sistema, porque el racismo no es consecuencia de la ultraderecha, sino que más bien la ultraderecha es la consecuencia de un racismo que es sistémico y que amenaza los principios básicos de humanidad, igualdad, justicia y cohesión social. Por eso, la lucha antirracista es inherente a la lucha contra el sistema que genera el empobrecimiento de la clase trabajadora, desigualdad, devastación ambiental y muerte en las fronteras. La justicia social y climática es justicia racial. Luchar contra el racismo sistémico es la mejor forma de confrontar a la ultraderecha, porque sin antirracismo no hay futuro, ni para nosotres ni para el medio ambiente.
La creciente violencia contra las personas migrantes y racializadas que se experimenta en la actualidad se asemeja a las condiciones que permitieron el asesinato de Lucrecia Peréz, por ello son muchos los motivos por los que salir este 9 de noviembre y por los que luchar por un futuro antirracista: la militarización y necropolítica de las fronteras; las deportaciones masivas; las paradas por perfil étnico racial que criminalizan una y otra vez a las comunidades racializadas y migrantes; los Centros de Internamiento de Extranjeros; la quita de custodias a las madres migrantes y la irregularización administrativa; el racismo inmobiliario, la segregación escolar de nuestras infancias; las barreras para acceder al empadronamiento; entre otras muchas cuestiones, son los mecanismos que utiliza el racismo institucional para seguir reproduciendo la matriz colonial de poder racial.
En esta movilización también rememoramos a muchas hermanas y hermanos que han perdido la vida como consecuencia del racismo del Estado español. Hassan Alyahahaqui, asesinado por la ultraderecha al día siguiente del asesinato de Lucrecia Pérez; por Younes Slimani, tiroteado por un Guardia Civil fuera de servicio en 2016; Mohamed Bouderbala, muerto en el CIE de Archidona en 2017; Marouane Abouobaida, muerto en el CIE de Zapadores en 2019; y Ilias Tahiri muerto en un centro de menores de Almería en 2019; Elhadji Ndiaye, muerto en la Comisaría de Policía Nacional de Pamplona tras una identificación racista en 2016; Mame Mbaye muerto tras una persecución policial en Lavapiés en 2018; Mor Sylla, muerto tras una persecución de los Mossos en 2015; Idrissa Diallo y Samba Martine, muertos en los CIE de Madrid y Barcelona en 2012; Manuel Fernández Jiménez, muerto bajo custodia del Estado, en aislamiento, en la cárcel de Albocàsser en 2018; Elezar Gacía Hernández, quien a pesar de contar con una discapacidad de más del 75% murió tras una brutal actuación del personal de seguridad en Gijón en 2019; Brian Ríos, muerto bajo custodia de los Mossos en 2022, Jonathan Sizalima y Aramis Manukyan, muertos en el CIE de Barcelona en 2009 y 2013; Diallo Sissoko, muerto hace unos días en el centro de “acogida” de migrantes de Alcalá de Henares. Tampoco dejaremos de hablar de nuestros hermanos y hermanas de Palestina, Líbano, Sudán, Haití y R. D. del Congo. Por todos y todas salimos a las calles este 9 de noviembre.
Por último, saldremos también para mostrar nuestro apoyo y solidaridad antirracista con el pueblo valenciano, frente a bulos, criminalización y discursos de odio por parte de la derecha a nuestras comunidades, recordamos que la clase trabajadora es migrante y racializada. No permitiremos que en redes y medios de comunicación se reproduzca el racismo que acusa a las nuestras de los supuestos saqueos en establecimientos comerciales. Abrazamos a nuestras hermanas, hermanos, de las colectivas antirracistas que están auto organizándose para dar una respuesta popular a lo acontecido, como Resistencia Migrante Disidente y Mujeres, Voces y Resistencias que han llevado a cabo varias recolecciones y reparto de alimentos y productos básicos.
Este año, el contexto nos obliga a salir con más fuerza que nunca. Desde colectivos antirracistas en Madrid hacemos un llamado a toda la sociedad, movimientos sociales, partidos políticos, sindicatos y organizaciones, asociaciones y colectivos que comparten nuestra visión de un país sin racismo, a unirse a esta movilización por la vida. La lucha contra el racismo es de todas, todes y todos, y solo con unidad podremos tener un futuro posible.
Porque “sin antirracismo no hay futuro: estamos con vosotras, Valencia Antirracista” ¡nos vemos en las calles!
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