Opinión
Un proyecto de mejora de la España vaciada
Por Ramón Soriano
Catedrático emérito de Filosofía del Derecho y Política de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
Una cuestión preliminar. En los medios se emplean los términos “España vaciada” y “España vacía”. Prefiero emplear el primero, porque denota una intervención de la naturaleza y de los humanos, quienes vacían determinados territorios por una serie de razones, cuyo análisis escapan del fin de este artículo. En cambio la “España vacía” puede ser contemplada como obra de la naturaleza en una interpretación más aséptica, donde la obra humana no tiene por qué estar presente. Por lo demás son expresiones perfectamente intercambiables.
Recientemente el Gobierno ha lanzado una oferta de becas de estudio tan extraordinaria como insólita: 2.520 millones, “la mayor partida de la historia de la democracia”, en palabras del presidente del Gobierno. Una buena parte va destinada a becas de residencia, que permitirán que muchos estudiantes de la España vaciada puedan estudiar en las capitales de provincia, donde están situadas las universidades. Decía Moncloa en la presentación de la oferta de las becas: “las ayudas tendrán especial incidencia en familias del entorno rural, particularmente de la España vacía, cuyos hijos e hijas tienen que desplazarse y residir en otras ciudades para poder cursar estudios”. Ello supone “un factor de desigualdad entre las ciudades y las áreas rurales”
Inmediatamente me vino a la mente una experiencia en el mismo sentido y finalidad pero con recorrido al revés. El proyecto de Luis de la Rasilla, ex secretario general de la UEF (Unión Europea de Federalistas), exdirector de la UNED en Guinea Ecuatorial, que tiene tres versiones: Rescatando a Eurídice, enviado al Congreso de los Diputados, al Senado, a las universidades y a los ayuntamientos españoles, Orpheus. An alternative to Erasmus?, remitido a la Unión Europea, y Earth Proposal. Empowerment and Achievements to Rebalance Territory and Humanity, dirigido a Naciones Unidas.
Orpheus es el nombre en la mitología griega de un músico y poeta, tañedor de lira y cantante, que quiso rescatar del infierno sin éxito a la ninfa Eurídice, de la misma manera que el proyecto intenta rescatar de su particular infierno a la España vaciada. Es un proyecto de 2021, que sigue la actual iniciativa del Gobierno, pero en sentido inverso. El Gobierno pretende trasladar a estudiantes de la España vaciada a las capitales de provincia, ya que en ellas están situadas las universidades. El proyecto intenta llevar a las universidades a los municipios de la España vaciada.
No se trata de proyectos contrarios, sino complementarios, porque ambos redundan en beneficio de estudiantes precarios, que no pueden hacer frente a los gastos de sus estudios. Pero hay una diferencia importante: el proyecto de Luis de la Rasilla, además de sufragar los gastos de estudiantes necesitados de ayuda económica, también entraña un remedio para la recuperación de zonas del país desequilibradas, despobladas y abandonadas por las administraciones públicas. Atiende a subsanar el problema de la cita anterior de Moncloa: “la desigualdad entre las ciudades y las áreas rurales”.
El proyecto exige la colaboración de universidades, administraciones, y alcaldes/alcaldesas de las zonas donde tendría lugar la aplicación del proyecto. Se trata de que estudiantes universitarios realicen un curso académico on line en una zona de la España vaciada, con un programa que supera el conocimiento de una materia y su aprobación en un examen, que es lo que básicamente se exige en una universidad tradicional, ya que comportará la ejecución de varios componentes: aula abierta, prácticas de campo, prácticas de iniciativa y control ciudadano y prácticas de gestión común.
La realización del proyecto generaría una serie de beneficios:
- Para los estudiantes, que salen por poco tiempo de su entorno urbano para vivir en un ámbito rural, conlleva ventajas nuevas y desconocidas, algunas proporcionadas por las prácticas de campo, aparte de la superación de un curso académico: salud y tranquilidad en un medio rural, conocimiento del medio natural y su hábitat, relaciones con sus moradores, conocimiento del medio ambiente y sus problemas, adiestramiento en técnicas rurales, cultivos, horticultura, jardinería, observatorio de la naturaleza, la fauna y la flora, prácticas de supervivencia, consumo ecológico saludable, medicina natural, etc., porque además de los tradicionales métodos de las clases on line los estudiantes desarrollarán otras actividades necesarias para la vida y su formación.
- Para los moradores: 1. La interacción y relaciones con los estudiantes y sus actividades abiertas a ellos, en vez de contemplar, años tras año, cómo los jóvenes abandonan sus pueblos, 2. La posibilidad de alquilar sus casas y dependencias para el alojamiento de los estudiantes y el desarrollo de actividades, 3. Los servicios que han desaparecido en sus zonas -las oficinas de banco, de correo, los ambulatorios o la atención médica primaria, las tiendas, etc.- volverían a sus pueblos, 4. Jóvenes y mayores nativos podrían volver a sus pueblos, ahora poblados y recuperados y 5. Nuevos y numerosos clientes para los servicios y negocios de los pueblos: albergues, restauración, tiendas de todo tipo, etc.
- Para los nuevos prestatarios de servicios, venidos de fuera de los municipios buscando un empleo para cubrir las necesidades de los estudiantes y su logística: alimentación, salud, vestimenta, ocio, limpieza, desarrollo de actividades, etc. Sin lugar a dudas aumentarían las cifras de empleo en el país.
- Para inmigrantes y refugiados, que tendrán un lugar donde poder contribuir con su trabajo. El proyecto ayudará al Estado y a las Comunidades autónomas en la búsqueda y aplicación de asentamientos para inmigrantes y refugiados, que crecen exponencialmente en nuestro territorio, con la ventaja de que tendrían menor coste en las zonas de la España vaciada y contribuirían a su repoblación.
- Para la sociedad española en general, ya que supondrá un corte en la constante afluencia de moradores de la España vaciada hacia las aglomeradas ciudades, contribuyendo a evitar el enorme desequilibrio territorial existente. Por otro lado, la implementación de la enseñanza superior on line es menos costosa que la enseñanza presencial, lo que redundará en beneficio de las arcas del Estado.
Comentando el proyecto, creo que es un excelente diseño para “matar dos pájaros de un tiro”: las becas para los estudiantes necesitados y la repoblación territorial de España. La oferta de becas del Gobierno, que he comentado y contrapuesto solo “mata uno de los dos pájaros”. En los ensayos mejor ir poco a poco, en fases sucesivas, y por eso creo que el proyecto debería comenzar con los postgrados, para los que es un método ideal, cuya programación podría desarrollarse en tres-cuatro meses.
La permanencia en las zonas despobladas y desequilibradas territorialmente de nuestro país durante un curso académico de once meses probablemente comportaría un menor atractivo para los estudiantes. El postgrado conllevaría lógicamente un menor número de las tareas programadas para un curso entero. En cualquier caso me parece mejor comenzar con los postgrados inicialmente y comprobar los problemas de su implantación. Como son tantos los postgrados ofertados por las universidades estarían asegurada la permanencia e intendencia de la oferta académica, ya que unos postgrados sucederían a otros en el tiempo, sin solución de continuidad.
La movilidad de los estudiantes a los territorios de la España vaciada tiene mucha razón de ser en determinadas titulaciones de ciencias en torno al mundo rural: biología, geología, medio ambiente, geografía, veterinaria, ingeniería agrícola, forestal, de caminos, etc. Los postgrados se caracterizan por una mayor diversidad temática que los grados y la exigencia de un mayor número de prácticas. De ahí la conveniencia de su implementación en el ámbito rural. Sin olvidar la incidencia favorable de esta movilidad estudiantil en las ciencias sociales, donde el hábitat es frecuentemente objeto de estudio, como en los trabajos de sociología de campo o antropología social, o en cualquier titulación que tenga por objeto estudios sobre dinámica poblacional e interacción población-medio natural.
Es necesario adaptar las tareas de los estudiantes al periodo de un postgrado de tres-cuatro meses, que consistirían en mi opinión en: 1) el proyecto de investigación de posgrado, tarea principal, 2) el informe de observatorio e innovación, al margen del proyecto: la observación y propuesta de innovación en un asunto concreto, y 3) el voluntariado (opcional): la actividad en beneficio de la zona. Imaginen como proyecto un caso real de la comarca de Aracena en la provincia de Huelva: a) proyecto: el análisis de una singular comunidad de amantes de la naturaleza, que ocupan una aldea despoblada y mantienen entre ellos un sistema de relaciones sociales y económicas basadas en el trueque, b) el informe de observatorio e innovación, al margen del proyecto: la observación de los antecedentes de la propuesta comarcal fracasada hace unos años para la creación de un hospital comarcal, el análisis de las razones del fracaso y cómo volver a resucitar la demanda social, y c) voluntariado (acción opcional): contribución a la creación de cortafuegos en la densa arboleda que rodea a la aldea y al pueblo.
El proyecto de postgrado responde a los intereses intelectuales del estudiante. El informe del observatorio e innovación y el voluntariado a los beneficios que su trabajo puede reportar a la zona de su estancia.
Además de las actividades señaladas, el estudiante puede aprovechar opcionalmente su estancia en el entorno rural para el aprendizaje de diversas materias, algunas de las cuales ya he citado: medicina natural, consumo ecológico, educación medioambiental, adiestramiento en técnicas rurales, cultivos, horticultura, jardinería, etc. La ciudad universitaria no puede proporcionarle este aprendizaje con la misma facilidad que la estancia en el campo y la naturaleza. “Quod natura non dat… civitas non prestat”.
Lamentablemente la oferta académica tiene una dependencia física: la tecnología, ya que precisamente en algunas zonas despobladas no funciona internet. Pero es una carencia que se va subsanando. Y hay muchas zonas de la España vaciada cubiertas ya por internet.
El Gobierno ha concedido un alto número de becas, bien dotadas, para que jóvenes de la España vaciada puedan estudiar en la capital de provincias. Supera con creces en número y dotación a ofertas anteriores de los Gobiernos de España. ¿Se imaginan los beneficios que se obtendrían si esa financiación extraordinaria se volcara directamente sobre las poblaciones de esta España desequilibrada territorialmente y abandonada, en la que estudiantes de cualquier parte del país realizaran un curso de postgrado en unión con la naturaleza y el campo?
¿A qué esperan los dirigentes de la “Plataforma España Vaciada” y los alcaldes/alcaldesas de la España despoblada y olvidada?
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