Opinión
Justicia poética para Machado
Por Verdad Justicia Reparación
Por Antonio Pérez, miembro de La Comuna.
Ciudadano Felipe de Borbón y Grecia:
En primer lugar, supongo que nadie considerará un desacato que me dirija a Usted llamándole “ciudadano” pero, por si alguien tiene dudas, me explico: desde la Revolución Francesa, en Europa se entiende que ciudadano es el título más apropiado para los miembros de una comunidad regida por las reglas democráticas. De hecho, en muchos Estados iberoamericanos es así como los habitantes de esos países se dirigen oficialmente a todos sus compatriotas, desde el Presidente hasta el último pobre de pedir.
En segundo lugar, me dirijo a Usted amparándome en que ambos compartimos la calidad de compatriotas. Es decir, en pie de igualdad. Y, desde esta igualdad que nos reconoce la Democracia -y hasta la Iglesia la admite por ser hermanos en el Señor-, quiero manifestarle mi disgusto por el agravio que ha perpetrado contra una de las cumbres de la ciudadanía española. Vayamos a los hechos probados:
Hace unos días, Usted pronunció un discurso oficial en el que manipuló un famosísimo poema de don Antonio Machado -tan famoso que no hace falta repetir los ocho versos que lo componen. Pues bien, donde el poeta concluía “Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón”, Usted leyó “las Españas han de helarte el corazón”.
Otros hechos probados, algunos dirán que secundarios: 1) el ciudadano lector olvida que ese poema corto se estudia desde los colegios hasta los institutos. 2) lo leyó en la sede de la soberanía nacional.
Vista oral
El Ministerio Auténticamente Público, estima que se ha desvirtuado el poema haciéndole decir al autor lo que no dijo llegando incluso a violentarle haciéndole escribir lo contrario de lo que escribió. Analizando este hecho, distinguidos juristas a los que se pidió su peritaje han dictaminado que es constitutivo de un delito contra la propiedad intelectual. Asimismo, han manifestado su sorpresa porque jamás se habían encontrado con un caso semejante. Es decir, que creen estar ante una irregularidad inédita en Europa. Otra eminencia jurisperita lo ha parafraseado de la siguiente manera: “El discurso borbónico es como si la reina Elisabeth hubiera leído en el Parliament que “la vida es una tómbola rifada por un sabio, llena de luz y de color oh, oh, oh” en lugar de lo que realmente escribió Shakespeare: “la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia que no tiene ningún sentido”.
Por su parte, parafraseando a la película “Amanece que no es poco”, la acusación particular pregunta: ¿El sr. Borbón no sabe que en este pueblo hay verdadera devoción por Fúlkner y por Machado?. Y añade: ¿Por qué este ciudadano no consultó el poema con sus hijas? Ellas quizá lo conozcan pero, si no lo han estudiado todavía, entonces es que su colegio adolece de brutalismo pedagógico… y que sus padres no están atentos a la educación que reciben sus retoñas.
Por mi parte, pregunto: ¿No es suficiente con haber enviado al exilio a don Antonio y con haber negado durante décadas su obra y su misma existencia?, ¿es que no van a reaccionar esas multitudes que peregrinan a la tumba de Colliure para rendirle homenaje?, ¿hasta cuándo estará en peligro Machado?, ¿hasta cuándo será insultado?, ¿hasta cuándo los diputados permitirán que, ¡desde el Congreso!, se agreda a una gloria nacional?
Ciudadano de Borbón: el día 13 de junio, la diputada Irene Montero leyó un formidable alegato y lo terminó citando correctamente el susodicho poema. Me pregunto si menospreciar la palabra de una diputada pronunciada en la misma sede parlamentaria que Usted visitó días después, no puede calificarse como ignorancia punible.
En cualquier caso, parece evidente que, con su atentado contra Machado, Usted ha dado un pésimo ejemplo a los jóvenes estudiantes. Y, peor aún: Usted ha cometido un delito de lesa poesía con las agravantes de ignorancia punible, premeditación (esos escribidores de la Casa Real…), alevosía e indefensión (del público cautivo, representantes de la Patria y ciudadanía en general), abuso de fuerza y publicidad. Por todo lo cual, teniendo en cuenta que el delito de lesa poesía es imprescriptible, el Ministerio Auténticamente Público propone una pena de mil años y un día de ostracismo. El Tribunal Popular ya ha decidido la cuantía de la condena; el otro, ha aplazado su decisión ad calendas grecas.
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