Opinión
Florentino: el ser superior a todos
Por David Torres
Escritor
En una hilarante columna de 2004 mi añorado y difunto amigo Rafael Martínez-Simancas hablaba de la dudosa legalidad en los planes de remodelación de Valdebebas y llegó a escribir que “hablarle de licencias de construcción a Florentino Pérez es como explicarle a Johnny Walker cómo se elabora el güisqui”. No sé si fue ésa u otra columna similar la que le costó una llamada personal de Florentino a Pedro Jota, por aquel entonces director de El Mundo, justo en el momento en que Rafa había entrado al despacho del jefazo. Según me contó el propio Rafa, Pedro Jota puso el altavoz, muerto de risa, y mi amigo se quedó pasmado al oír cómo el presidente del Madrid pedía su cabeza por vía telefónica. “Es que, además, se nota que es del Atleti” remató. “Y yo también” dijo Pedro Jota. Y eso fue todo.
Martínez-Simancas no fue el primero ni el último de un largo rosario de periodistas amenazados, amedrentados o silenciados por la todopoderosa mano de Florentino Pérez. En su libro, El director, David Jiménez revela que su intervención fue decisiva en el despido de Oscar Campillo y Pedro Cuartango, directores respectivamente del Marca y de El Mundo. Una periodista de El País se atrevió a preguntarle en una rueda de prensa si podía asegurarle que mañana Rafa Benítez seguiría siendo entrenador del Real Madrid y Florentino respondió: “¿Puede usted asegurarme que la semana que viene seguirá trabajando en ese medio?”. De Jesús Gil a Del Nido y de Lopera a Lendoiro, la historia de los presidentes de muchos clubs de fútbol españoles daría para un documental de la mafia. Ya he contado que una vez le propuse a un editor escribir una novela negra con una trama de corrupción financiera, pelotazos urbanísticos y telefonazos intempestivos a las tres de la mañana, ambientada en el mundo del fútbol, pero me dijo que él se dedicaba a la ficción, que mejor nos poníamos a jugar a la ruleta rusa.
Ahora anda la peña revolucionada con unos audios de Florentino que se están publicando por entregas en El Confidencial y donde hemos descubierto que además de ser un experto mundial en urbanismo salvaje, albañilería por todo lo alto, chollos inmobiliarios, relaciones públicas y políticas, prospecciones petrolíferas fallidas y crítica periodística, resulta que también sabe más que nadie de fútbol. Después de que ganara varias ligas y dos copas de Europa, Florentino decidió no renovar el contrato a Vicente Del Bosque porque, según él, “no sabe nada, ni de tácticas ni de físico; es un zoquete”. No está de más recordar que poco después el zoquete acabó dirigiendo a la selección nacional, con la que ganó el único Mundial de Fútbol conseguido por España hasta la fecha, más una Eurocopa de propina.
Con sus jugadores Florentino va tres pueblos más allá y asegura que Raúl es una estafa, que Casillas no tiene dos dedos de frente, que Cristiano Ronaldo es un imbécil, que Coentrao es un tolili, que Michel es un estafador y que la Quinta del Buitre al completo sólo pretenden vivir del Real Madrid “hasta que se mueran”. Fue Butragueño, precisamente, quien dijo en 2005 que Florentino era “un ser superior”, una opinión que en su día sonó bastante exagerada aunque la verdad es que hoy se nos queda muy corta. También dijo que “estar cerca de él es una enseñanza diaria”, algo que parece indudable, especialmente si uno tiene una grabadora a mano. No preguntes lo que Florentino puede hacer por el Real Madrid, pregunta lo que el Real Madrid puede hacer por Florentino.
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