Opinión
El fascismo no puede seguir conquistando terreno
Por Juan Tortosa
Periodista
Llevan meses ganando posiciones porque están consiguiendo que lo antidemocrático no parezca tan grave y lo intolerable llegue a estar hasta bien visto. Pronto esos meses serán años si los demócratas no espabilamos y dejamos de ceder terreno. Un día es un mural feminista vandalizado, ¡bah!, tampoco es para tanto, llegan a comentar en tertulias e informativos; otro es un cartel electoral demonizando a los “menas”, ¡bah!, tampoco es para tanto, sentencian en este caso los jueces; otro es Vox condicionando la política de la Junta de Andalucía, de la Comunidad de Madrid, la de Murcia, la del Ayuntamiento madrileño… ¡bah!, tampoco consiguen tanto, trivializan los peperos que ni por asomo están dispuestos a enfadar a los socios de quienes dependen.
Mientras tanto, y solo como ejemplo de lo que sucede en todo el país, la cantante Zahara es acosada porque a los ultras no les gustan los carteles con que promociona sus espectáculos… Ceder, ceder, y venga ceder olvidando que cada centímetro perdido puede costar años recuperarlo.
Moreno Bonilla templa gaitas en Andalucía, Miras lo hace en Murcia, y Almeida en Madrid llega a declarar que, hombre, homófobos lo que se dice homófobos, los de Vox tampoco lo son tanto… Por si faltaba algo, los jueces siguen echando leña al fuego y obligan a recolocar la placa del legionario Millán Astray retirando la dedicada a la maestra republicana Justa Freire…
En resumen, están subvirtiendo los modos y maneras democráticas delante de nuestras mismísimas narices y nos estamos dejando hacer. Con los jueces de palmeros y los medios de comunicación de altavoces. Algún día, esperemos que sea pronto, los medios de comunicación de este país deberán pagar el daño que están haciendo a nuestra sociedad por, unos, ser los altavoces del odio, y, otros, practicar la dejación de funciones olvidándose de la equidad y el contexto a la hora de contar las cosas.
Algún día, esperemos que sea pronto, los niñatos metidos a políticos que lideran el PP habrán de dar cuentas de las razones que les llevaron a encanallar gratuitamente el ambiente en tiempos de pandemia y a practicar durante esta legislatura una oposición miserable, desleal, regada de insultos y carente de propuestas. Algún día, esperemos que sea pronto, la justicia y sus lamentables controversias dejarán de protagonizar a diario la actualidad informativa y sus señorías se dedicarán solo a desempeñar su trabajo con la discreción y eficacia que se espera de ellas.
Ese día llegará porque nada es eterno, el problema es cómo estará el patio cuando pase la tormenta fascista porque los delitos de odio han aumentado de manera alarmante desde que la ultraderecha vomita su discurso y el blanqueamiento de ese odio no es solo político, sino también mediático. La ultraderecha no puede continuar soltando barbaridades en las calles, en los medios y hasta en el parlamento a diario impunemente, y mucho menos utilizar la televisión pública como altavoz, por mucho que esto último lo consigan con el pretexto del porcentaje de cancha al que tienen derecho por su representación parlamentaria.
La ley no puede ser la excusa para aumentar el encono y diseminar el rencor. Para dirimir las diferencias, los inteligentes suelen usar la palabra, en cambio los mediocres apelan a la tensión, las mentiras, el enfrentamiento… hasta que finalmente, cuando se quedan sin argumentos, algún descerebrado decide recurrir a las armas.
En estos momentos, tal asunto es impensable, o eso parece, pero no paran quietos y ahora están intentando la cuadratura del círculo, buscando que hasta quienes salen beneficiados de las políticas sociales del Gobierno de coalición acaben creyendo que eso les perjudica. Es tal el desafuero y el desahogo de los discursos que propagan los sicarios de las derechas que hasta están consiguiendo que calen los silogismos más bufos y ridículos:
El Gobierno de coalición es malo y no te conviene.
El Gobierno de coalición legisla para subirte el salario mínimo y las pensiones.
Ergo… que te suban el salario mínimo o la pensión es malo y no te conviene.
Surrealismo puro, pero este fue el mecanismo que le funcionó a Ayuso en mayo y que ahora Casado y sus chicos pelean por continuar reproduciendo sin vergüenza alguna, entre otras cosas porque saben que algunos de los ministros/as socialistas del Gobierno que legisla a favor de mejorar la vida de la gente no lo harían si no fuera por el pacto firmado con Unidas Podemos. Y aún así, no dejan de mirar de reojo a los poderes de siempre para que no se enfaden mucho con ellos por hacer la política progresista para la que, mire usted por dónde, los socialistas fueron votados.
Izquierda vergonzante la de Sánchez y sus chicas y chicos socialistas en el Gobierno. Izquierda vergonzante que no es siquiera capaz de impedir que la ultraderecha propague ideas anticonstitucionales en TVE. El PP ha llevado al huerto a los socialistas haciéndoles creer que cambiaba el cromo de la tele pública por la renovación del Poder Judicial… Aunque la verdad es que cuesta creer que los hayan engañado con tanta facilidad, porque en el PSOE como partido no son precisamente unos pardillos ni unos novatos recién llegados a la hora de practicar el juego sucio en política.
J.T.
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