Opinión
En el extraño juego de la silla de Tezanos ya participa Sumar
Por Sato Díaz
Coordinador de Política.
El extraño juego de la silla. ¡Para la música! ¡Te sientas! ¡Para la música! ¡Te vuelves a sentar! Maldito juego, ni disfrutar de la música, ni perderse con la melodía, ni atender a la letra, ni marcar el ritmo, nada. Toda la atención en el oído y la vista. ¿Dónde está la silla más cercana? ¡Allí! ¡Para la música! ¡Siéntate!
Y con este estrés con el que los niños afrontan el juego de la silla en los cumpleaños, si es que todavía se lleva el juego de la silla en los cumpleaños, la política española y la sociedad interesada por ella conlleva el elevadísimo ritmo de encuestas que se publican en los medios de comunicación. Suena la música del día a día, frena de golpe al compás de una encuesta, siéntate, levanta la vista, observa cuál es la nueva situación, quién se queda fuera y quién dentro, quién juega todavía… Y vuelve a sonar la canción.
El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas José Félix Tezanos ha sido muy criticado desde que llegó al cargo en junio de 2018, pocas semanas después de la victoriosa moción de censura de Pedro Sánchez que sacó a Mariano Rajoy de la Moncloa. La manera en la que este sociólogo ha manejado los datos que cada mes gestiona sonsacados de las miles de entrevistas realizadas ha generado muchas dudas.
Desde el primer momento, la derecha censuró la labor de Tezanos al frente del CIS. Además, Podemos reprobó los resultados del barómetro del mes pasado por restar a Unidas Podemos las respuestas que apostaban por votar a Sumar en las próximas elecciones. De este modo, según el profesor de Políticas Carlos Fernández Barbudo y la propia formación morada, se mostraban unos peores resultados para las izquierdas con respecto al PSOE, en pleno contexto de la disputa que ambas partes han mantenido por la reforma de la ley del 'solo sí es sí'. Por ello, desde el partido de Ione Belarra, han reclamado la comparecencia de Tezanos en el Congreso.
En el barómetro de abril, la gran novedad es la irrupción de Sumar como cuarta fuerza política, con una estimación de voto del 10,6%. Podemos, en solitario, quedaría relegada a una quinta posición con un 6,7% de apoyos. El resultado de ambas izquierdas no es malo, teniendo en cuenta que compiten entre sí por un electorado común que hasta ahora no se había visto en la disyuntiva de decidir entre estas dos hipotéticas papeletas, la de Yolanda Díaz y la de, por ejemplo, Irene Montero. Sin embargo, según la lectura de Tezanos (a falta de conocer los microdatos de la encuesta en las próximas semanas), las izquierdas no lograrían por separado lo que sí conseguirían confluyendo, la tercera posición en unas elecciones generales.
Descender a la ultraderecha de Vox a la cuarta posición y que las izquierdas lo adelanten es una victoria política de por sí. Pero, además, dada la ley electoral basada en la circunscripción provincial, la tercera plaza en muchas provincias garantizaría un buen puñado de diputados que se perderían obteniendo el cuarto puesto en la clasificación. El acuerdo entre Díaz y Belarra es primordial para un futuro gobierno progresista, que hagan todo lo posible por lograrlo o no será un buen baremo para medir las alturas de sus liderazgos.
Sentados en la silla vuelve a sonar la música. Siguen todos en el juego menos Ciudadanos. A puertas de una campaña electoral, las distintas opciones políticas buscan marcar perfil propio y diferenciarse de sus adversarios para atraer votantes, aunque después estos se conviertan en socios para conformar gobiernos. Toda la atención está puesta en la música (el contexto) y la silla (el objetivo).
La izquierda afronta el 28M dividida, la campaña se prevé dura entre distintas formaciones que están llamadas a entenderse en el futuro más próximo. De la visceralidad de los ataques y reproches de estas próximas semanas dependerá, en buena medida, el éxito posterior de una candidatura conjunta clave para un nuevo gobierno de carácter progresista. Cuando más grande sea la herida, más tiempo tardará en cicatrizar.
El final de la legislatura se acerca y Unidas Podemos y PSOE pronto serán, también, adversarios en unas generales. No queda mucho para el fin del primer Gobierno de coalición por prescripción del calendario, pero se puede acelerar por decisión de las partes. Ruptura o llegar hasta el final dependerá de las diferentes estrategias políticas, que se han empezado a evidenciar en la disputa por la reforma de la ley del 'solo sí es sí'.
El PSOE no ha dudado en abrazarse al PP para mutilar una ley clave para la izquierda, la ha sido objetivo principal de los medios de la derecha para desgastar al Gobierno. Los dirigentes socialistas volvieron asustados de las vacaciones de Navidad por la profundidad con la que estaban calando en la sociedad los mensajes lanzados por estos periódicos, radios y programas de televisión. Como al PSOE no le gusta la foto con el PP, quiere pasar página cuanto antes; Primo Rivera es el as que Moncloa guardaba en la manga para esta ocasión.
Nadie quiere quedarse sin silla cuando pare la música. La herida en el seno del Gobierno es más profunda que nunca. El jueves fue un día triste en el Congreso. Suena Como el agua de Camarón. "Como el agua clara, que ha baja' del monte…". Para la música. ¡Siéntate! El agua protagonizará el debate político que está por llegar, la sequía cambiará el modo en el que vivimos actualmente. Solo siguen jugando los que han logrado sentarse.
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