La Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha condenado a siete años de prisión a un hombre por maltratar a su mujer, a la que dejó abandonada en un piso de San Sebastián y cuya enfermedad mental aprovechó para enriquecerse con sus bienes.

El total de la condena acordada han sido tres años de prisión por maltrato habitual y otra pena de cuatro por un delito de administración desleal. Además, el maltratador deberá pagar una indemnización de 421.876,39 euros a la víctima.

La mujer sufría un trastorno bipolar y, según un comunicado de la Audiencia, había generado una "gran dependencia emocional" hacia su marido. Consciente del estado y diagnóstico de su mujer, el hombre la dejó en el domicilio familiar con dos perros, sin que ella pudiera hacerse cargo.

Retiradas de dinero

La víctima conoció al hombre durante un viaje turístico a Túnez en 2009 y se casó con él en el país africano al año siguiente. El acusado se trasladó a San Sebastián en 2011 para residir con su mujer en el piso de ésta, donde vivió sin trabajar a costa del sueldo de la mujer.

Entre 2013 y 2015, el hombre aprovechó la situación de dependencia en la que se encontraba su mujer para contratar dos préstamos hipotecarios sobre su vivienda, que ya estaba pagada, y ponerlos a nombre de ésta. El primero de ellos, por 51.000 euros y, el segundo, por un importe de 165.000.

Con estas cantidades, el acusado adquirió a su nombre un piso en el municipio de Villabona y se quedó el resto. Además, efectuó "importantes retiradas de dinero" de una cuenta de ambos y puso las nóminas a nombre de su pareja. A principios de 2017, se empadronó en la vivienda de Villabona y empezó a vivir allí con otra mujer.

Maltrato habitual

El acusado acudía "de manera ocasional al domicilio familiar para procurar a la víctima alimentos consistentes en bocadillos", según puede leerse en la sentencia. 

También impedía que su esposa saliese al exterior y se relacionase con alguien más: él contestaba todas las llamadas que llegaban al domicilio en el que permanecía la víctima y contestaba que su mujer "estaba enferma" y que, por ello, debían tratar todos los temas con él.

"Esta situación provocó el deterioro de la situación psíquica y emocional de la mujer", informa la sentencia. Esta fue ingresada en un centro psiquiátrico y dada de alta en septiembre de 2018, cuando retomó su relación con el hombre y la situación de maltrato volvió a ser habitual.