Este artículo se publicó hace 5 años.
Abusos sexualesLas víctimas de abusos sexuales en Inglaterra tendrán que entregar su móvil a la Policía si quieren denunciar
En caso contrario, se arriesgan a que el juicio no siga adelante. El Gobierno ha asegurado que solo se pedirá cuando se trate de una "línea de investigación razonable", y que únicamente el material relevante se presentará ante un tribunal.
Madrid--Actualizado a
Las víctimas de delitos de abusos sexuales y violaciones en Inglaterra y Gales tendrán que entregar sus teléfonos móviles a la Policía o, si no lo hacen, se arriesgarán a que el juicio no siga adelante, según ha adelantado hoy BBC News. Se verán obligadas a firmar un consentimiento que permitirá que los agentes accedan a toda la información de correos electrónicos, mensajes y fotografías. El director del Ministerio Público, Max Hill, ha apuntado que solo se pediría esta información personal cuando se trate de una "línea de investigación razonable", y que únicamente el material relevante tendría que ser el que se presentara ante un tribunal.
Se verán obligadas a firmar un consentimiento que permitirá que los agentes accedan a toda la información de correos electrónicos, mensajes y fotografías
La asociación Apoyo a las Víctimas (Victim Support ) ha advertido que esta obligación podría provocar que las víctimas se echen atrás y no presenten denuncias. Incluso la Policía y los fiscales han manifestado en declaraciones a la cadena británica que los formularios son un intento de llenar un vacío en la ley que dice que los denunciantes y los testigos no pueden ser obligados a revelar teléfonos, computadoras portátiles, tabletas o relojes inteligentes.
Este tipo de formularios pueden usarse para los denunciantes en cualquier investigación criminal, pero es más probable que se utilicen en casos de violación y agresión sexual, donde los denunciantes suelen conocer al sospechoso. Las víctimas pueden justificar por qué no quieren dar el consentimiento a la Policía para que accesa a sus datos, aunque, en ese caso, se les informa que si rechazan el permiso para que la policía investigue o para que la Fiscalía revele "material que permitiría al acusado tener un juicio justo, entonces puede que no sea posible que la investigación o la acusación continúe".
Uno de los antecendentes que ha impulsado a llevar a cabo esta medida es el caso del joven estudiante de 22 años, Liam Allan, que fue acusado injustamente de de 12 cargos de violación y agresión sexual. La Policía Metropolitana tuvo que disculparse con el joven por una serie de errores que cometieron en la investigación, ya que encontraron en el teléfono móvil de la presunta víctima algunos mensajes que hablaban sobre qué persona tan amable era Liam y cuánto lo quería. Aunque lo que más llama la atención en este caso es que encontraron referencias a falsas violaciones entre los mensajes de texto.
Aun así, Rachel Almeida, de Apoyo a las Víctimas, ha asegurado en la BBC que es "muy probable" que si se permite el acceso a la Policía a la información personal en su teléfono podría aumentar la angustia de las víctimas."Sabemos que la violación y la agresión sexual ya están muy poco informadas y, lamentablemente, esta noticia podría disuadir a las víctimas de acceder a la justicia y al apoyo que merecen", ha concluido.
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