Este artículo se publicó hace 8 años.
La UE y Canadá firman el 'TTIP canadiense'
El acuerdo de libre comercio conocido como CETA pretende incrementar en 20.000 millones de euros al año los intercambios comerciales entre ambas economías.
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BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) y Canadá firmaron este domingo en Bruselas el acuerdo de libre comercio conocido como CETA, que pretende incrementar en 20.000 millones de euros al año los intercambios comerciales entre ambas economías.
Firmaron el pacto el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Jucnker, respectivamente, y Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, país que ostenta la presidencia de turno de la Unión.
La ceremonia tuvo lugar durante una cumbre entre la UE y Canadá, inicialmente prevista para el pasado jueves, pero postergada tras el bloqueo a última hora de la región belga de Valonia.
La mitad francófona de Bélgica criticaba el CETA por falta de transparencia pero terminó validando el acuerdo tras introducir algunas "clarificaciones" en los documentos anexos que tienen valor jurídico pero que no cambian la "sustancia" del tratado, según declaró hoy el presidente de la Comisión Europea.
"No ha habido cambios en el contenido", declaró Juncker a su llegada a la sede del Consejo Europeo, cuando celebró la jornada como "un gran día para la Unión Europea", porque el pacto con Canadá sentará las bases para los "veinte" acuerdos similares que la Unión negocia con otros países.
El CETA deberá ser ahora validado por el Parlamento Europeo (PE) el próximo enero, de forma que automáticamente se aplicará al 95 %.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, declaró este domingo que el pacto "representa mucho más que un paso positivo en nuestras relaciones bilaterales".
Para tener plena vigencia, el CETA tendrá que ser ratificado por los Parlamentos de los veintiocho Estados miembros de la UE.
La Comisión Europea define el acuerdo, que se empezó a negociar hace siete años, como el más ambicioso alcanzado nunca por la UE.
Algunos movimientos sociales lo critican argumentando que no respeta el medio ambiente, que se ha negociado sin transparencia y que favorece a las multinacionales y no a los ciudadanos.
El punto que más reticencias suscita son los tribunales privados de arbitraje (conocidos técnicamente como ICS, por sus siglas en inglés), que no se aplicarán de forma inmediata, sino una vez el CETA haya recibido el visto bueno de los Parlamentos de los países de la UE.
Antes de la ceremonia de la firma, un grupo de manifestantes logró superar las barreras policiales situadas en el exterior del Consejo y varios de ellos entraron hasta el vestíbulo. La policía detuvo a 16 personas relacionadas con este incidente.
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