Este artículo se publicó hace 2 años.
El tercer día del convoy termina con la entrega: "No esperaba toda esta ayuda"
Un centro comercial en Varsovia se convierte en almacén de bienes de primera necesidad para los refugiados.
-Actualizado a
Son 18.000 kilogramos de medicamentos, alimentos de primera necesidad, productos de higiene. "Han flipado cuando han sabido lo que llevamos, no sabían que llevábamos tanto, es brutal la falta que hace, son necesarias medicinas para los niños. Tenemos que estar a las ocho de la tarde en Varsovia", grita Daniel Carrasco a sus compañeros para que todos se pongan en marcha.
El GPS marca siete horas y media hasta el punto de entrega. Desde la organización del convoy de taxistas advierten de que los coches no deben salirse de la caravana para repostar solos salvo casos de urgencia, no se puede comprometer la carga ante posibles robos o saqueos.
El parking de un centro comercial en Varsovia se ha convertido en un almacén de provisiones. En el camino a este punto de entrega, los taxistas hacen el gesto que llevaban preparando días. Las luces verdes de libre se encienden en las calles de la capital polaca en un guiño a la esperanza de poder recoger a los refugiados pronto. Los viandantes les responden con vítores de entusiasmo.
La ONG Fundacja Humandoc con base en Varsovia no esperaba tal cargamento. "Los taxistas me llamaron diciendo que podían traerme cosas, me dijeron somos 34 y vamos hacia allí, no esperaba toda esta ayuda", cuenta a Público Natalka Dovha, una de las coordinadoras de la ONG. Más de 60 personas han empezado a sacar cajas de vehículos haciendo cadenas humanas. Los brazos se movían con cada vez más efusividad y corría el entusiasmo por poder dejar alimentos y medicinas para los refugiados.
Natalka Dovha se unió a su ONG cuando empezó la guerra: "Evacuamos gente de Ucrania y les buscamos un sitio donde quedarse, a veces pisos de amigos, o de amigos de amigos, otras veces, son los espacios que organiza la Administración, como campos de refugiados o estadios".
"Es difícil para mí. Soy ucraniana, nací allí, solo llevo ocho años en Polonia. Intento evitar que las emociones me atropellen y simplemente hacer lo que pueda por la gente que huye", añade Dovha.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.