Este artículo se publicó hace 16 años.
Los suizos podrían elegir a sus vecinos extranjeros
El xenófobo SVP propone que sea la comunidad local la que decida si un inmigrante obtiene la nacionalización. Mañana los suizos votan la propuesta.
“Estimados vecinos, me llamo Mustafá, llevo doce años viviendo y trabajando en este pueblo y les pido que me acepten como ciudadano de este país”. Así más o menos podría ser la campaña de un extranjero residente en Suiza que quiere obtener la nacionalidad, si se impone la iniciativa del xenófobo Partido Popular Suizo (SVP en sus siglas en alemán) que se vota mañana en un referéndum nacional.
Esta formación exige que las solicitudes de los extranjeros para el pasaporte helvético sean sometidas a una votación en la comunidad local donde residen, en vez de ser decididos por un juez.
“Los ciudadanos y ciudadanas deben poder decidir libremente si quieren aceptar a alguien en su comunidad o no”, explicó el líder del SVP, el multimillonario Christoph Blocher, quien quiere recuperar el sistema de antes. Hasta 2003 correspondía a los vecinos de cada municipio decidir en votaciones secretas sobre la naturalización de los inmigrantes residentes en su comunidad. Pero la Corte Suprema abolió el sistema de las votaciones con el argumento de que eran discriminatorias.
Para optar a la nacionalidad es necesario haber residido doce años en el país alpino, además de demostrar un buen conocimiento de uno de los idiomas oficiales y de las leyes de la Confederación Helvética.
El reférendum de mañana es el último capítulo en la agenda abiertamente xenófoba que persigue el SVP, la formación más votada del país. El argumento de los partidarios del populista Blocher es que Suiza, que tiene la población extranjera más alta de Europa con el 20%, no puede soportar más inmigrantes. Según este partido, cada año se naturalizan unas 50.000 personas, la mitad de ellas de Turquía y los países balcánicos.
“Se ha dado la nacionalidad a mucha gente que ni siquiera tenían los medios económicos para mantenerse y que vivían de las prestaciones sociales”, se quejó Blocher. Además, el SVP vincula la inmigración con la criminalidad y la supuesta inseguridad.
La campaña del referéndum ha sido muy acalorada. El SVP volvió a usar carteles de tonos claramente racistas como ya lo hizo ante las elecciones nacionales en octubre pasado. Las fuerzas moderadas y de izquierda rechazan la reforma porque va en contra de la Constitución y las leyes internacionales.
Últimos sondeos
La tendencia de voto se ha inclinado hacía el “no”, según las últimas encuestas. El 56% de los suizos está en contra la la propuesta frente al 33% a favor. Hace sólo un mes, el 48% aún apoyaba la idea del SVP con el 37% en contra.
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