Los embajadores de Suecia y Finlandia ante la OTAN han entregado este miércoles sus solicitudes de ingreso en la Alianza en la sede de la organización transatlántica, en Bruselas, donde se reunieron con el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

El Parlamento finlandés aprobó este martes adherirse a la Alianza, mientras que el Gobierno sueco comunicó su decisión de pedir la entrada a la organización el lunes. Stoltenberg ha asegurado que las solicitudes de Suecia y Finlandia constituyen "un paso histórico". Y en efecto lo es, ya que los dos países, ante la guerra en Ucrania, han roto su tradicional postura de Estados neutrales.

"Toda nación tiene derecho a elegir su propio camino. Ambos habéis hecho una elección tras rigurosos procesos democráticos y doy una calurosa bienvenida a las solicitudes de Finlandia y Suecia para unirse a la OTAN", ha continuado  Stoltenberg en presencia del diplomático finlandés, Klaus Korhonen, y el sueco, Axel Wernhoff

Con el acto de este miércoles, ambos países han dado el paso final para iniciar el proceso formal de ingreso, que podría completarse en tiempo récord si no surgen obstáculos. Después de que el Consejo Atlántico, el órgano ejecutivo de la Alianza, concluya sus conversaciones sobre la entrada de Finlandia y Suecia, que en principio durará unos días, dará comienzo el siguiente paso, el más largo de todos. 

Todos los Estados miembro deben rubricar el protocolo de acceso y dar el visto bueno a los nuevos socios, algo que podría durar meses debido a los diferentes procedimientos estipulados en cada país. Es aquí donde puede surgir trabas como las que ya ha anunciado Turquía, que reclama a los Gobierno sueco y finlandés un cambio en sus posturas hacia las milicias kurdas.

La organización funciona por consenso, así que teóricamente cualquier país que recele de las ambiciones de Finlandia y Suecia podría establecer algún tipo de veto. Turquía tiene en su mano este poder, si bien por ahora el rechazo no es definitivo y podría quedar a merced de futuras concesiones hacia Ankara.

El proceso de adhesión concluye en Washington, donde los documentos se depositan ante el Gobierno de EEUU. "La OTAN ya está vigilante en la región del mar Báltico y las fuerzas de la OTAN y de los aliados seguirán adaptándose según sea necesario. Todos los aliados están de acuerdo en la importancia de la ampliación de la OTAN. Todos estamos de acuerdo en que debemos permanecer juntos", ha comentado Stoltenberg.