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La posible coalición unitaria de la izquierda dificulta los planes de Macron con las elecciones anticipadas

Tras la clara victoria del partido de Marine Le Pen en las europeas, el presidente francés convocó elecciones anticipadas para este verano. Quiere que se conviertan en un duelo entre el macronismo y el lepenismo.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su intervención anunciando la disolución de la Asamblea y la convocatoria de elecciones legislativas, tras los resultados de los comicios al Parlamento Europeo. REUTERS/Christian Hartmann
El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su intervención anunciando la disolución de la Asamblea y la convocatoria de elecciones legislativas, tras los resultados de los comicios al Parlamento Europeo. Christian Hartmann / REUTERS

Es un escenario inédito en este siglo XXI en Francia. Por primera vez desde 1997, el país vecino celebrará unas elecciones legislativas anticipadas. El presidente francés, Emmanuel Macron, respondió con la convocatoria de esos comicios al batacazo sufrido por su coalición en las elecciones europeas del domingo. Con el 31,4% de los votos, la ultraderecha de Marine Le Pen se impuso con claridad en Francia, donde dobló en escaños y papeletas al partido del presidente (14,6%). Tras esos resultados, volver a las urnas en tres semanas resulta temerario.

La maniobra de Macron, sin embargo, se rige por una lógica. El dirigente confía en que el miedo a la ultraderecha y, sobre todo, la división de la izquierda lo ayuden a remontar en esos comicios, que se celebrarán el 30 de junio (primera vuelta) y el 7 de julio (segunda). Pero esos planes ya se han visto trastocados apenas 24 horas después del anuncio de los comicios. Tras haber estado reunidos durante toda la tarde del lunes en la sede de los verdes en París, los dirigentes de los principales partidos progresistas anunciaron un acuerdo preliminar para componer una alianza unitaria.

"Nos hemos puesto de acuerdo sobre la idea de un Frente Popular", aunque "aún queda mucho trabajo", dijo la secretaria general de los verdes, Marine Tondelier, ante los centenares de jóvenes concentrados delante de la sede de su formación. Allí se habían reunido los dirigentes de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos), el Partido Socialista, Los Ecologistas y el Partido Comunista.

"La amenaza de la llegada al poder de la xenofobia y el ultranacionalismo ha favorecido el pragmatismo de la izquierda"

De momento, se trata de un pacto preliminar, pero asienta las bases para reanudar una alianza parecida a la coalición NUPES de 2022. Aunque acabó con décadas de divisiones infructíferas en la izquierda, los verdes, comunistas y socialistas decidieron romper esa coalición de cara a las europeas, lo que facilitó la imponente victoria de la ultraderecha. No obstante, la amenaza de la llegada al poder de la xenofobia y el ultranacionalismo ha favorecido el pragmatismo de los dirigentes de izquierdas. La voluntad de componer un "Frente Popular" evoca el imaginario del Gobierno unitario de izquierdas entre 1936 y 1938, que se enfrentó al auge del fascismo y logró grandes avances sociales, como las vacaciones pagadas.

Después del 9J, resulta verosímil la posibilidad de una cohabitación entre Macron y un Gobierno encabezado por Jordan Bardella, la mano derecha de Le Pen. El mapa electoral del domingo habla por sí solo. La ultraderechista Reagrupación Nacional (RN) quedó primera en todas las regiones de la Francia metropolitana, incluida la de París, donde obtuvo su peor resultado (18,79%). Además, el lepenismo negocia con Reconquista de Éric Zemmour (principales aliados franceses de Vox) y Los Republicanos (LR, afines al PP) un pacto de no agresión de cara a las legislativas.

"Constituir un Frente Popular"

"Pido que podamos constituir un Frente Popular", afirmó el lunes en una entrevista radiofónica el secretario general del Partido Socialista (PS), Olivier Faure. "Insumisos, comunistas, socialistas y ecologistas, uniros para evitar lo peor y para ganar", había pedido el diputado François Ruffin, uno de los representantes más mediáticos de la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, durante la noche electoral.

En las legislativas de hace dos años, la coalición unitaria NUPES, liderada por Mélenchon, resultó clave para dejar a Macron sin mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, algo poco habitual para los partidos presidenciales en el país vecino y que el mandatario sueña con revertir en estos comicios anticipados. Entonces, la gauche obtuvo 151 diputados (de un total de 577) y se convirtió en el primer espacio de oposición. Pero las relaciones entre esos partidos se tensaron con la guerra de Gaza, además de los intereses de los aparatos. La fragmentación marcó su campaña para las europeas, que dejaron a un progresismo dividido y sin un liderazgo claro.

La lista del PS, liderada por Raphaël Glucksmann, quedó primera con el 13,8% de los votos. Puede parecer raquítico visto desde España, pero se trata del mejor resultado para los socialistas franceses desde 2014. Pese a las duras (e infundadas) acusaciones en los últimos meses de antisemitismo, el partido de Mélenchon consiguió un respaldo ligeramente superior a lo previsto por los sondeos, con casi el 10%. En cambio, los verdes y los comunistas obtuvieron un apoyo más modesto, con el 5,5% y el 2,4% respectivamente. Fueron unos comicios más agrios que dulces para las fuerzas progresistas.

La imponente victoria de Le Pen y el vértigo de afrontar unas nuevas elecciones en esta situación marcaron la digestión de la noche electoral. A pesar de ello, la izquierda mejoró ligeramente sus resultados respecto a las europeas de 2019, tanto en el porcentaje de votos como el número de eurodiputados. La suma de las listas progresistas representó un 36% de los sufragios, por un 38% de la extrema derecha. Resistieron bastante mejor al avance ultra que el macronismo. Este sufrió un claro voto de castigo, con 13 puntos menos que en la primera vuelta de las presidenciales de 2022 y ocho menos respecto a las anteriores europeas.

El domingo, fecha límite para llegar a un acuerdo

"Sin una movilización inmediata, la extrema derecha llegará al poder", advirtió la CHT

"Sin una movilización inmediata, la extrema derecha llegará al poder (…). Para impedir esta catástrofe organizada por Macron y Le Pen, la unidad de la izquierda resulta indispensable", pidió la CGT, el segundo sindicato con un mayor número de afiliados, en un comunicado. Tras haberse reunido el lunes por la tarde, las principales organizaciones sindicales convocaron manifestaciones para el sábado en el conjunto del territorio galo. Quieren presionar para que la izquierda culmine su acuerdo, además de movilizar a los jóvenes y las clases populares.

Si las fuerzas progresistas se presentaran unidas y repitieran los resultados de las europeas, tendrían serias opciones de quedar como segunda fuerza en la Asamblea, cerca de la ultraderecha (primera). Dificultarían, de hecho, que el partido de Le Pen supere el umbral de 289 escaños, que marca la mayoría absoluta. Y la coalición de Macron caería de la primera a la tercera posición.

Para ello, sin embargo, las izquierdas deben ponerse de acuerdo antes del domingo por la noche, cuando concluirá el plazo para presentar candidatos. Las negociaciones avanzan respecto a la elaboración de un programa común, que conservará la misma orientación socio-ecologista y de ruptura con el neoliberalismo que el acuerdo de la NUPES en 2022. Este martes presentarán las 15 primeras medidas.

Una parte de la izquierda quiere que Mélenchon dé un paso atrás

En cambio, hay más discrepancias respecto al liderazgo de este "Frente Popular Ecológico y Social". Una parte del aparato de los socialistas, verdes y comunistas quiere que Mélenchon dé un paso atrás, pese a tratarse del dirigente que hizo posible la NUPES. Los nombres de Ruffin o Laurent Berger, el ex responsable del sindicato moderado CFDT, han sonado como posibles nuevos líderes de esta alianza.

El "Frente Popular" tendrá probablemente una dimensión más colectiva que la NUPES, cuya campaña estuvo marcada por la figura de Mélenchon, quien evitó el declive de la izquierda gracias a su buen resultado en las presidenciales de 2022 (tercero, con el 22%). Si termina confirmándose, esta alianza aspirará a dar la sorpresa en las legislativas. Y así evitar una mayoría absoluta de la ultraderecha de Le Pen. Y también del neoliberalismo de Macron.

Esta noticia ha sido actualizada tras el acuerdo preliminar al que ha llegado la izquierda francesa de formar un Frente Popular.

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