Este artículo se publicó hace 11 años.
La Policía tailandesa permite a los manifestantes irrumpir en la sede del Gobierno
"El Gobierno no quiere ver ninguna confrontación, así que hemos ordenado a la Policía retirarse", asegura el Ejecutivo. Tras las protestas del lunes, que dejaron 119 heridos, los policías retiran barreras y alambres d
Tras dos días de duras batallas entre policías y manifestantes antigubernamentales, los manifestantes lograron entrar este martes sin resistencia en la sede de la Policía Metropolitana de Bangkok y la Casa del Gobierno en la capital tailandesa.
El jefe de la autoridad metropolitana, el general Kamronvit Thoopkrachang, indicó durante la mañana del martes a los medios que en la presente jornada los agentes no utilizarán gases lacrimógenos y permitirán a los manifestantes entrar en la sede de las autoridades para que permanezcan el tiempo que quieran, indica el diario Bangkok Post.
"Las oficinas pertenecen a la gente y fueron construidas con el dinero de sus impuestos", declaró el jefe policial. El Gobierno ordenó a la Policía que dejara a los manifestantes pasar a las instalaciones, aunque advirtió que se les responsabilizaría de los daños causados en las propiedades estatales.
Los manifestantes cargaron este lunes con cócteles molotov y cohetes contra los agentes, armados con gases lacrimógenos y cañones de agua
"Los manifestantes decían que quería entrar en los edificios gubernamentales, pero el Gobierno no quiere ver ninguna batalla ni confrontación, así que hemos ordenado a la policía retirarse", apuntó Teerat Ratanasevi, portavoz del Gobierno, al reiterar que quieren "evitar la violencia".
El líder del movimiento opositor, el ex viceprimer ministro en el Gobierno del Partido Demócrata (2008-2011) Suthep Thaugsuban, llamó a sus seguidores a concentrar sus fuerzas en el cuartel policial durante su discurso pronunciado anoche.
Al menos ocho camiones de la Policía se encuentran calcinados en la entrada de la Casa del Gobierno, tras los fuertes enfrentamientos entre ambos bandos durante esta noche, en los que antigubernamentales lanzaron decenas de cócteles molotov y cohetes contra las autoridades.
Durante las jornadas del domingo y lunes los policías intentaban dispersar a los alborotadores con gases lacrimógenos, cañones de agua y disparando pelotas de goma, mientras los seguidores de Suthep respondían con piedras, botellas y explosivos caseros a la par que intentaban quitar las barreras de cemento que rodean los edificios.
Durante la emisión en directo del canal Blue Sky, que secunda las manifestaciones contra el Gobierno, se podían ver el repliegue de los agentes antidisturbios, mientras los manifestantes trataban de retirar las barreras y alambres de espino para acceder al recinto gubernamental.
Tras lograr el acceso, algunos congregados y miembros de los antidisturbios se saludaban con efusivos abrazos, sacudidas de mano e instantáneas de grupo.
El Centro Erawan para Emergencias indicó en su último informe que 119 personas resultaron heridas durante las escaramuzas de ayer, tres de ellas por herida de bala, la mayoría con problemas derivados de la inhalación de gases tóxicos.
Shinawatra no piensa dimitirLa primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, indicó ayer ante la prensa que no piensa dimitir del cargo tal como le exigen los manifestantes antigubernamentales a los que volvió a ofrecer la salida al diálogo para superar la crisis política.
Yingluck calificó como "inaceptables" y contrarias a la Constitución las demandas del líder de las protestas para que ceda el poder a un consejo popular, después de reunirse con Suthep la noche del lunes en un encuentro propiciado por los jefes del Ejército.
La primera ministra ve "inaceptable" la demanda del líder de las protestas, que quiere que ceda el poder a un consejo popular
Los antigubernamentales acusan al Gobierno electo de corrupción y estar manejado en las sombras por el depuesto primer ministro y hermano mayor de la actual primera ministra, Thaksin Shinawatra.
Al menos tres personas murieron durante los enfrentamientos entre seguidores y detractores del Ejecutivo el pasado sábado por la noche en torno a la Universidad de Ramkhamhaeng y el estado Rajamangala, en el noroeste de la capital. Tailandia arrastra una grave crisis política desde el golpe militar incruento que en 2006 derrocó al Gobierno de Thaksin.
Thaksin y su hermana cuentan con gran respaldo entre las clases bajas y las áreas rurales del noreste, mientras que gran parte de sus opositores proceden de las clases medias y altas urbanas y de sectores cercanos al Ejército y la monarquía.
La presión continuaráEl líder de las manifestaciones contra el Gobierno tailandés, Suthep Thaugsuban, ha destacado este martes que el movimiento que encabeza ha logrado una primera victoria frente al Ejecutivo, al tiempo que ha prometido que su campaña de presión continuará hasta que la primera ministra, Yingluck Shinawatra, presente su dimisión y termine toda influencia de su "régimen" en el país asiático.
"Hoy podemos celebrar nuestra victoria pero sólo es parcial. Nuestra lucha continuará mientras siga Yingluck Shinawatra, su Gobierno y la tiranía del régimen de Thaksin continúen intactos", ha proclamado Suthep, en un discurso ante sus seguidores en Bangkok el mismo día en que han irrumpido en la sede de la Jefatura del Gobierno, según recogen los diarios The Nation y Bangkok Post.
Suthep ha asegurado que las manifestaciones continuarán hasta lograr el final del "régimen de Thaksin", en referencia al hermano de la primera ministra, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en 2006 en un golpe de Estado y condenado posteriormente en rebeldía a prisión por cargos de corrupción. En esta línea, ha dejado claro que las movilizaciones no han terminado, a pesar de haber logrado irrumpir en el cuartel general de la Policía Metropolitana de Bangkok y la sede del Gobierno.
Tras la ocupación temporal de esas dos instituciones, los manifestantes se han retirado a sus bases, establecidas en torno al Monumento a la Democracia y en la Avenida Ratchadamnoen. "Podemos celebrarlo pero no os dejéis arrastrar", ha afirmado Suthep, que ha reivindicado la "victoria parcial" de su movimiento.
Suthep, que se ha autoproclamado el secretario general del Comité Popular para la Reforma Democrática de Tailandia, ha asegurado que la disolución del Parlamento y la renuncia de Yingluck no serían objetivos suficientes para poner fin a las protestas porque las movilizaciones buscan acabar con todo signo del denominado "Régimen de Thaksin".
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