Este artículo se publicó hace 4 años.
Brutalidad policialLa Policía de EEUU dispara a un niño de 13 años con autismo al sufrir un ataque de ansiedad
La madre del menor había llamado al 911 para que ayudaran a tranquilizar a su hijo. Ahora Linden Cameron está ingresado en un hospital con heridas graves tras recibir recibir varios tiros en el intestino, un hombro, la vejiga y los tobillos.
Linden Cameron, un niño estadounidense de 13 años, fue tiroteado el viernes pasado después de que su madre llamara a la Policía de su ciudad, Salt Lake City (Utah) para que le ayudaran a calmarlo al sufrir una crisis nerviosa derivada del síndrome de Asperger que padece, un trastorno del desarrollo del espectro autista. Ahora Cameron continúa ingresado en un hospital en estado grave.
Este nuevo caso de abuso policial en Estados Unidos se hizo público después de que la madre, Golda Barton, lo denunciara a los medios locales y abriera una campaña en un portal para pedir fondos para el tratamiento médico del menor. Barton había avisado a los agentes que su hijo no iba armado y que era autista. "Se enfada y comienza a gritar, es solo un niño. Tiene problemas mentales", relató en el canal local KUTV.
Cuando la policía llegó a su casa le pidieron que saliera, explica Golda Berton. Desde fuera escuchó que los agentes obligaban a su hijo a que se tumbara en el suelo y luego escuchó el ruido de los disparos. El parte médico señala que Linden Cameron tiene lesiones en un hombro, en el intestino, la vejiga y los tobillos provocados por los disparos.
La versión policial señala que "creían que el menor iba armado"; sin embargo, no se encontró ningún arma en el lugar de los hechos, recoge The Washington Post. Y la madre no se explica cómo los agentes no pudieron retener a "un niño pequeño": "¿por qué no lo derribaron y ya está?", recrimina.
Por su parte, la alcaldesa de Salt Lake City, la demócrata Erin Mendenhall, ha manifestado en un comunicado que "no importa las circunstancias, lo sucedido el viernes es una tragedia y asegura que "espera que se lleve con celeridad y de manera transparente por el bien de todos los implicados".
El abuso policial a personas con trastornos mentales, al igual que por racismo sistémico, ha generado varias críticas en Estados Unidos. El caso más conocido recientemente es el de Daniel Prude, un hombre afroamericano de 41 años que fue asfixiado por agentes de la Policía en el estado de Nueva York. Su hermano había alertado el pasado 23 de marzo de que Daniel Prude estaba sufriendo una crisis nerviosa provocada por un trastorno psicológico.
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