El partido gobernante de Japón pierde su mayoría parlamentaria tras las elecciones, según una proyección
Según la cadena estatal NHK las proyecciones no clarifican por ahora si el PLD logrará sumar junto a su actual socio de Gobierno.
Tokio-Actualizado a
A la espera de conocerse los resultados oficiales de los comicios a lo largo de la jornada del lunes, las estimaciones de los medios locales apuntan a que Japón entra en un periodo de gran incertidumbre política y encara su primer cambio de Gobierno desde 2009. La coalición gobernante de Japón, formada por el Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Shigeru Ishiba y la fuerza budista Komeito, perderá la mayoría parlamentaria en los comicios generales celebrados este domingo, según las proyecciones de los resultados de la cadena estatal NHK.
Estas dos fuerzas no lograrán sumar los 233 escaños que marcan la mayoría en la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento) de Japón, en lo que supondría una sonada derrota para el PLD, que se mantenía en el poder desde 2012 en Japón.
Según las estimaciones de la cadena pública nipona, NHK, el PLD y el Komeito obtendrán juntos entre 185 y 232 escaños, según las proyecciones de NHK, basadas en sondeos a pie de urna y estimaciones a partir del recuento parcial de los votos. Antes de estas elecciones contaban con una cómoda mayoría de 288 escaños.
El mayor triunfador de los comicios es el progresista Partido Democrático Constitucional (PDC) de Yoshihiko Noda, principal fuerza de la oposición, que podría alcanzar los 191 escaños, más del doble de su representación actual aunque insuficiente también para gobernar.
Estas estimaciones apuntan a unos resultados enormemente ajustados en unos comicios que ya se presentaban muy inciertos para el PLD que lidera el primer ministro, Shigeru Ishiba.
El PLD convocó los comicios anticipados apenas un mes después de que Ishiba se impusiera en las primarias de su partido, sumido en una profunda crisis de popularidad debido a una sucesión de escándalos que acabaron con la dimisión el pasado septiembre del anterior primer ministro, Fumio Kishida. El PLD "no ha podido ganarse la confianza" de los ciudadanos y "ha sido juzgado con severidad", dijo este domingo el actual primer ministro al conocer las proyecciones que dibujaban un panorama sombrío para su formación.
Ishiba, quien había dicho que consideraría una victoria electoral retener la mayoría de la actual coalición, no quiso descartar la opción de buscar otros socios más allá de su tradicional aliado, el Komeito, para tratar de formar Gobierno.
Pero esta opción parece complicada debido a la negativa a cualquier alianza que ya han manifestado potenciales socios como el también conservador Partido de la Innovación, cuarta fuerza parlamentaria, y el centrista Partido Democrático Popular (PDP), que va camino de triplicar su representación.
Un "juicio severo" para el PLD
El partido conservador sufrió un duro castigo en las urnas por la sucesión de escándalos en los que se ha visto envuelto en los últimos años, el más reciente de ellos una serie de casos de financiación irregular de sus parlamentarios que derivó en la dimisión el mes pasado del anterior primer ministro, Fumio Kishida.
Ishiba se impuso en las primarias de su partido e hizo campaña para estas generales con el lema de "respetar las reglas" y de impulsar los principios de honestidad y transparencia, pero este mensaje no parece haber convencido a los votantes.
Una alternativa que permitiría al PLD aferrarse al poder sería reintegrar en sus filas a una docena de parlamentarios que decidió no respaldarlo por estar involucrados en el escándalo de cobros en negro y que concurrieron de forma independiente a estos comicios.
Sin embargo, esta medida tendría un alto coste en términos de desgaste ante la opinión pública, ya que supondría una contradicción con la "limpieza" del partido que ha prometido culminar Ishiba.
"Todas las opciones" abiertas en la oposición
Noda, líder del Partido Democrático Constitucional y último primer ministro nipón de un partido distinto al PLD -lo fue en un breve mandato de 2011 a 2012, al frente del extinto Partido Democrático -, expresó su satisfacción por lo que considera "una buena respuesta" de los votantes.
El político afirmó que para su formación sería "inaceptable" un Gobierno encabezado por la actual coalición en el poder y se mostró abierto a dialogar con el resto de la oposición "siempre que estén de acuerdo con promover reformas políticas fundamentales".
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