Este artículo se publicó hace 15 años.
El paro obliga a los irlandeses a replantearse el 'no' al tratado
Los jóvenes votaron en contra del Tratado de Lisboa, pero ahora dudan a causa del aumento del desempleo
La cola de jóvenes rodea toda la manzana durante varias horas. El referéndum que se celebra este viernes en Irlanda no puede estar más lejos de sus preocupaciones.
Miles de jóvenes van pasando por la sala de un hotel de Dublín para una entrevista de trabajo. La cadena de grandes almacenes Marks and Spencer ofrece 588 empleos, pero no a jornada completa, para la campaña de Navidades.
James conoce a alguien que estuvo aquí el año pasado. “Entró directamente casi sin esperar. Ahora hay que esperar horas. Llevo siete meses buscando un empleo y no he encontrado nada”, dice con pocas esperanzas.
Hace un año, el 59% de los jóvenes de entre 25 y 34 años votó en contra del Tratado de Lisboa. Ahora, su ánimo es muy diferente y las posibilidades de conseguir un empleo, mucho menores. Aunque la Unión Europea no cuente con muchos partidarios entre sus filas, es probable que un número significativo de ellos crea que Irlanda no puede volver a dar la espalda a la UE.
El 'milagro irlandés' se ha hundido en un agujero de pesimismo. En 20 meses, el paro ha pasado del 4,7% al 12,6% actual. La caída se ha estabilizado en septiembre, pero se teme que ha sido porque los inmigrantes de Europa del Este han comenzado a regresar a sus países.
"En 20 meses, el paro ha pasado del 4,7% al 12,6% actual"
“Creo que debemos acercamos todo lo posible a Europa a causa de la situación económica”, cuenta Brian Hayden, de 28 años, que votó 'no' el año pasado y que ahora ha decidido cambiar de opinión.
Es cierto que muchos otros jóvenes volverán a votar en contra, porque desconfían de la influencia de Bruselas en el mercado laboral.
Sin embargo, pocos creen que Irlanda pueda sobrevivir sola a esta recesión. Es lo que ha hecho, entre otros factores, que el último sondeo conceda un 55% al 'sí' y un 27% al 'no', con sólo un 18% de indecisos.
En su última intervención en la campaña, el primer ministro, Brian Cowen, defendió el argumento de que el 'sí' ayudará al país a entrar en la recuperación económica. El argumento es tan falso como la denuncia que hacen los grupos que se oponen al Tratado de Lisboa, que alegan que la UE puede imponer a los irlandeses la reducción del salario mínimo.
Irlanda fue el primer país europeo que entró en recesión y será de los últimos en salir de ella
En Bruselas, han rezado para que Cowen no abriera la boca en la campaña. No podía quedarse callado pero al menos ha reducido al mínimo sus declaraciones. Todos dicen en Irlanda que su Gobierno es el más impopular desde que el país obtuvo la independencia en los años 20.
Cowen lo sabe. Por eso, ha dejado claro que no dimitirá aunque vuelva a ganar el 'no'. En caso contrario, las urnas se llenarían de votos negativos con la intención de deshacerse de un Gobierno que amaga con aumentos de impuestos y recortes en los programas sociales para salir de la crisis.
Irlanda fue el primer país europeo que entró en recesión y será de los últimos en salir de ella. Eso influirá más que los argumentos utilizados en la campaña o la penosa imagen del Gobierno. Al menos, eso es en lo que confía la Unión Europea.
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