Este artículo se publicó hace 12 años.
París investiga una purga política en la Policía
Cinco cargos fueron relegados bajo acusaciones falsas
La Justicia francesa investiga actualmente al prefecto de Policía de París y a la Inspección General de Servicios (IGS, la policía de asuntos internos) por una trama que incluyó escuchas manipuladas e informes trucados, todo ello destinado a purgar a policías y altos funcionarios de Interior considerados no suficientemente fieles a la derecha sarkozysta. Así lo reveló ayer el diario Le Monde, seguido de inmediato por otras revelaciones más precisas, especialmente de la web del semanario Le Point.
El escándalo, que empezaba anoche a cobrar proporciones considerables, se remonta a los momentos de 2006 y 2007 en que Nicolas Sarkozy era ministro de Interior, empezaba a extender sus redes, y emprendía su irresistible ascenso a la presidencia.
La campaña coincidió con el paso de Sarkozy por el Ministerio de Interior
Entonces, según el relato de Le Monde tras consultar el sumario, la IGS falsificó pruebas de una investigación interna, y ello con el objetivo de purgar a varios altos funcionarios de Interior, especialmente a tres de ellos considerados excesivamente próximos a la izquierda. Se les acusó nada menos que de estar implicados en una red de tráfico de permisos de residencia para inmigrantes extracomunitarios.
La carrera de los cinco hombres fue paralizada, todos fueron suspendidos y purgados. Cuatro de ellos fueron, además, procesados. Al término de un larguísimo proceso judicial por tan grave acusación (tráfico de documentos de identidad y permisos de residencia), todos ellos fueron completamente absueltos por la Justicia. Inocentes, ahora contraatacan por denuncia calumniosa.
En el marco de las investigaciones por esa presunta denuncia calumniosa, varios jueces comenzaron sus investigaciones. Y uno de ellos convocó el pasado 15 de diciembre nada menos que al prefecto de Policía de París, Michel Gaudin, uno de los pilares de la extensa trama que Sarkozy ha creado en el mundo de los uniformados.
Tres de los mandos apartados eran vinculados a la izquierda francesa
También ha sido interrogado Pascal Mailhos, exjefe de la Policía Secreta que entonces se llamaba Inteligencia General (RG). Ambos fueron colocados en el estatuto de "testigo asistido", que implica que en cualquier momento pueden ser inculpados.
Según el sumario consultado por Le Monde, para poder arrojar sospechas sobre los altos funcionarios y purgarlos, los policías del IGS manipularon las actas de varios seguimientos, introdujeron falsedades en el contenido de escuchas telefónicas, deformaron las minutas de interrogatorios y presionaron a varios testigos.
Un jefe del IGS pagó de su propio bolsillo a un desconocido "perito" para que aportara un informe al dossier montado contra los altos funcionarios.
Yannick Blanc, uno de los altos funcionarios franceses purgados, se negó ayer a especular sobre quién dio la orden, pero sí insistió: "El hecho de que tales manipulaciones puedan producirse en la Policía me parece lo suficientemente preocupante como para que la Justicia investigue hasta el final, y que siga trabajando como lo ha hecho en los últimos cuatro años".
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