Este artículo se publicó hace 3 años.
Paramilitares marroquíes violan a la activista saharaui Sultana Jaya ante el silencio de la comunidad internacional
Jaya vive en arresto domiciliario desde hace un año con su hermana y su madre. Han sido agredidas y violadas en varias ocasiones por agentes marroquíes en distintos allanamientos de su hogar. El Gobierno de España se pone de perfil ante este claro caso de vulneración de derechos humanos.
Beatriz Asuar Gallego / Vídeo: Amanda García
Madrid--Actualizado a
Una gravísima violación de los derechos humanos se produjo este lunes ante el alarmante silencio de la comunidad internacional. Los paramilitares marroquíes allanaron por quinta vez la casa de la activista saharaui Sultana Jaya, violaron a ella y a su hermana y agredieron a su madre, que tiene más de 80 años, según han denunciado las propias víctimas. Los agentes desordenaron toda la casa y robaron pertenencias de la familia, que lleva ya un año de arresto domiciliario, viviendo sin luz, agua e Internet. Con problemas para alimentarse bien. Y con paramilitares armados —los que las han agredido en varias ocasiones— rodeando su casa las 24 horas del día.
Sultana Jaya vive en la ciudad saharaui de Bojador y es la presidenta de la Liga Saharaui para la Defensa los DDHH y en Contra del Expolio de los Recursos Naturales. El 19 de noviembre comenzó su arresto domiciliario cuando volvía a su casa de España tras realizarse unos reconocimientos médicos. Habían pasado seis días desde que Marruecos rompió el alto al fuego que había firmado con el Frente Polisario 29 años atrás.
No es la primera vez que Jaya es agredida. De hecho, ya es la quinta vez que la organización Équipe Média, una agencia de prensa de Sáhara Occidental, denuncia un allanamiento por parte de paramilitares marroquíes. En un vídeo difundido por las redes sociales se ve el domicilio completamente destrozado.
La agencia también difundió otro vídeo de la hermana de Sultana, Waari Jaya. "Las fuerzas de ocupación marroquíes entraron esta madrugada. Nos agredieron a mi madre y a mí. A Sultana la violaron sexualmente. Ahora le estamos poniendo piedras caliente para aliviar el dolor. ¿Dónde está el mundo? ¿Dónde están las organizaciones internacionales?", denunció.
El 21 de noviembre comenzó el arresto domiciliario de las tres saharauis, tal y como contó Jaya a Público: "El 19 de noviembre encontré un gran número de fuerzas de ocupación esperándome, encabezadas por el comisario de policía Abdel Hakim Aamer. Este último fue quien les ordenó que me sacaran a la fuerza del coche, donde fui golpeada, acosada sexualmente y registraron minuciosamente todas las zonas sensibles de mi cuerpo. Dos horas después me soltaron y me dirigí a mi casa familiar para encontrarme con la misma escena y el mismo trato, donde esta vez ellos también sufrieron violencia".
Los paramilitares echaron agua de mofeta en una ocasión por la casa de Sultana Jaya
Ahmed Ettanji, periodista y presidente de Équipe Média, cuenta a Público que ya han sido cinco las veces que paramilitares "encapuchados" han allanado la casa de Jaya y tres las veces en las que han violado o agredido sexualmente a ella, a su hermana o a su madre. Viven sin atención médica alguna, pese a las graves agresiones. Relata que en una de las ocasiones los paramilitares asfixiaron con un trapo a Jaya y la activista a los días empezó a sentir que tenía síntomas de covid-19 a los pocos días. Otro día echaron en la casa de la familia productos químicos que son nocivos para la salud. Utilizaron incluso agua de mofeta, que es un producto que utilizan habitualmente los israelíes contra los palestinos. "Un compuesto líquido con un olor horrible descrito por quienes lo han experimentado como el olor de aguas residuales mezclado con cadáveres en descomposición", explicó la académica, escritora y analista política palestina Yara Hawari para La Red 21.
En el último allanamiento, los paramilitares pincharon a Jaya con inyecciones y desconocen los químicos que había. "Todavía no le ha pasado nada, pero no sabemos qué ocurrirá con el paso del tiempo", lamenta Ettanji.
Marruecos tampoco permite que nadie entre en la casa. No hay libertad de movimiento, es una casa completamente cercada. Un día cinco jóvenes entraron en la casa y el periodista relata que fueron secuestrados y agredidos por los paramilitares y aparecieron en el desierto. Una hermana de Jaya es la que intenta llevarles comida, pero no siempre puede. La salud de la madre ha empeorado gravemente ya que tiene diabetes y se ve muy afectada, por ejemplo, por la falta de luz, y tiene la tensión por las nubes.
"Marruecos sigue impune"
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, relatores de la ONU o individualidades han denunciado la situación en la que vive la familia de Jaya, pero la trágica realidad es que la atención que ha recibido para llevar un año de arresto domiciliario, más todas las vulneraraciones de sus derechos, ha sido realmente limitado y bajo.
El Gobierno de España es un claro ejemplo de institución que calla ante estas violaciones de Derechos Humanos. El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel Albares, evitó pronunciarse sobre la situación que sufre la activista saharaui, después de que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le preguntara por ello. "Las relaciones de vecindad jamás se anteponen a la defensa de los derechos humanos", señaló con la habitual equidistancia representada por el Ejecutivo en relación al Sáhara Occidental.
La comunidad internacional no presiona y por esto "Marruecos sigue impune", valora el periodista. Lo mínimo sería que se levantara el arresto domiciliario para toda la familia de Jaya, pero todas ellas son activistas y no se rinden. De hecho, pese a todas las agresiones recientes, Waari Jaya alzó en el vídeo la bandera del Sáhara Libre, como cuenta que también hizo su hermana frente a los paramilitares. "Resistiremos. Lucharemos. Venceremos. Hasta la libertad, hasta la independencia", afirma con fuerza.
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