Más de 13 millones de neerlandeses este jueves acudirán a las urnas de Países Bajos para dar comienzo a la elección de un nuevo Parlamento Europeo, en unos comicios en los que se presentan un total de 20 partidos políticos de todas las ideologías, aunque con la derecha radical liderando las encuestas.

Los colegios electorales permanecerán abiertos hasta las 21 horas (19.00 GMT) y los neerlandeses elegirán a 31 de los 751 representantes que tiene el Parlamento Europeo.

Las últimas encuestas sitúan en cabeza al partido de derecha radical PVV, liderado por Geert Wilders, algunas lo colocan empatado a la lista de izquierdas formada por los verdes y socialdemócratas GL-PvdA, que lidera el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans. Cada uno obtendría ocho escaños si se cumplen las previsiones.

Países Bajos ha dado así inicio este jueves a las elecciones europeas, que acogen los 27 países europeos hasta el próximo domingo. Hay mucha atención en las cifras de participación, que puede ser mucho más baja que en otras elecciones nacionales en Países Bajos.

En la convocatoria anterior, en 2019, un 41% de los votantes neerlandeses acudieron a las urnas, frente al 78% que participó en los comicios legislativos que celebró el país el pasado noviembre, con una gran victoria del PVV de Wilders.

Un estudio realizado por el programa público EenVandaag y la agencia Ipsos I&O muestra que un 62% de los votantes neerlandeses se guiarán totalmente o en gran medida, a la hora de votar por la política nacional, tras los esfuerzos de los partidos de derechas, liderados por Wilders, para formar el futuro gobierno neerlandés, que sustituirá al del liberal Mark Rutte.

Las políticas migratorias son otro de los temas clave para muchos votantes en las elecciones europeas, según Ipsos, ya que tanto Wilders como Timmermans han concedido especial atención a esta cuestión en su campaña, con posiciones enfrentadas sobre el trato a ofrecer a refugiados y solicitantes de asilo.

El pacto de gobierno alcanzado por Wilders a mediados de mayo plantea reducir el asilo bajo una "cláusula de exclusión" de las políticas europeas, limitar las ambiciones climáticas, aliviar al sector agrícola de las normas ambientales europeas, y reforzar el respaldo al Gobierno israelí de Benjamin Nentayahu.