La 'operación bot' que desacredita a Milei: el presidente de Argentina cita una cuenta falsa para hablar de la caída de la inflación
El Gobierno argentino se apoyó en datos proporcionados por una cuenta fraudulenta de la red social Twitter (X) para sustentar la teoría de la desinflación en una entrevista.
Leandro Renou (Página 12)
Buenos Aires-Actualizado a
El hecho es muy particular y abre un abanico de preguntas y preocupaciones sobre los métodos que utiliza el Gobierno argentino, la veracidad de los contenidos que difunde y, sobre todo, el uso de herramientas estadísticas de confianza que el propio Estado tiene.
En las últimas horas, el presidente Javier Milei ha citado en una entrevista datos de bajadas de precios en base a información surgida del conocido como "Jumbo Bot", que se anuncia como una cuenta de X que mide la evolución de los precios en una cadena de supermercados con el mismo nombre.
Sólo unos minutos después de esa cita oficial, la cuenta Jumbo Bot (@Bot_Jumbo) ha emitido un mensaje diciendo que, en realidad, nunca midió precios y que la cuenta fue "un experimento social".
Es decir, el presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo (que el viernes usó el mismo bot en otra entrevista), se han servido de datos provenientes de una cuenta falsa de X para sustentar la teoría de la desinflación.
En la Casa Rosada, la situación es delicada y la mayoría apoya la teoría conspirativa de una operación que busca "desprestigiar al Gobierno". Como era de prever, la situación se ha viralizado al instante porque, tal y como se han apresurado a denunciar representantes de otros supermercados del país valiéndose de un símil futbolístico, "el Gobierno de las redes ha perdido jugando de local, con viento a favor y en el minuto 91 contra un robot falso y con datos falsos".
En este contexto, se imponen además varias curiosidades: la primera, que la Secretaría de Comercio Interior tiene un sistema que se llama SEPA, uno de los pocos que no desmanteló, y que le muestra en tiempo real las subidas y bajadas de precios de los grandes supermercados, los datos se encuentran en el sistema online compartidos por las mismas empresas.
En resumen, con mirar los ordenadores oficiales, el Gobierno argentino podría haber mostrado la situación real de los precios no sólo apelando a medios confiables, sino además evitando informarse a través de un bot que opera en las redes sociales. La pregunta entonces es: ¿si el SEPA da los mismos datos de la bajada de precios, por qué no los usaron? ¿Da los mismos datos de la bajada de precios?
Datos falsos
El Gobierno argentino no ha comprobado la veracidad de los datos de los bot con las empresas: según supo Página 12, estas cuentas automatizadas (otros establecimientos del país como Coto, Carrefour o Chango Más también disponen de una) no solo no responden a las empresas, sino que se ha comprobado que las cifras que publican no coinciden con lo que se ve en sus resultados. En pocas palabras, son bots que operan, por alguna razón, con datos de precios que no se sabe de dónde vienen.
Otro punto es saber quién les envió a Caputo y a Milei el bot de Jumbo, que es una cadena no de las más populares ya que antes del escándalo tenía sólo 4.000 seguidores, frente a los casi 40.000 del bot de Coto o de Carrefour. Este diario publicó en su edición dominical un artículo en el cual se contó que Caputo es amigo personal de Carlos Corro, el director comercial de Jumbo, responsable de su estrategia de comunicación.
Esa unión, que se da desde que se ven los veranos en Cumelén −lugar recreativo de los poderosos en la Patagonia argentina−, y almorzaban juntos cuando Caputo era consultor, explica que Jumbo haya sido el único híper que saliera a apoyar todo el discurso de Caputo, al pie de la letra, tanto contra las promociones dos por uno como contra los descuentos porcentuales. Hoy, es casi una certeza en el sector que fueron los directivos de la empresa Cencosud, los chilenos dueños de Jumbo, Disco y VEA, los que le recomendaron a Caputo usar el Jumbo bot.
¿Quién se hace responsable?
Que Milei haya caído en una trampa de bots en redes sociales demuestra, más que nada, que una fuerza política es alimentada con horas de troleo. Y también genera dudas sobre cómo usan y manejan la información. Estos hechos han tenido lugar, además, a horas de que este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) de Argentina haya formalizado un IPC que Caputo ve más cerca de diez puntos. Para los que conocen las redes, la operación del Jumbo bot fue "perfecta" porque de este modo el Gobierno ha creado desconfianza en la opinión pública con verdades a medias a través de la manipulación de los hechos.
A su favor, hay que decir que no son pocas las consultoras que venden un servicio de bot, que funciona de la siguiente manera: es una aplicación que toma datos, en general, de los sitios web de los comercios o supermercados y en base a esos datos ofrecen un servicio de análisis de esa información bajo determinados parámetros. Ese servicio se ofrece no sólo con datos de hipermercados, sino de otras empresas. El caso más emblemático es el servicio sobre las transacciones de Mercado Libre, la empresa de Marcos Galperín.
Lo curioso aquí es que el bot de Jumbo cerró su mensaje desmintiendo sus propios datos asegurando que el experimento con esa cuenta "sirvió para una cosa: ver la necesidad que tienen muchos de mostrar resultados que la realidad niega". En el Gobierno argentino insisten, de todos modos, que los calcularon y que los datos coinciden con los reales. Una guerra entre los hechos y la verdad.
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