"Ojalá entren en razón quienes apoyan a Marruecos"

Tras años de presiones para que las empresas se vayan retirando poco a poco de las ciudades del Sáhara Occidental, ocupadas por Marruecos desde 1975, el Frente Polisario reconoce que los intereses económicos están cediendo a las demandas de terminar con el expolio de sus recursos naturales. El beneficio de lo que estas empresas internacionales obtienen allí, no repercute en el pueblo saharaui, por lo que el brazo político de su gobierno, el Frente Polisario, califica de "pillaje" las actividades de estas compañías en la parte oeste del Sáhara. Alí Mojtar, delegado del Polisario en Madrid, pide ahora a Marruecos que empiece a respetar los derechos humanos, otro aspecto objeto denuncia por parte las asociaciones civiles que trabajan en la zona.

¿Cómo valora el Polisario la decisión de Jealsa de dejar de envasar sus latas de conservas en la fábrica de El Aaiún?

Acogemos con optimismo la noticia y felicitamos a la empresa por haber tomado esta decisión que se ajusta al derecho internacional. Ha sidoun reclamo del pueblo saharaui pero también de la comunidad internacional, que ha estado pendiente de que triunfara la justicia.

¿A qué cree el Polisario que responde este cambio?

Sin duda a las presiones sociales. Marruecos está cada vez más arrinconado a las presiones, no solo en el aspecto económico, sino enel de los derechos humanos. Estamos convencimos de que más pronto que tarde prevalecerá en todos los ámbitos el derecho saharaui para que setermine definitivamente el expolio y se respete la integridad territorial del Sáhara. La presión de la sociedad civil con el pueblosaharaui se ve, no solo en España, también en Europa y en el resto del mundo. Ejemplo de ello es el reciente informe del Centro Kennedy asícomo la visita del relator especial de la ONU sobre la tortura. Todo esto conlleva que Marruecos sienta la fuerte presión internacional y que las empresas involucradas en el expolio entren en conciencia y retiren estos pillajes. Ojalá siga la presión y entren en razón quienes apoyan a Marruecos.

¿Se beneficiaba de alguna manera la población saharaui de los empleosque ofrecía la conservera gallega en su fábrica en El Aaiún?

Quien se beneficia son las autoridades de Marruecos y las empresas que apoyan la explotación. Los saharauis están cada vez más marginados,tanto social como económicamente. Por eso sucedieron los hechos de Gdem Izik, [el campamento civil de protesta levantado a las afueras deEl Aaiún que fue arrasando por las fuerzas de seguridad marroquís en
noviembre de 2010 dejando varios muertos, heridos y decenas de detenidos] contra la marginación y la pobreza cada vez más evidente.Tengo un familiar en esa empresa y se a ciencia cierta que el número de trabajadores de Marruecos es abrumadoramente mayor que el de lossaharauis. Además, se hace una gran diferenciación entre el saharaui y
el marroquí; el primero es un ciudadano de segunda.

El Polisario ha denunciado el expolio de sus recursos naturales porparte de empresas europeas. ¿Qué respuesta ha obtenido antes estascompañías?

A lo largo de los años las empresas van entendiendo que en el Sáhara están violando el derecho internacional, que se están violando losderechos del pueblo saharaui y que ningún país ni organización internacional reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara.También cuenta la presión que llega desde la sociedad civil o la Unión Africana. Las organizaciones internacionales apelan a las empresas aque se mantengan alejadas del territorio hasta que no se llegue a la solución del conflicto, que pasa por el referéndum deautodeterminación.

¿Conoce en qué estado se encuentra la negociación del próximo acuerdode pesca entre la Unión Europea y Marruecos?

Tenemos presencia permanente en el Parlamento y hacemos el seguimiento. Ya un buen precedente y existe la conciencia de nomezclar las cosas y dejar claro que el Sáhara es un territorio que tiene pendiente la descolonización. Esperamos que España no presionepara que se firme el acuerdo en contra de la voluntad del pueblo
saharaui y que asuma de una vez su responsabilidad histórica.