Este artículo se publicó hace 2 años.
Nuevo golpe de Estado en Burkina Faso: un grupo de soldados derroca al líder de la junta militar que dirigía el país
Hace apenas ocho meses el hasta ahora presidente lideró otra asonada militar.
Un grupo de soldados dirigidos por el capitán del Ejército de Burkina Faso Ibrahim Traoré ha dado este viernes un golpe de Estado y ha derrocado al líder de la junta militar que dirigía el país, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.
En un mensaje dirigido a la nación en la televisión estatal, los golpistas han anunciado la suspensión de la Constitución y de la Carta de Transición, así como la disolución del Gobierno de transición y la Asamblea. También han cerrado las fronteras nacionales tras un día marcado por la confusión debido a la sublevación de militares en la capital, Uagadugú. Por el momento se desconoce si se han producido detenciones.
La asonada se produce apenas ocho meses después de que militares liderados por el propio Damiba dieran un golpe de Estado el 24 de enero -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieran al entonces presidente del país.
Los golpistas acusan a Damiba de desviarse del ideal del Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR), nombre de la junta que tomó el poder en enero. Los militares liderados por Traoré, que aún dicen pertenecer al MPSR, han decretado un toque de queda de las 21:00 hora local (misma GMT) a las 05:00 hora local y la suspensión de toda actividad política y de la sociedad civil. "Las fuerzas vivas de la nación serán convocadas en breve para adoptar una nueva Carta de la Transición y para designar un nuevo Presidente de (Burkina) Faso, civil o militar", han indicado.
La jornada del viernes comenzó con los soldados sublevados tomando el control de varias zonas estratégicas de Uagadugú, donde cerraron escuelas, bancos y negocios. De acuerdo con medios locales, detrás de este movimiento están soldados descontentos de las Fuerzas Especiales que son integrantes de la unidad Cobra. "Queremos un verdadero señor de la guerra que libere al país", declaró uno de ellos al medio local Infowakat.
Según constató la Agencia Efe, los soldados estaban presentes en los alrededores de la televisión nacional, la céntrica rotonda de Naciones Unidas, en la avenida Kwame Nkrumah, donde se encuentra la sede de la Unión Europea, y el barrio residencial Ouaga 2000. En el centro de la capital, Efe pudo ver a ciudadanos aplaudiendo a los soldados que custodiaban ciertas calles de la ciudad, así como a manifestantes que portaban banderas rusas (mercenarios rusos ayudan al vecino Mali en la lucha antiyihadista) y pedían a los militares sublevados el derrocamiento de Damiba.
También se escucharon detonaciones de madrugada en el cuartel militar General Baba Sy y que más tarde dieron paso al sonido de tiros esporádicos. También este jueves acaeció una protesta en Bobo-Dioulasso, la segunda ciudad del país, en la que los manifestantes portaban pancartas donde podía leerse "Damiba dimisión" o "Queremos la paz".
El nuevo golpe de Estado se produce después de que el pasado 26 de septiembre un convoy de suministros que iba escoltado por el Ejército burkinés fuera atacado por terroristas cerca de la norteña ciudad de Gaskindé (provincia de Soum, región del Sahel). El balance provisional oficial fue de once cuerpos de militares encontrados, 28 heridos (20 de ellos soldados, un voluntario por la defensa de la patria -civiles que colaboran con las Fuerzas Armadas- y 7 civiles) y unos cincuenta civiles desaparecidos.
Burkina Faso soporta frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan a diez de las trece regiones del país, especialmente al norte. La inseguridad ha provocado que el número de desplazados internos en Burkina Faso ascienda ya a casi dos millones de personas.
La ONU pide calma
La ONU ha llamado este viernes a la calma y a evitar la violencia en Burkina Faso, que ha vuelto a ser escenario de un golpe de Estado solo ocho meses después de que el Ejército se hiciera con el poder en otro levantamiento militar.
"Naciones Unidas pide calma y evitar más violencia. Burkina Faso necesita paz, necesita estabilidad y necesita unidad para combatir a los grupos terroristas y las redes criminales que operan en partes del país", dijo el portavoz Stéphane Dujarric durante su conferencia de prensa diaria.
Dujarric apuntó que el secretario general, António Guterres, está siguiendo de cerca los últimos acontecimientos y subrayó que la ONU sigue comprometida con el objetivo de que Burkina Faso recupere rápidamente el orden constitucional.
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