Este artículo se publicó hace 13 años.
Los nacionalistas están muy cerca de repetir su victoria en Escocia
Los sondeos avalan la reelección de Alex Salmond al frente del Gobierno escocés
La edición escocesa del tabloide sensacionalista The Sun es tan ferviente partidaria de la unidad británica como sus parientes de Londres. Ante las elecciones escocesas del jueves, el periódico ya tiene hecha su elección.
El diario apoya la reelección del nacionalista Alex Salmond al frente del Gobierno escocés. Dada la vocación independentista de Salmond, esa recomendación exige una explicación.
Quizá se deba a que la prensa de Rupert Murdoch siempre apoya al ganador porque algo intentará sacar de provecho. Pero también indica que Salmond, de 56 años, ha conseguido con su gestión de los últimos cuatro años que los votantes ya no den por hecho que Escocia es por definición un baluarte laborista.
Salmond comenzó a ganar las elecciones cuando la crisis económica le obligó a dar un ejemplo de pragmatismo. Renunció a su promesa de llevar al Parlamento escocés la propuesta de un referéndum por la independencia.
No tenía los votos suficientes para sacar adelante la iniciativa, pero los nacionalistas lo consideraban una cuestión de principios.
Con la crisis, tocaba cambiar de prioridades. Escocia, mucho más pobre que Inglaterra, depende mucho más del gasto público, una víctima propiciatoria de la llegada de los conservadores al poder en Londres.
Salmond anunció que la situación económica centraría sus esfuerzos. Los nacionalistas ganaron las elecciones de 2007 con un solo escaño de diferencia sobre los laboristas.
En un Parlamento sin mayoría absoluta, Salmond ha navegado con astucia y se ha aprovechado de los errores de sus rivales. El resultado es que parece estar en condiciones de recibir el apoyo de los votantes liberales demócratas decepcionados con su partido.
Los sondeos de hace una semana daban a Salmond una ventaja de 11 puntos sobre los laboristas. Esa distancia se ha reducido, mientras que los laboristas se aferran a la idea de que los sondeos suelen dar más ventaja a los nacionalistas que la real.
Las mismas encuestas que anuncian la reelección de Salmond establecen que sólo el 28% apoya la independencia. Pero está claro que los votantes creen que Salmond será una garantía mayor que los laboristas a la hora de garantizar una serie de ventajas de las que no disfrutan el resto de los británicos.
Las matrículas universitarias son gratuitas en Escocia. El Gobierno acaba de decidir que los medicamentos también lo sean. En Inglaterra, hay copago de fármacos, excepto en el caso de jubilados, niños y parados.
Estas y otras medidas han hecho que a los laboristas no les quede más remedio que avisar de que los nacionalistas son una amenaza para la unidad de Gran Bretaña. Los sondeos indican que no han convencido a los votantes.
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